𝙁𝙞𝙧𝙚 𝙖𝙣𝙙 𝙏𝙖𝙧𝙜𝙖𝙧𝙮𝙚𝙣𝙨 「𝘈𝘦𝘮𝘰𝘯𝘥 𝘹 𝘵𝘶」

Heridas

『¡Daera resiste!』

Narradora:

La princesa veía como las flechas pasaban alrededor de ella, y su dragon seguía a toda velocidad, ella con esperanzas de que ninguna la tocaría hasta que una, le traspasó el abdomen, sintió como la flecha entraba, y quedaba inmóvil dentro de su cuerpo, la princesa se quejo mientras tocaba su abdomen con dolor, su dragón morgax dio un rugido de dolor y desesperación, que desgarro al príncipe tuerto y a su dragona, morgax hecho una furia y sediento de sangre mientras sentía el mismo, ardor y dolor en el abdomen que su jinete mal herido, rugio enojado y por su propia cuenta toco el suelo, y comenzó a quemar a todos los guerreros que venían a el para atacar a su jinete, mientras exalaba fuego hecho una bestia, el príncipe Aemond tomó las riendas y bajo, a todo velocidad acercándose a la castaña que estaba tocando su abdomen aún arriba de su dragon, Aemond desde arriba y con su solo ojo pudo ver la sangre corriendo por la silla del dragón de la princesa no pudo, evitar pensar lo peor y su respiración  se empezó a cortar desoladamente..

Al tocar el suelo, se bajo de su dragona vhagar, y esta se puso en guardia por orden de su jinete Aemond, Aemond corrió hacia morgax, pero este no para de soltar fuego furioso, mientras rugia de dolor supo que no iba a poder calmarlo el así que tuvo que hablarle a la castaña.

–¡Daera resiste!

La bastarda giro con la vista borrosa y vio a Aemond lejos de su dragon y de ella, mientras este le gritaba que resistiera.

–¡Debes calmar a tu dragón no dejara que me acerque a ti! –le pidió rogando por que la princesa pudiera hacer lo que pidió.

La princesa de ojos marrones, asintió adolorida y comenzó a hablarle a su dragón

–Amigo, dulzura..

–Porfavor debes calmarte, si quieres que salgamos con vida debes controlarte. –acaricio el lomo de su gran bestia.

Este exalo humo por sus fosas nasales y movió con gran cuello, para mirar a directo a los ojos al platinado, el dragon se acercó con lentitud y con mala cara el tuerto se enderezo mostrando seguridad, y el dragon agacho su espalda para que el platinado pueda bajar, a la jinete del dragon enfurecido, Aemond corrió entre el humo, y extendió sus brazos para que Daera se balance contra él, ya que su dragon era muy alto..

–Aemond.... –susurro con agonía la pobre bastarda.

El príncipe temblo al escuchar la voz, de la castaña destrozada por la fuerte herida en su abdomen Aemond la tomó entre sus brazos, y acarició su cabello aliviando su desesperó por ella.

–Ya estoy aquí, ya estoy aquí. –beso el cabello de la bastarda.

–¡Ahg! –Daera se quejo, al centro un punzante dolor una y otra vez en su herida.

–Tengo que llevarte a Desembarco del Rey. –dijo con rapidez el príncipe.

–No, no podemos Aegon se va a volver un loco si me ve allí, y más contigo. –hablo lentamente la princesa.

El tuerto, supo que Aegon estaría enojado, si lo ve con Daera en el castillo, pero no tenía donde llevarla, aunque..

–Iremos a Dragonstone, volverás con tu familia allí estarás a salvó. –la cargó entre sus brazos, aterrado al ver como la sangre corría, por todo su panza y sus manos aún estaban rojas por la sangre de la bastarda, vio a morgax y este lo miró, el dragon posesivo vio como Aemond iba a subir a su dueña en vhagar, la dragona gigantesca, y rugio haciendo que Aemond lo mirase.

–Llevare a Daera, a Dragonstone ven conmigo cuida mis espaldas. –le exclamó en Valyrio para comunicarse con el.

El dragón miro con sutileza a su dueña, y se acercó a vhagar, Aemond ayudó a Daera para subirse a la silla de montar de Aemond, y luego de subió este detrás de ella, la sostuvo de las caderas ya que no podía tocar su panza, lo que menos quería es que la sangre siga corriendo, el platinado, abandono la guerra por la bastarda que aún no lo perdonaba, Aemond apresuró el camino con morgax y vhagar, estaba muy en shock viendo la palidez de Dae, ver la sangre de su princesa, cayéndose por toda su silla y su dragona morgax, rugia de dolor su dragon sentía, el ardor del cuerpo de la bastarda, con desesperación luego de un rato, Aemond y vhagar llegaron a Dragonstone, corrió con Daera en brazos, y entró al castillo donde se encontraba Rhaenyra y Daemon, lo que no sabía el tuerto es que...

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Perdon si fue muy corto este capítulo no tengo mucha imaginación últimamente, pero prometo traerles otros con más esfuerzo y más largos 🫂