Historia Del Taxi | TaeKook

02. Un Omega Bonito.

Jimin se sintió aliviado cuando por fin estacionó su auto en la cochera de su casa, estaba agotado, realmente agotado. Habían sido días llenos de trabajo, y no se quejaba, agradecía por ello, pero sentía que ya le hacían falta unas vacaciones. Sonrió cuando la puerta de la gran cochera se abrió de nuevo e identificó el auto de su alfa estacionando a un lado del suyo. Su aroma a frambuesas y laurel llenó el espacio, demostrando lo contento que se sentía de ya poder estar en casa con su amado alfa.

No tardó más en bajar, no sin antes tomar sus cosas del asiento de copiloto, incluido su celular el cual había estado en silencio desde que entró a una reunión. La puerta del otro vehículo se abrió, dejando ver a su esposo, quien se quitó los lentes oscuros y le dedicó una sencilla pero muy bonita sonrisa. Jimin no dudó en salir en busca del calor y aroma de su alfa, saltando sobre él en cuanto pudo.

"Umh" Jimin se restregó todo lo que se permitió con su esposo, buscando impregnarse el olor de sándalo y licor del alfa que lo mareaba por completo, así mismo de impregnar su propio olor en el alfa. "Ha sido un día muy largo, Yoongi hyung" dijo con un tono de voz bajo, sacando su rostro del cuello del alfa para mirarlo a los ojos. "Te he echado de menos hoy."

"Y yo a ti mi hermosa luna." Yoongi depositó un pequeño beso en los labios de su omega, depositandolo de forma suave en el suelo. "¿Qué te parece si hacemos algo delicioso de comer y nos acostamos juntos?". El olor de Jimin se intensificó y pudo sentir como su lobo movía la cola de un lado a otro, contento con lo bien que le atendía su alfa. Juntos bajaron las bolsas con las compras que había hecho Yoongi y se encaminaron hacia dentro de la casa.

Los recibió Jeff, el casero, quien luego de media hora aproximadamente se retiró a su espacio de la casa, dejando solos a sus jefes. Yoongi cumplió lo prometido a su omega, preparando una deliciosa y ligera cena y llenó de mimos a su esposo hasta que este se quedó dormido. La noche estaba llena de una paz que solía acompañarlos a menudo, lastima que no les duró demasiado.

— 🔗

Jimin estaba teniendo un sueño increíble que estaba siendo completamente arruinado por un insistente golpeteo que no sabía de dónde provenía. Dejó los brazos de Morfeo cuando el golpeteo se volvió demasiado para su propia mente, despertando en medio de los brazos de su alfa, el golpeteo continuaba, tocó su reloj de mesa inteligente y este le reveló que eran la 1:10 de la madrugada. ¿No se había dormido hace tan solo tres horas? El golpeteo se hizo presente de nuevo, se levantó de forma suave procurando no despertar a su alfa que seguía en un profundo sueño. Se dirigió hacia la puerta y la abrió con cuidado, encontrándose con un Jeff en pijama y unas pequeñas ojeras bajo sus ojos.

"¿Jeff?"

"Mi señor" hizo una reverencia, "perdone la hora, pero es urgente."

Los sentidos de Jimin iban despertando de a poco y abrió un poco más la puerta. "¿Qué sucede?"

"Es el señor Jeon."

"¿Jungkook?" El lobo de Jimin empezaba a alterarse, su olor a frambuesas empezó a tornarse un poco cítrico. Yoongi, aún en cama, empezó a despertarse de a poco, producto de la preocupación que sintió a través del lazo.

"¿Jimin?" la voz ronca del alfa se escuchó, más el omega le ignoró.

"El señor Jeon fue traído por un hombre desconocido en un auto viejo, alegó haberlo encontrado en un bar ya muy pasado de tragos cerca de Itaewon." Jeff hizo una pausa, en la cual se tomó unos segundo para mirar a Jimin a los ojos. "Me temo que el joven Jungkook no está en muy buen estado."

— 🔗

Cuando Jimin entró a la sala de estar de su casa vio algo que le sacudió muchas cosas dentro de sí.