Natsuki estuvo a punto de decir lo que él había visto de la escena, algo alarmante, pero Alan apareció a lo lejos interrumpiendo.
Concetta se escondió detrás de Alex y Matt, que rieron por esto.
Alan aterrizó teatralmente junto a Gabriela. Todo el ejército había quedado en silencio y nadie hablaba, en una de sus manos tenía sostenido el cuerpo de alguien calcinado.
El semidemonio le sonrió a Oliver, se acercó a pasos lentos y depositó el cuerpo de Elizabeth a los pies de Oliver.
—Aquí está la maldita muerta —dijo Alan lleno de orgullo—, como te lo prometí.
Los aplausos y vítores estallaron.
Oliver ignoró el cuerpo de Elizabeth por completo y fue abrazarlo con entusiasmo.
—Me alegra que todos saliéramos bien de esto —Oliver atrajo al abrazo a Gabriela—, estoy encantado de que estemos bien.
Matt se apartó abruptamente y Concetta apareció al descubierto.
Alan demoró unos segundo en notarla, pero cuando lo hizo quedó muy impresionado.
—¿Tu?
—¡Sorpresa demonio de cuarta!
Alan se acercó feliz y Concetta abrió los brazos para un abrazo. Sin embargo, el gesto de Alan pasó de un desconcierto feliz a un ceño fruncido. Concetta no llegó a tiempo de escapar.
Alan le golpeó en la cabeza .
—¡¿Eres idiota o qué?! —exclamó Alan mientras los demás reían—. ¡Te dije pedazo de animal que escaparas si veías algo peligroso!
—¡Tenía que salvar a mi amiga y a su familia, tremendo soquete!
Los dos empezaron a discutir a grandes gritos e insultos.
Dylan que aterrizó y abrazó inmediatamente a Matt, se quedó un poco anonadado por el espectáculo que estaban dando Alan y su amiga.
—¡Alan! —grito Dylan escandalizado—. ¡¿Acaso me estás engañando con esa mujer?!
Todos estallaron en risas nuevamente cuando Dylan le lanzó una bofetada a Alan por tener otra enemiga que no fuera él y Alan casi lo ahorca con visibles intenciones de realmente matarlo.
Bael y Estefan aterrizaron después de que se calmarán y según las palabras de Jaime, dejarán de avergonzarse en frente del ejército.
—No podemos encontrar a Jessy —habló Bael desesperado mirando a su padre y hermana—. ¿Pueden ayudarnos con sus espectros?
CAPÍTULO 46.- tercer fragmento
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