Vamos, sabes que quieres leer esta historia, si te gustaba descendientes probablemente eres gay ahora.
Y si no, ésta historia si te va a gustar 🤣
Éste es un fanfic BASADO en descendientes, no es igual ✨
Diferentes fundamentos, diferentes personaje...
Soñé que caminaba por los pasillos del palacio de Mara.
Era de noche, y estaba sola, el pasillo hacía eco con mis pasos mientras corría, la luna haciéndome sombra en el piso con su luz blanca que pasaba por los grandes ventanales.
Llegué a las grandes puertas que conducían a mi destino y éstas se abrieron frente a mí.
Y ahí estaba.
En el medio de la habitación, flotando en el aire con luz azúl que irradiaban su magia.
La espada de la protección.
Un jadeo salió de mi garganta, acercándome casi flotando, hipnotizada por su belleza.
No más robar, no más intentos fallidos de salir de la isla, no más miradas de decepción en el rostro de mi madre. No volvería a verme como alguien que sólo sabe robar a hombres del mercado y hacer grafitis.
Iba a estar tan orgullosa de mí...
Pero de pronto, por alguna razón, mi mano titubeó estando a unos centímetros del mango.
El futuro depende de tí. No falles.
Tragué saliva.
- Tómala.
Miré detrás de mí con un grito ahogado para tomarme con la figura de mi madre, como una sombra materializada frente a mí.
Dentrocedí de espaldas, y al llegar a la espada, ésta desapareció dejando la habitación oscura.
- ¡No! - Exclamé con mis manos en el aire dónde antes había estado.
La figura de mi madre entonces rió, causándome escalofríos.
- Sabía que no podrías hacerlo - Desapareció - Sabía que ibas a titubear en el último segundo. Que ibas a ver el gran poder de la espada y te ibas a dejar conmover... No te pareces nada a mí, querida.
- No. Si soy como tú - Le aseguré - Y no me voy a dejar conmover, lo prometo, vas a estar orgullosa de mí madre. No voy a fallar.
- Ah...
La figura volvió a aparecer frente a mí y tomó mi mejilla. Se sintió tan real...
- Sabía que no me fallarías, hija mía. Ve ahí, y enséñales a todos quienes somos.
- Sí, madre - Asentí, mi corazón latía con fuerza, tanto que dolía - Lo haré.
Mis extremidades estaban quemando, y me quedaba sin aire.
- No me falles.
- Lo prometo.
- Catra.
Catra.
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- ¡CATRA!
Me levanté de un salto golpeandome la frente con la frente de DT y maldiciendo en el proceso.
