𝙁𝙞𝙧𝙚 𝙖𝙣𝙙 𝙏𝙖𝙧𝙜𝙖𝙧𝙮𝙚𝙣𝙨 「𝘈𝘦𝘮𝘰𝘯𝘥 𝘹 𝘵𝘶」

Cuidadoso

Narradora:

La cena comenzó a descontrolarse, todo porque Aemond quería provocar a los hermanos, de la bastarda de ojos marrones, dando cortas indirectas a su legitimidad..

-Brindemos nuestras copas por estos tres.. -sonrió Aemond con ironía.

-Chicos FUERTES.

Aegon río y levanto su copa..

-¡Di eso de nuevo! -le ordenó con furia Jacaerys.

-¿Porque? Es solo un cumplido. -sonrió mientras se acercaba a Jace.

-¿No te crees fuerte?

Jacaerys no aguanto más su ira y le solto un fuerte puñetazo en la cara al platinado, haciendo que este lo miré rabioso, y lo empuje.

-Ahí por los dioses.. -la reciente esposa de Aemond murmuró en voz baja.

Todos se levantaron de la mesa alarmados, por la fuerte pelea entre Aemond y el bastardo
Baela, y Rhaena se levantaron para defender a sus comprometidos, mientras que Lucerys y Aegon, también estaban peleándose

-¡Aemond deja en paz a Jacaerys! -le gritaba la castaña.

Los guardias no tardaron en llegar, para agarrar a Lucerys y Jacaerys, Aemond se alejo de Jace con una sonrisa ladina y de molestia a la vez, mientras que Alicent tomaba su brazo enojada.. y lo apartaba del resto

-¿Daemon? -dijo en voz baja Daera mirando a su figura paternal pasando por el medio de Jacaerys y Aemond.

Los chicos se calmaron, y Rhaenyra los envío a sus aposentos de paso, a la castaña, la cual se fue de mal gusto, mientras que Aemond, frustado pero victorioso a la vez ya que logró su objetivo molestar a el bastardo Velaryon

-Daera.. -el platinado tomo la muñeca de su reciente prometida.

-¿Que? Suficiente con el escándalo, que hiciste en la cena, estábamos bien. -lo miro enojada.

-Yo.. -el tuerto la miro sin saber que decir, ya que lo que ella decía era verdad.

-Tal vez nunca debimos besarnos. -la mirada de la bastarda se convirtió en tristeza.

!!ADVERTENCIA, PARTE 18+ SI NO ES DE SU AGRADO TAL MOMENTO LES RECOMIENDO PASAR ESTA PARTE!!

Aemond tomó tomó mejillas con frustración no le gustaba que su prometida, se sintiera así, la castaña puso sus manos arriba de las de su prometido, y se miraron una mirada, podía transmitir tantas cosas, que el único ojo azulejo de Aemond parecía, verla con amor y desesperación mientras que los ojos marrones de Daera, lo miraban con lujuria y dulzura

Aemond relamio sus finos labios, y beso los gruesos de la bastarda, se metieron a un cuarto oscuro y sin luz, el platinado iba aprovechar, comenzó a colocar sus manos en la corta cintura de Daera haciendo que esta suspire, Aemond beso con más fuerza los gruesos labios de Daera, y metió su lengua haciendo que ella corresponda sus lenguas bailaban entre sus bocas, ambos comenzaron a sentir el calor pegarse, en sus cuerpos, Aemond se separo de la castaña y esta lo miró sintiendo sus labios, hinchados, y rojizos de tanto estarse besando y no pudo evitar reír sacándole una sonrisa al de cabellos platinado

-Te amo, Daera..

-Y yo a ti Aemond..

Ambos confesandose su cariño y afecto entre suspiros, y cortos besos, hasta que Aemond, bajo su manos lentamente, poniendo así sus dos manos entre las piernas de Daera, abriendolas y poniéndolas, en su cintura, la bastarda sonrió, y lo atajo con un beso salvaje haciendo que el tuerto saque un pequeño gruñido, el calor que estaba teniendo se estaba haciendo presente en cada parte de su ser
Aemond toco, por algún lado, y encontró una mesa larga y gruesa en donde sentó, a la castaña, mirándola lujurioso y con ansias de poder tocar el cuerpo de su prometida