Historias cortas de Babymetal y Sakura Gakuin

La Foto

Hoy, junto al amor de mi vida, tenemos una cena muy especial en donde nos reuniremos con mi ex compañeras de grupo.

Hoy, es la cena anual de las ex Sakura Gakuin.

Yo ya me encuentro lista.

Mi amada... aún no.

Mientras la espero en la sala de nuestro hogar a que termine de ponerse bien bonita, como si lo necesitara con ese bello rostro que tanto amo y esa figura perfecta de modelo que tiene, logro divisar una foto de nosotras dos sobre la repisa.

Esa foto fue tomada justamente durante nuestra época en Sakura Gakuin.

Ambas nos vemos felices y sonrientes en esa foto.

Dios, su sonrisa.

Esa sonrisa dulce y tierna que tanto me gustó desde el primer día en que la vi durante nuestro primer encuentro en el set de televisión, lucía en todo su esplendor en la bonita foto.

Recuerdo muy bien nuestro primer encuentro.

Como olvidarlo, si la amo desde aquel día.

Ella con el tiempo, me confesó lo mismo.

"Hola, mi nombre es Ayaka Miyoshi. Un gusto", saludé aquél día.

"Ho... hola...", respondió ella.

Lucía tan tímida aquella tarde.

Todo le costaba al principio, debido a su timidez.

Pero yo, siempre estuve a su lado para ayudarla a superar ese maldito defecto que no la dejaba expresarse correctamente.

Debido a eso, al poco tiempo nos hicimos las mejores amigas.

Eramos inseparables.

Hacíamos todo juntas.

Ella logró superar su timidez, y hoy es una mujer llena de confianza en sí misma.

Nuestro vínculo creció día a día.

Fui yo quien dio el primer paso, para ser algo más que amigas.

Le dije que quería que fuéramos novias, y que no nos separáramos jamás.

Ella me prometió que eso no pasaría, que seguiríamos juntas hasta el fin de los tiempos.

Mi mente comienza a volar, y más y más recuerdos del pasado vienen a mí.

Tenemos miles de historias para contar.

Miles de historias que fuimos viviendo juntas en estos diez años de pareja que llevamos hasta la fecha.

- Ya estoy lista, amor

Su voz angelical, me trae de vuelta al presente.

- Ya era hora, mi vida. Te tardaste una eternidad... - murmuré en tono jocoso, con mi vista aún posada sobre la bella foto.

- Jeje, perdón, perdón. 

- Tranquila, no pasa nada. Era solo una broma

- Lo sé, lo sé. Oye, ¿qué miras tanto? - indagó ella, acercándose a mí por detrás y rodeando mi cintura con sus manos, para luego posar su barbilla sobre mi hombro.

Su cálido abrazo, me llenó el corazón de amor.

- Esto, mira

- Awwwww, nuestra primera foto juntas

- Exacto. ¿Es una foto realmente divina, verdad?

- Sí que lo es, pero tú lo eres más. Mucho más - susurró mi amada de manera sensual a mi oído.