𝕆𝕗𝕣𝕖𝕟𝕕𝕒 ℙ𝕒𝕣𝕒 𝔼𝕝 𝔸𝕤𝕖𝕤𝕚𝕟𝕠

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Un hielo que le hacia doler los huesos se apoderó de su ser, sabía que este era su fin, que nadie podría salvarlo del demente al que sin saber había tentado con su comportamiento.

Guk se detuvo frente a una casa antigua, en mitad de la nada.

Rodeada de grandes árboles que hacian imposible divisarla a lo lejos, el lugar perfecto para que el asesino cometiera los peores crímenes.

Abrió la puerta del copiloto y sin dudarlo arranco los cuchillos de las manos ajenas, volviendo a deleitarse con los lamentos.

Cogió el cuerpo contrario con brusquedad, sacándolo a rastras del automóvil y llevándolo hacia dentro de su residencia, dónde lo arrojó al piso y río por encima de el, lo veía tan débil, había perdido mucha sangre mientras venían de camino, le extasiaba ver a su víctima indefensa.

- Veamos...primero te pondré cómodo, no quiero ser un mal anfitrión.

Giró en su eje pensando como quería al chico que tenía frente a el, la imagen era muy importante, mientras pudiese contemplar en todo su esplendor lo que estaba realizando, más placer sentiría su ser y más extasiada estaría su alma.

- Ya se...

Volvió a tomar el cuerpo, como si de un muñeco se tratase, lo movía a su antojo, el chico se había desmayado.

Aprovecho eso para llevarlo hacia el sótano y ponerlo sobre una mesa metálica que tenía en el lugar, algo así como las de la morgue.

Ató las manos y pies de Kiun, asegurándose de que no pudiese poner nada de resistencia.

Aveces los dejaba libre, le gustaba ver cuánto luchaban, pero está vez se había sentido humillado por el chico, solo quería mirarlo a los ojos mientras rebanaba su piel y le arrancaba el último soplo de vida.

Una vez lo tenía listo subió hacia la cocina por un poco de agua, y puso una vieja radio que combinaba perfectamente con el ambiente, en ella se reproducía psyco Killer de talking heads, habia algo muy placentero para el al escuchar esta canción mientras se convertía en la muerte.

Se acercó a su víctima y vacío lentamente el líquido sobre su rostro justo sobre su boca y nariz, haciendo que este despertara desesperado al sentir que se ahogaba, tosiendo con brusquedad, tratando de coger el máximo aire posible.

Intento mover sus manos pero se encontró atado y comenzó a desesperarse, estaba sufriendo una crisis de pánico y eso no le agradaba a Guk.

- Ya cálmate Kiun, si te da un infarto no podré ayudarte, recuerda que estamos muy lejos de la ciudad...

- De todas formas me matarás! - gritaba soltando un llanto desgarrador-

- Claro que lo haré, solo que me parece de muy mala educación que te mueras de una ataque, arruinas mi diversión.
Eso habla muy mal de ti...- decía negando con su cabeza- veamos, que podemos hacer primero...- ponía su mano en su mentón, pensando como quería que su víctima tuviera un final- ya se! Compré un set nuevo de cuchillos, aún nose si están bien, ¿Me permites probarlos?

- Déjame ir! Maldito infeliz demente!

- Gracias..- decía emosionado y totalmente desquisiado- jamás nadie me había dicho algo tan conmovedor.
No sabía que me conocías tanto, si no la hubieses cagado seríamos grandes amigos, lastima..- dijo fingiendo un puchero-

Guk se giro para tomar un estuche negro, que al abrirlo tenía una infinidad de cuchillos de todos lo tamaños, con un filo brillante, que soltaba un destello cada vez que el lo giraba entre sus dedos.
Cómo si estuviese modelando el mejor invento del mundo.

ℙ𝕤𝕪𝕔𝕠 𝕂𝕚𝕝𝕝𝕖𝕣  [kookv/ Taekook]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant