Capitulo 11

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Logan.

Los días pasaron velozmente ya era domingo, y estaba listo para partirle la cara al idiota que pelearía contra mí.

Caín quería que llegara temprano porque quería hablar sobre esta noche, así que aquí me encontraba buscándolo por todos lados al maldito idiota.

—Idiota.—dijo Caín.—¿Estás preparado para esta noche?

Asentí con fastidio.

Encendí un blunt y antes de llevármelo a la boca, el imbecil de Caín me dio un manotazo que lo hizo volar y caen en el piso.

—Maldito idiota.—dije con rabia.—Esa mierda no es gratis.

—Me importa una mierda, no hagas eso cerca de mí.—dijo con rabia.—Además hoy tienes una pelea, no te jodas más los pulmones.

Rodee los ojos por lo que había dicho, en ese porro se habían ido diez billetes.

—Quería verte antes de la pelea para hablarte de tu oponente, Russo.—dijo Caín.—Ese idiota pelea sucio, y es profesional haciéndolo, tienes a tu favor la velocidad.—dijo con confianza.—El maldito solo golpea fuerte, tiene muy poca resistencia y sus golpes no son certeros. Siempre golpea primero, no esperes que él lo haga o estarás jodido.

Caín siempre decía que siempre había que golpear primero, dar el primer golpe y atinarle con mucha fuerza porque es mejor que no haya un segundo, si no quieres perder.

Primero pelearía Nick, y luego iría yo lo cual era una excelente noticia.

Su peleador entrenaba con él mío, saber los movimientos de este me llevaría adivinar los del otro.

La defensa de ese idiota era una mierda sus puños eran fueres pero no tenían dirección ni velocidad, tal como lo dijo Caín.

Esa pelea no tenía porque durar tanto sabía que Nick se estaba divirtiendo, quería impresionar a alguien, el idiota no dejaba de ver hacia una mesa. No lograba ver de quien se trataba desde el lugar en donde me encontraba.

El presentador dijo mi nombre y escuché los gritos de todos los presentes, el idiota de Nick grito algo que no pude escuchar pero todos estallaron en risas.

Ese imbecil lo conocía desde que me uní al grupo, es bastante agradable ese tío aunque es un completo idiota en el buen sentido.

Pensé que la pelea sería fácil, pero ese idiota era bueno.

Había atinado dos golpes que me habían dejado sangrando, no lo había notado hasta que me limpie el sudor y vi mis manos llenas de sangre.

Comencé a cansar al idiota, y al verlo que comenzaba a hiperventilar me aproveche y le tendí un puñetazo que lo mando a la lona en un completo knockout.

Escuché como todos los presentes se quedaron en silencio, y al ver que el tío no se levantaba y el árbitro había dado la cuenta regresiva estallaron en gritos.

Me baje del ring hacia los camerinos con la adrenalina calándome en los huesos, tomé rápido una ducha fría y prendí un porro.

La mierda de pelea ya había terminado y necesita relajarme.

Escuché a una persona que corría por los pasillos, supuse que era uno de los guardias de afuera.

Ya que solo los guardias y peleadores podían estar en los camerinos, pero, al escuchar mi puerta abrirse levante la mirada para ver a qué idiota se le ocurría venir a molestar. Me quede helado al ver de quien se trataba no se trataba de un él, y no era un idiota.

El desastre que nos une. Where stories live. Discover now