Descendiente (SHERA AU) 💜

Coronación.

El día de la coronación había llegado.

Todo Luna brillante estaba ahí.

Adora me había llevado a conocer su castillo... ¿Casa?
Necesitaba estar ahí para subir a la limosina con ella para llegar a dónde sería la coronación.
Era curioso, considerando lo tradicional que era su madre hubiera esperado que fuéramos en carruaje. Pero tenía que agradecer, en limosina nadie me vería hasta que llegáramos.
No creo que estén muy felices de verme después de lo que pasó en el día de la familia.

- Te ves bien - Le dije a Adora cuándo llegué, mis manos detrás de mi espalda.

Llevaba el mismo traje que había visto usar a Mara en la grabación: un traje blanco con adornos dorados, una capa roja y botas blancas con azúl.

- Gracias, por lo menos sé eso ahora.

- Aunque sería mejor usando lo que quisieras - Le dije - Sé que es tonto, pero... Te hice algo.

Le mostré lo que traía detrás de mi espalda.
Era un dibujo que había hecho para ella: era ella con un vestido blanco con adornos dorados, con una falda que caía delicadamente hacia el suelo y hombros descubiertos. Era como el de una diosa.

La mandíbula de Adora cayó, tomándolo entre sus manos.

- Emily arruinó mi cuaderno, pero pude volver a hacerlo anoche.

Me miró, radiante en alegría.

- Es hermoso.

- Es decir, ya no puede confeccionarse, pero sería lindo que lo hubieras usado hoy.

- Me encanta - Me abrazó - Gracias, Catra.

Yo correspondí, intentando recordar cada sensación que me causaba su abrazo, su olor, la calidez de su cuerpo, la tranquilidad que me transmitía.

Yo también llevaba algo que jamás usaría, fué mi forma de apoyarla supongo.
DT me ayudó hace unos días a elegirlo, un vestido negro con espalda descubierta.
Asqueroso si me lo preguntaban.

- Oh. Y... Hay algo más.

Saqué el pequeño pastel de su caja, poniéndolo frente a Adora quién lo miró ahora seria.

- Es para mantener la energía hoy, comelo después de la coronación.

Adora me miró a los ojos.

- Que linda, gracias - Sonrió - Pero no lo haré.

Parpadeé.

- ¿Qué?

Negó con la cabeza bajando mi mano.

- Sé lo que es, ya usaste el truco del postre una vez.

- Adora...

- Entiendo que estás asustada, todo ésto es nuevo para tí, para mí también. Pero no voy a hacer eso.

Levantó mi mano, besándola.
Sentí un nudo en la garganta cuándo me lanzó esa mirada de siempre.

- Te amo, no importa qué pase hoy.

Un sollozo salió de mi garganta sin poder detenerlo.

- Oye, tranquila. Todo va a salir bien, y cuándo todo ésto termine podremos irnos, sólo tú y yo, a dónde tú quieras, que se joda la fiesta, ¿Okay?

Asentí.
Sabiendo que no pasaría.

- Okay - Mi voz quebrada.

- Te amo.

Tragué saliva.

- ... Yo también te amo.