Capítulo 7 - ¿Beso?

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—Espero verte ahí —me dice Sam con una sonrisa, entregándome un sobre adornado con diamantina.

Lo abro con total paciencia hasta comprobar que es una invitación a su fiesta de cumpleaños. La invitación se veía ridícula a decir verdad: su nombre estaba escrito con diamantina y había dibujos de flores por todas partes, además de que el puntito de la letra "i" estaba siendo robado de su identidad con un corazón en su lugar. 

—Gracias por la invitación —Le agradezco con una sonrisa. Guardo el sobre en la bolsa delantera de mi mochila 

Era más que obvio que invitaría a Evan. No desaprovecharía esta oportunidad para presentarle a sus futuros suegros.

Estaba en el salón de clases. Apenas habían tocado el timbre de entrada y no tardaría en llegar el profesor Rose con sus pantalones color verde y su portafolio lleno de papeles desordenados.

—¿Irás? —me pregunta Evan, ocupando el lugar atrás de mí y dejando su mochila en el respaldo.

—No lo sé, creo que mamá quiere que le ayude a arreglar el jardín esta tarde.

—Eso no es un inconveniente.

Ruedo los ojos. A decir verdad no tenía ganas de ir. Cualquier excusa me serviría en este caso. 

Sam termina de repartir las invitaciones, pendiente de la entrada por si llega alguien más al salón. Cuando vuelve a su lugar, por desgracia ocupa el asiento enfrente mío. Se acomoda los moños color rosa que lleva en el cabello y se gira sobre sí para quedar cara a cara con nosotros.

—Espero que puedas ir Evan —le dice, agarrándose el cabello como forma de coqueteo—. Y claro, también tú, Rowan.

Lo único que quería en ese momento era escupirle encima. Odiaba que tratara de coquetearle enfrente de mí, aborrecía eso. Si a sus casi doce años ya se le alborotaban las hormonas de esta forma, qué le esperaba en el futuro.

—Habrá piscina, deberían traer traje de baño —nos recomienda—. Estará genial la fiesta. 

El profesor aparece por la puerta principal y todos los que están parados ocupan sus asientos. Una vez que comienza la clase, trato de olvidarme del asunto de la fiesta y empiezo a tomar nota en mi cuaderno. Entre las pausas que hace el profesor para anotar cosas en el pizarrón yo me distraigo haciendo garabatos en la pasta de mi cuaderno.

Solamente alcanzo a copiar algunas cosas del pizarrón antes de que el profesor borre y comience a anotar otras cosas. En primer lugar no le entendía a la letra del profesor pues parecían patas de araña y en segunda, una personita que se encontraba atrás de mí me jalaba el cabello a cada minuto.

—¿Podrías dejar de hacer eso que se supone que tratas de hacer con mi cabello? —me volteo hacia él fugazmente, molesta.

—Trato de hacerte un peinado, pero tu cabello está muy enmarañado —hace la boca de lado.

—No escuché mi alarma por mi gran pesadez de sueño —le aclaro el por qué—. Ni siquiera me dio tiempo de cepillarlo.

—Señorita Harper, ¿escuchó lo que acabo de decir? —se dirige a mí el profesor, arrugando la frente y señalándome con el marcador.

—Amm... eso creo —contesto un poco apenada y tratando de esconderme atrás de la silla.

(...)

—Es por aquí —le señalo a mi mamá el camino hacia la casa de Sam. Su casa estaba en un fraccionamiento, era de las primeras, de hecho, la más grande en todo el lugar. Era una fachada cubierta de piedras y una enorme barda de arbustos.

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⏰ Last updated: Jul 10, 2023 ⏰

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Te dejaré ir cuando la noche acabeWhere stories live. Discover now