El desastre que nos une.

Capitulo 24

⚠️ Antes de empezar a leer el capítulo, necesito que sepan, y entiendan que tiene escenas fuertes. ⚠️

Si no se sienten cómodas o cómodos leyéndolo, pueden saltárselo ya que no afecta en nada la lectura siguiente, ahora que ya lo advertí queda en ustedes leerlas o no.

Sepan que los adoro con todo mi corazón, y les deseo una buena lectura.

Alba.

Ya hacía una semana de la última vez que supe de Logan, seguía sin entender esa decisión, realmente no entendía nada.

Tal vez, lo mejor para ambos era esa decisión. Tal vez, eso evitaría corazones rotos a lo largo de nuestra vida, o tal vez solo estábamos adelantando a los hechos.

Tal vez, Logan si sanaría por él, por nuestro amor, pero no podemos apostar todo de nosotros o pasar toda la vida pensando en un tal vez.

Los tal veces están llenos de decepciones, están llenos de esperanzas fallidas.

Y aunque es difícil  mandar en nuestro corazón, porque al parecer está empeñado en lo que no puede ser, somos fanáticos de lo prohibido.

—Mi niña alguien te busca.—informó mi madre desde abajo.

Sigo guardando la esperanza que seas tú, el que toque a mi puerta.

Baje hacia la puerta, y todas mis esperanzas se vieron derrumbadas eran Matt, tenía unas flores en la mano.

—Hola, pequeña.—dijo y me ofreció las flores.

Sonreí y lo invité a pasar.

—No tienes que venir cada día a mi casa, te prometo que si intento suicidarme será el primero en enterarse.—dije con gracia, aunque él no le pareció tan gracioso mi comentario.

—Tan graciosa, como siempre.—dijo.

Rodee los ojos y lo empuje un poco con mi hombro.

—¿Como estás?—pregunto.

Él sabía lo que había pasado con Logan, y cuando se lo comenté sentí que se alegraba.

—Lo mejor que se puede estar en mi situación.

—¿Y cuál es tú, situación?

—Matt, odio las terapias.—dije.

Él cada que me preguntaba algo, siempre sonaba cómo un terapeuta.

Mi madre salió de la cocina y se paró frente a nosotros en la sala.

—¿Te quedarás a cenar jovencito?—pregunto dulcemente.

Mi mamá comenzaba agarrarle cariño a Matt, verlo todos los días aquí con flores supongo que eso es el sueño de toda madre para su hija.

Aunque mi tipo se iba más hacia Logan.

Dios mío, tengo que dejar de pensar en ese idiota.

Él tal vez está normal, y yo sigo pensando en él.

Idiota, idiota, y más idiota.

Antes de responderle a mi madre, vi como él buscaba mi mirada en forma de permiso.

Yo asentí, Matt ya parecía parte de la familia.