Un gol para Paola [Julián Alvarez]

10. Celebración

Paola

Llegar a mi casa fue rápido, subo corriendo a mi habitación y me meto a la ducha para tomar un baño antes de cambiarme. Supe que no quería ir con sudor a la cena y menos cuando Julian me pasará a traer.

Agradezco que mis padres no estén en casa, mi hermano esta con ellos porque sabían que había partido y es cuando regreso tarde casi siempre. Me acuerdo que le tengo que mandar la dirección de nuevo a Julian y se la mando y luego me regreso a terminar se arreglar.

Busco entre mi ropero que ponerme, así que me voy por un top rojo, con escote en forma de corazón y que tiene el escote bien pronunciado. Para abajo pienso en sí usar falda o pantalón pantalón y me voy por una falda en forma de tubo. Y unos tacones transparentes que no son muy altos. Me hago un peinado semirecogido y un maquillaje discreto.

Mi teléfono suena cuando llega el mensaje de Julian, así que bajo con mi bolso blanco que llevo para guardar mi billetera y mi celular. Abro la puerta y esta Julian abajo y se me queda viendo

-Estas muy bonita. -Dice y se sonroja.
-Gracias, tu también te vez bien.
-Deja te abro la puerta para que te subas.

Julian es un caballero y me abre la puerta para que me suba a su auto. Me subo y él da la vuelta para subirse y me habla.

-Me alegra que hayas decidido venir a la cena.
-Si, no podía dejarlos han seguido las dietas a la perfección y pues que mejor que celebrar hoy.
-¿Te gusta mucho tu carrera verdad?
-Si bastante, siempre supe que quería estudiar desde que era pequeña.
-Eres bastante decida
-Si mucho. ¿Y tu cuando descubriste que querías jugar fútbol?
-Desde que tengo 10, casi siempre tuve una pelota y pues luego mi padre me metió a jugar fútbol y así termine en mi primer club. -me explica Julian.

Seguimos hablando hasta que llegamos al lugar. Es un lugar muy elegante, se nota por todo el lujo que hay en la decoración. Caminamos juntos hasta la recepción y preguntamos si hay reservación a nombre de alguno de los jugadores. La señorita nos indica el número de mesa y nos deja seguir.

-Véanse a la nutri, que guapa viene.
-La celebración lo merecía. -Digo.

Los jugadores me presentan a sus parejas, hay algunos casados, otros que solo son sus novias y hay otros solteros así como Julian y Palmer.

Nos traen la carta y pues veo que puedo comer, así que me voy por una pasta de camarones y una copa de vino tinto.

-Oigan al pobre de Julian lo han bajado de categoría. -Dice Palmer
-¿Pero que ha pasado para que eso pase?, -preguntan unas chicas.
-Pep ha descubierto que tiene una chica que le grita algunas cosas, se ha molestado y me ha puesto a buscarla entre el público.
-¿Y la has encontrado?, -dice Laporte
-Si y no, si porque creo saber quien es, y no porque no quiero que la saquen de los partidos hace comentarios muy buenos.

Siento que estoy demasiado expuesta, si Julian sabe que soy yo quien ha estado haciendo los comentarios estoy muerta. Siento un poco mis mejillas calientes por la vergüenza que estoy pasando conmigo misma.

-Oye nutri, ¿estas bien?, es que te has puesto colorada.
-Díganme Pao o Paola, y si estoy bien, creo que solo me ha dado insuficiencia de aire, ya regreso.

Me levanto lo más rápido que puedo y salgo al área verde del restaurante para calmarme. Julian no puede saber que soy yo, estoy siendo paranoica con este tema, de seguro vio a alguien más, eso suele pasar en los partidos, hay mucha gente y la mayoría le gritan cosas a los entrenadores, pero no se ecucharian cuando lo hacen a menos que estén demasiado cerca.

Respiro varias veces para calmarme y brinco del susto cuando me hablan.

-¿Estas bien?
-Si Julian, estoy bien.
-¿Qué ha pasado para que te pongas así, fue algo que dijimos?
-No, nada fue solo un comentario.
-¿A caso te da miedo que sepan que eres tu quien le grita a Pep?

Me siento pálida del miedo que lo diga.

-No se de que me hablas. -Digo con la voz algo temblorosa.
-Te vi hoy en las gradas cuando le gritaste a Pep, niegamelo si lo que digo es falso.
-Le vas a decir, -Pregunto.
-No le diré nada, solo porque hay comentarios que me han hecho reír, como la vez que le dijiste animal.

Me río porque ese día estaba muy enojada por todo lo que había hecho Pep, desde malos cambios, hasta sus reacciones durante el partido.

-¿Seguro que no le dirás?
-Que no le diré nada, estate tranquila así puedes ir a más partidos.
-Gracias Julian, no pensé que me fueran a descubrir. A decir verdad hasta tardaron mucho, llevo casi toda la temporada haciéndolo.
-Si Pep a veces puede ser muy necio.

Julian y yo volvemos a la mesa y me siento más calmada. En ese momento llega la cena y nos ponemos a comer. Hay comentarios de todos sobre el partido, las parejas de ellos solo sonríen cuando hablan porque supongo que no han de entender mucho. Ellas también son víctimas de burlas por no saber mucho sobre fútbol. Por lo menos yo me defiendo algo cuando me hacen preguntas. Pedimos la cuenta y pagamos.

Salimos del lugar nos subimos en los autos para ir a bailar. En eso recuerdo que no le di una respuesta a Julian sobre que haría.

-¿Ya pensaste en que harás, sobre si te llevo a tu casa o nos acompañas a la discoteca?
-Vamos a la discoteca.

Julian se dedica a conducir hasta que llegamos al lugar. Es en una discoteca exclusiva en Manchester. Se ve que todo es lujo. Nos bajamos del auto y solo presentamos la identificación y que todos vamos juntos.

Al entrar al lugar es grande, nos dan una copa de champagne a todos y nos indican nuestras mesas, dejamos nuestras cosas ahí y bajamos a bailar. La mayoría sino es que todos bailan con sus parejas, yo he decidió bailar sola y dejarme llevar. No es la primera vez que bailo sola.

Me muevo al ritmo se la música. Siento calor en mi cuerpo y voy a la barra por algo para tomar, me encuentro a Julian ahí me ve con una sonrisa de medio lado.

-¿Te diviertes?
-Mucho, pero ven a bailar conmigo

Julian se para y me llevo mi bebida a la pista de baile, es un sex on the Beach doble. Me muevo y voy dando pequeños sorbos de la bebida, hasta que me la he acabado y voy a pedir otra. Seguimos bailando durante un buen rato. No se cuantas bebidas llevo, pero se que Julian no tiene más de dos que le hice beber. Supongo que solo bailar con él nada podría salir mal, o eso creo.