𝙁𝙞𝙧𝙚 𝙖𝙣𝙙 𝙏𝙖𝙧𝙜𝙖𝙧𝙮𝙚𝙣𝙨 「𝘈𝘦𝘮𝘰𝘯𝘥 𝘹 𝘵𝘶」

¿Seguro que no me extrañas te?

Mente de Daera Targaryen:

Por los dioses, es un experto en batalla, con razón todos hablaban de el es demasiado bueno, me pregunto ¿como estará su ojo? Que habrá sido de él cuando no estuve..

Luego de que terminarán de entrenar, todos aplaudían al igual que yo..

-Eres, bueno príncipe Aemond, podría participar en las batallas. -dijo Sir Criston con suspiros de cansancio.

Aemond, acomodo su ropa y le dijo sin descaro

-Me importan una mierda, las batallas. -hablo con seriedad.

Miró hacia las personas, y entre todas esas personas que se esparcian me reconoció a mí

-Daera.. -me miró con sorpresa.

-Así que el, príncipe Aemond es experto en batalla. -hable acercándome a el.

Al decir Aemond en voz alta, mis hermanos se pusieron al lado mio con seriedad, mirando mal a Aemond..

-Sobrinos. -dijo Aemond con una sonrisa falsa.

-Hola princesa Daera, es un placer tenerla devuelta aquí. -se inclino Sir Criston ante mi.

-El gusto es mio, al verlo Sir Criston. -sonreí ladinamente.

Aemond y yo nos miramos, y yo desvíe la mirada a mis hermanos

-Si me permiten, daré un paseo fuera del castillo, con la princesa. -dijo Aemond ofreciendo su brazo para que entrelace el mio en el.

-Díganle a mamá, que vendré en un rato, adiós.. -me despedí de mis hermanos y me fui caminando del brazo de Aemond.

Al principio fue todo silencioso, pero al salir Aemond rompió el silencio incómodo entre ambos..

-¿Y princesa Daera? ¿Nadie a querido estar contigo?

-Vaya príncipe Aemond apenas toco King's Landing, después de seis años y ya me preguntas eso, pues la verdsd tengo mis cajones llenos de cartas de muchos muchachos pero.. -suspire haciendo una mueca.

El levantó su ceja y me miró

-Ninguno está a mi altura. -hable orgullosa.

-¿Y tu?

-La verdad que no, aun no quiero casarme. -dijo el mirando el árbol en el que siempre estábamos cuando éramos niños.

Me acerque, y toque el árbol con suavidad..

-Que recuerdos. -sonreí con nostalgia.

-Aun recuerdo cuando, eras una niñata muy alegre y sonriente. -dijo el mirando hacia otro lado.

-Pero te hacia, reír. -aclare mirandolo.

Aemond se acercó en un instante, y tomó mi mano mirándo mis ojos con detenimiento

-No sabes cuanto te estuve esperando.

Sonrió el..

-Prometiste nunca olvidarme, pero tu tampoco me buscaste Aemond.

Solté la mano, de Aemond y este me miró con seriedad

-No me mires así, recuerdo muy bien tus palabras.

-Que tu no lo hagas, no es mi problema príncipe Aemond. -lo miré con desentusiasmo.

-Aemond, solo Aemond para ti Daera. -sonrió el.

-Mira nada más, el hombre más serio y gruñón de los siete reinos, está sonriendo. -reí con gracia.

-¿Ahora es un delito, sonreír? -me miró incrédulo Aemond.

Estábamos ambos mirándonos bajo el árbol en el cual nuestra amistad, se formó después de tantos intentos fallidos míos por intentar, acercarme a un niño tan amargado como el, no diría niño ya que ahora es un hombre de pies a cabeza..

-Princesa Daera, disculpe por interrumpir su conversación, pero el rey Viserys la esta esperando. -hablo Raiden mi guardia.

-Oh no interrumpes nada, Raiden.. -vi a lo lejos dos caballos.

-Si esta viendo los caballos, los traje porque se su adoración por ellos. -sonrió amablemente.

Mire a Aemond, el cual lo miraba con desagradó

-Gracias por el detalle. -le devolví la sonrisa.

-Bueno Aemond, nos vemos más rato. -le hable para que me prestara atención.

-Aja, si ve. -miró hacia otro lado serio.

Raiden me espero, y yo camine hacia el me subió al caballo, y luego se subió el al suyo..

-¿Carrera? -alce la ceja y lo mire.

-No creo que sea, seguro ¡Princesa! -grito el al verme salir corriendo con el caballo.

Gire mi cabeza, para ver si venía detrás de mi y efectivamente venía Raiden a toda velocidad

-¡No podrás alcanzarme! -reí con gracia.

-¡Creo que eso es lo que usted cree princesa! -dijo adelantándose.

Maldito, me estaba ganando..

Ambos llegamos con respirando con dificultad y riéndonos

-Creo que prefiero, a morgax. -sonreí con cansancio.

El sonrió, y entramos al castillo

-Cuida, la puerta no quiero que alguien nos interrumpa a mi y Viserys. -le pedí.

-Como ordene Princesa. -Raiden se coloco en la puerta del lado de afuera.

Entre lentamente, y el aire de su habitación se sentia frío, y escalofriante

-¿Abuelo? -pregunte en voz baja.

-Aquí estoy, mi niña.. -hablo con dificultad en una cama grande con muchas frazadas.

Lo miré con angustia y tristeza mi pobre abuelo, estaba con una máscara dorada, en la mitad de su cara su salud habrá empeorado, y eso me preocupa.

-Me contaron, que estas muy mal de salud. -me sente en una silla a su lado, tomando su mano fría y débil.

-Así es cariño, pero tranquila yo estaré bien. -sonrió con dificultad.

-No lo ocultes abuelo, se que nada esta bien. -lo miré con desentusiasmo.

-Lo se mi niña, pero ve el lado positivo, estamos todos juntos devuelta, recuerdo cuando eras tan solo una niña, tu cabello marrón.. -río con dificultad.

-Tu altura tan pequeña y tus ojos, avellana. -hablo acariciando mi mano.

-Sabes que vine por ti abuelo, no vine por esta tontería de discusión por ese trono. Vine por ti por verte, y saber que mi abuelo esta bien. -sonreí con los ojos llorosos.

-Eres tan amable, igual a tu madre.

Ambos nos quedamos en silencio, y el rompió el momento de tranquilidad para contarme un deseo suyo..

-Quiero, que luego de que Rhaenyra sea reina tu seas, la próxima en sentarte en el trono.

Me quedé en shock, ¿esto era verdad? ¿De verdad podría ser la próxima mujer en el trono de hierro? Pero si nunca ninguna mujer pudo reinar en excepción a mi madre, que luego de que mi abuelo ya no esté ella será la reina.

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Lamento la tardanza del episodio, estuve muy ocupada y estoy creando otra, historia pero hoy subiré tres episodios. 🤠