𝙄

398 54 9
                                    

✧ - ˗ˋ ୨୧ˊ˗ - ✧

Poniendo la mano en el corazón
Quisiera decirte al compás de un son
Que tú eres mi vida y no quiero a nadie más que ti

✧ - ˗ˋ ୨୧ˊ˗ - ✧

✧ - ˗ˋ ୨୧ˊ˗ - ✧

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

✧ - ˗ˋ ୨୧ˊ˗ - ✧

Las semanas habían pasado desde aquella fantasiosa noche. Al despertar después de ese agotador día, lo primero que pensaste fue en que posiblemente nunca volverías a ver a ese hombre. Ni siquiera le habías pedido el número de teléfono cuando tuviste oportunidad de hacerlo, te diste una bofetada mental por tu torpeza. Sacaste un brazo de entre las sábanas y agarraste tu móvil con desgana.

Viste todos los mensajes que recibiste ayer en la noche, todos de tus amigos preguntándote si habías llegado sana y salva a tu hogar. Encontraste bastante tierno que te preguntarán por eso y le respondiste a todos con un "si, perdón si no te conteste antes, me dormí."

Seguiste viendo los chats hasta que llegaste en uno en específico, un nuevo número te había contactado de la nada. Entraste a ver su foto de perfil y tu corazón dio un brinco al reconocerlo, el mismo Oliver Aiku te había mandado un par de mensajes. ¿Cómo es posible? Ninguno de los dos habían intercambiado el contacto, rápidamente lo agregaste y leíste sus mensajes.

Oliver♥️✨

Buenos días, princesa.

Creo que es fácil deducirlo, pero si no es así, soy Oliver Haiku.

¿Cómo amaneciste?

Una sonrisa boba se formó en tu rostro, la extraña ilusión que sentiste el día anterior volvió a surgir e invade tu cuerpo, rápidamente le respondiste. Tras ese mensaje, una gran cadena de conversaciones aparecieron en vuestro chat. Hablaban todos los días y casi todo el tiempo, aunque claramente se daban un tiempo de descanso por diversos temas. Se conocían cada día mas, tanto así que parecía que ya sabían todo del contrario. No te sorprendiste mucho cuando te contó que era futbolista y era parte de la u-20 de japón. ¿Por qué no te sorprendiste? Fácil, has visto su cuerpo de dios griego? Era obvio que algo de deporte hacía.

Los días se hicieron divertidos gracias a los mensajes del chico, se te notaba más feliz que de costumbre y tus amigos rápidamente lo notaron. No tardaste mucho en decirles lo que sucedía. Sin embargo, en vez de recibir sus mejores deseos u consejos, te encontraste con una sonrisa fingida y unas palabras que dejaban que desear. Cuando les preguntabas constantemente sobre lo que sucedía, una mueca de preocupación se formaba en sus labios, ¿cómo decirle a su querida amiga que estaba hablando con un total mujeriego? No decidieron darles muchas vueltas y te contaron la verdad tras haberles insistido durante todo un día. ¿Te decepcionaste? Un poco, pero aun así decidiste no darte por vencida. Como dicen, 99% fe y 1% de probabilidad.

𝐍𝐎 𝐓𝐈𝐄𝐍𝐄𝐒 𝐑𝐄𝐌𝐄𝐃𝐈𝐎┃ⓜ Oliver Aiku FicWhere stories live. Discover now