El desastre que nos une.

Especial en la playa. (+18)

Alba.

Odiaba con mi vida las mañanas, aunque sabía que esta sería diferente.

Logan pasaría por mí para ir a la casa de los papás de Eli en la playa, estaría conmigo dentro de unos minutos.

Eli y Nick decidieron irse un día antes, así que están esperando.

Nos quedaríamos todo el sol de semana así que lleve un bolso lleno de bañadores aunque no creo utilizarlos todos, estaba indecisa en cual llevarme.

Mi mente tampoco estaba jugando a mi favor, todo lo que me colocaba me hacía ver terribles. Así que decidí llevarlos todos, tal vez allá me decidiría por unos

Escuché como mi teléfono le entraba una notificación sabía que era Logan, que estaría afuera así que baje con mi bolso y una pequeña cartera playera.

Salí de casa y Logan no estaba en su moto, estaba recostado de una jeep que nunca había visto.

Está demás decir lo apuesto que se veía con ese estilo playero, y su cabello desordenado como si acabase de levantarse.

—Buenos días, bonita.—dijo y beso mi frente.

Sonreí como una boba ante ese acto, podría acostumbrarme a esto toda la vida.

—Buenos días, idiota.—saludé y él rodó los ojos con una sonrisa ladeada.

—¿Algún día dejarás de llamarme idiota?—pregunto.

—No, eres mi idiota.—dije y rodé los ojos con diversión.

Eso parece que lo dejo contento ya que no refuto nada.

Colocó mi bolsa en la parte trasera del jeep y se giró hacia mí.

—¿Preparada para pasar el mejor fin de semana de tu vida?—dijo y volvió ese tono egocéntrico.

Le golpeé el hombro y nos subimos a la jeep riéndonos.

Sabía que este fin de semana sería inolvidable, lo presentía.

Comenzamos nuestro viaje, tomaríamos carretera y sabía que ese viaje duraría unas cuantas horas por la distancia.

Logan encendió el radio y comenzó a pasar las emisoras hasta encontrar una que le gustara.

No reconocía la mayoría de las canciones que sonaban allí, por otro lado Logan las tarareaba y movía los dedos en sintonía con él volando.

Se veía tan feliz y tranquilo.

Quería verlo ser feliz, que pudiera vivir cosas que nunca logro por sus problemas.

Quería que fuera libre de ese dolor, que a pesar que en su camino había seguido con esa tristeza y no sabía cómo avanzar sin ella, yo quería ayudarle. Quería enseñarle que de la tristeza se puede salir, puedes ser libre.

—¿Por qué me miras así, mocosa?—pregunto Logan con una sonrisa.

—Tus lunares hacen un triángulo en tu cara.—dije, y aunque no estaba viéndolo por eso me parecía bastante curioso.