26. Estrellas

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Julian

Ella se miraba tan linda a la luz de la luna, sabía que traerla a este lugar había sido buena idea, es la segunda mujer en venir aquí. La primera fue mi mamá cuando se la enseñé.

Había cocinado algo para ambos, claro que cuando lo hice ya le había preparado un menú con anticipación.

Ella miraba la luna desde la ventana de la cabaña, había sacado su celular para tomarme algunas fotos, yo la miraba desde la cocina en lo que preparaba la cena. Tenía un vino servido con la pasta que se estaba terminando de calentar en esos momentos. Tome ambas copas de vino y camine hasta donde estaba ella.

-¿Es hermosa verdad?
-Si, es una maravilla verla todas las noches, -Dijo.
-Ten. -Dije y extendí el brazo con la copa se vino a lo que ella la recibió y le dio un sorbo.
-No sabía que te gustaban los vinos.
-No es como que sea fanático de ellos, pero es la mejor bebida que hay para acompañar una pasta con mariscos.

Ella me mira con esos ojos color cafés claros que tiene, no la había visto fijamente hasta hoy.

Seguimos comiendo y hablamos de diferentes temas, me contó sobre su hermano y como es que se llevan 20 años de diferencia.

-Vaya son muchos años entre tu hermano y tu. -Digo
-Si, mamá me molesta que si quieto tener un hijo es momento, así mi hermano tendría alguien con quien jugar, pero siempre le digo que aun no es el momento para tenerlo.
-¿O sea que si quieres hijos?
-Si, dos por lo menos.
-Yo quiero 3, -Digo.
-Eso no lo esperaba, -dice en lo que le da un sorbo a su copa de vino.
-Si, hay cosas que no saben las personas sobre mi, pero si pasara ahorita a mis 23 o más adelante no tengo problema.
-Si, ha de ser hermoso formar una familia con la persona que quieres.

Ella tiene un brillo en los ojos que no se explicar, es un brillo diferente al que le he visto.

-Te ayudo a recoger los platos.

Paola me ayuda con los platos mientras estoy alistando el lavavajillas que compre hace algún tiempo. Y lo enciendo cuando ella los pone dentro.

Caminamos hasta la sala de la cabaña y enciendo la chimenea que tiene, el ambiente que se ha creado es demasiado lindo. Tiene un toque de romanticismo con algo casual. Paola abre la puerta del balcón y mira al cielo mientras se frota los brazos por el frío que está haciendo, así que tomó una manta y se la pongo en los hombros cuando salgo con ella.

-Ver las estrellas cada noche era mi parte favorita del día con mi abuelo, me tomaba en sus brazos y me decía que todas las estrellas eran personas que me cuidaban. Luego un día cuando tenía 16 me dijeron que había fallecido, me dejó una carta, donde me había comprado una estrella, la más grande de todas, tenía su nombre. Ahora creo que él es la estrella más linda del mundo.

La confesión de ella me ha dejado helado, no se que decir.

-Lo siento mucho.
-Tranquilo, no pasa nada, fue algo que dije sin pensar y que muy pocas personas lo saben. -Dice al mismo tiempo que se limpia una lagrima de su mejilla.
-Hice chocolate, ven vamos a tomar un poco.

Ella asiente con la cabeza y entramos, dejando un pequeño espacio entre la puerta, así que sirvo dos tazas y le entrego una antes de volver a salir al balcón.

-Mira la estrella de ahí. -Dice señalando con su dedo.
-¿Cuál? hay muchas ahi, -Digo porque creo saber a cual se refiere ella.
-Sigue mi dedo y la veras.

Sigo su dedo con la mirada y es la que estaba viendo.

-Esa estrella tiene forma de oso.
-Si, porque es la que da inicio a la constelación de la osa menor.
-No sabía que sabias de estrellas también.
-Como te dije, mi abuelo me hablaba de ellas, supongo que algo tuve que aprender.
-Así que estoy con una chica de múltiples conocimientos.
-por supuesto que si.

Seguimos afuera como por dos horas más, viendo estrellas, me gustaba verla sonreír en estos momentos. Tomé mi celular y vi la hora, eran casi las 11 de la noche.

-Bien algodón de azúcar es hora de irnos a la cama.
-¿Juntos?
-No tranquila, te mostraré tu habitación.

Ella hace un puchero como si no quisiera dormir sola y la entiendo, suele hacer mucho frío en la noche.

-¿Sucede algo? -Pregunto.
-Pensé que íbamos a comprar habitación.
-Si lo había pensado, pero también pensé que querrías tu espacio para ti sola.
-Julian, me quiero quedar esta noche contigo.

No sigo nada y la tomo de la mano hasta que llegamos a nuestra habitación.
Entramos y le doy tiempo para que ella se cambie y luego hacerlo yo.
Cuando sale del baño lleva una pijama super larga y muy grande, yo la veo y sonrió de manera inconsciente.

-No me juzgues por mi ropa para dormir, es cómoda.
-Sabes linda, yo también duermo así.

Ella abre su boca cuando me ve que tengo puesta ropa similar a la de ella.
Abro la cama y ella se acuesta a mi lado derecho, así que me meto entre las mantas calientes de la cama y ella me abraza en busca de calor.

-Tranquila en cuanto entres en calor te vas a sentir mejor.
-Gracias por la mejor noche de mi vida Juli, la pasé muy lindo.

La tomo de la cara para verla y darle un beso de buenas noches en la frente.

Cuando despierto noto que ella mo esta en la cama conmigo, me levanto buscando mi celular para ver la hora y veo que son las 7 de la mañana, pienso que podría estar en el baño pero no se escucha ruido, así que me levanto a buscarla, no creo que se haya ido, así que empiezo a bajar las gradas y la encuentro de espaldas en la cocina.

Un gol para PaolaWhere stories live. Discover now