22. La cena

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Era domingo por la noche, no tenía ganas de levantarme de la cama y mucho menos arreglarme para la odiosa cena a la que me obligaban a asistir. Para mi madre era importante de que Daniel y su familia llegarán a nuestra casa, cosa que para mí me daba igual. Pero bueno tenía que arreglarme, según ella para que él me vea linda y no hecha un desastre. Yo por mi parte había pasado la mañana durmiendo y parte de la tarde hablando con Luisa, quien me dijo que tal vez venía a la cena, yo no quería ni verla porque ella sabe que pienso de esa familia.

Me levanto para ir a tomar una ducha larga y olvidarme un poco de las cosas que se vienen, cuando salgo y me empiezo a cambiar mi celular suena y lo agarro para responder, es Julian.

—Hola Juli
—Hola algodón de azúcar, ¿como vas?
—Digamos que bien, pero ahora estoy mejor porque llamaste.
—Me alegro de escuchar eso, te llamaba para decirte que esta semana no iré al campo.
—¿Sucede algo?
—Pues no, pero tengo que estar presente en el estadio olímpico de Manchester.
—¿Vas a competir?
—No, voy como representante del equipo a dar la bienvenida pero sino estoy mal es el viernes el que tengo que ir.
—¿Y el resto de la semana?
—Tengo que entrenar
—Pues te veré mañana entonces, —Digo
—Suerte en tu odiosa cena.

Termino de hablar con Julian y me termino de vestir, elijo un pantalón de cuerno blanco y una blusa rosada que es grande, no me maquillo porque solo es una cena, y dejo mi pelo al natural.

El timbre de mi casa suena y mamá es la abre por lo que me llama para que baje a atender a los invitados. Hago lo que me dice para evitar problemas.

—Buenas noches a todos, —Digo y los saludo de beso en la mejilla a cada uno.
—Estas muy preciosa hoy, —Dice la mamá de Daniel, —aunque con un poco de maquillaje te verías mejor.
—Si, lo que pasa es que los domingos evito maquillarme y más si solo es una cena.

Se que mamá me quiere matar con la mirada de pocos amigos que me da, pero no me importa, es más ni siquiera quería bajar a cenar con ellos. Luisa me mira con lastima porque ella sabe como siento y aun así apoya a su tía y a mi madre en esta locura de ser "familia".

—Bien pasemos al comedor, —dice mamá

Todos la seguimos y quedo sentada entre Daniel y Luisa. Les sonrió falsamente a ambos cuando los veo y tomo mi lugar. Siento mi celular vibrar varias veces y quiero verlo, pero se que si lo hago mamá me va a regañar. La vibración es demasiada y veo con disimulo que son mensajes de Palmer.

Palmer: Pao, contesta
Dios, te necesito, responde lo más pronto posible
Pao esto es una emergencia
Laporte tuvo un accidente, no quiere comer. Se niega a probar la comida que le están dando aquí.

Inconscientemente pego un grito que hace que todos me voltean a ver.

—Perdón, es una emergencia. —Digo y me levanto de la mesa.

Subo corriendo y me encierro en mi habitación. Llamo urgente a Palmer a ver que me dice.

—Dime Palmer que paso.
—Laporte venía manejando cuando un auto se estrelló con él, solo tiene fracturada la mano por el impacto, pero se niega a comer algo fuera de su dieta.
—¿Qué han dicho los médicos?
—Que tiene que comer pero dijo que sino lo autorizas tu no lo hará.
—Pasámelo, yo arreglo esto ahorita.

Espero unos segundo a que Palmer le de el celular y me lo comunica para que le hable.

—Pao, ven que te necesito, me estoy muriendo del hambre y aquí no hay rica comida.
—Primero que nada, me da gusto que estés bien, segundo tienes que comer lo que te den ahí, ya cuando salgas del hospital retomamos la dieta, intentaré llegarte a ver mañana, hoy no puedo porque estoy en la odiosa cena que organizo mi madre, pero llegare mañana y te llevaré algo delicioso, pero come por favor.
—Está bien, solo porque me traerás comida mañana.

Laporte puede ser como un niño chiquito al que tengo que sobornar para que coma y me vuelve a comunicar con Palmer que es quien me agradece por la ayuda y cuelga. Bajo de nuevo al comer y empieza el interrogatorio.

—Supongo que era importante
—Si mamá, uno de mis chicos tuvo un accidente.
—¿Tus chicos? —dice la mamá de Daniel.
—Si, es uno de los pacientes que tengo, pero tienen dieta especial y se niegan a comer lo que salga de lo establecido.
—¿Y donde es que haces tus practicas?
—En el Manchester City. —Dice mamá.

Justo a la persona que no quería que se enterara donde estaba haciendo practicas es a la que mi madre le ha dicho, y no quería que se enteraran por lo mismo que creen que no es lugar para una "dama" como yo.

—Mira Paola, deberías dejar ese lugar, no es sitio para una dama, esos lugares son solo para hombres.
—Lastima que lo piense, porque no lo voy a dejar, a mi me gusta y no, no es lugar solo de hombres, esta también el equipo femenino. —Digo.
—Mira niña, mi hijo necesita una mujer que piense en su casa, matrimonio e hijos, no una mujer que se crea hombre. —Dice la mamá de Daniel
—Mire señora, a mi no importa lo que su hijo necesite, con mis gustos me siento bien así que ahora si me disculpan tengo mejores cosas que hacer que estar aguantando criticas sobre donde hago mis practicas y con quienes las hago y tu mamá a ver si aprendes a que no me gusta Daniel, ni me va a gustar porque somos tan diferentes. Daniel contigo no tengo nada encontra pero tu y yo no somos compatibles y tu Luisa, de verdad te adoro amiga, pero si sigues con la idea de tu tía y mi mamá en querer casarnos a Daniel y a mí tendré que terminar esta amistad, así que tu sabrás que hacer.

Salgo del comedor para mi habitación pero he dejado el monitor de mi hermano para poder escuchar que hablan y poder evitar verles las caras a todos.

—Perdonen a mi hija, esta algo alterada. —Dice mamá.

El resto de la noche se la pasan hablando sobre lo lindo que sería un hijo de ambos, un matrimonio y que deje mi lugar de practicas, ambas están equivocadas si piensan que lo voy a dejar. Me levanto para cambiarme y me cepillo los dientes de una vez. Me pongo un pijama y me acuesto a dormir de una vez.

⚽⚽⚽

Era lunes por la mañana, me encontraba subiendo las gradas buscando mi salón de clases cuando siento que soy abrazada por unos brazos grandes que al mismo tiempo logro reconocer de quien son y me libero de ellos, no me gusta que me abracen por atrás y menos siendo Daniel.

—Perdona a mi madre, amor mio, ella no sabe lo que dice.
—Mira Daniel deja de intentar que seamos algo porque no lo vas a conseguir, tengo que irme.
—Pao ahorita no tenemos clases, —dice.
—Mira Daniel, lo que yo haga en mi tiempo libre no es asunto tuyo.

Justo cuando el me va a responder llega un repartidor de comida con una bandeja de comida y unos globos y hablan.

—¿Paola Price?
—Si, soy yo.
—Firme aquí.

Hago lo que me dice y me entrega la bandeja de comida con la nota que lleva.

Algodón de azúcar: Espero que tengas un bonito día, te veo a la salida de tus clases, avísame a que hora sales, llegare por ti. Con cariño Julian

Sonrió en cuanto miro la nota y sigo caminando hasta llegar a mi salón de clases y poder enviarle un mensaje a Julian avisándole a que horas salgo y que he traído mi camioneta.

Un gol para Paola [Julián Alvarez]Where stories live. Discover now