Descendiente (SHERA AU) 💜

Hard to let go.

Yo estaba bien.

Mi brazo sólo había sufrido un golpe, sin gravedad.
Mi cuerpo dolía por la energía que apareció de la nada.

Pero quién no estaba tan bien, era Emily, quién estaba a mi lado, ambas sentadas en la camilla de revisión.

La enfermera salió del cuarto por unas cosas que le recetaría a Emily para sus heridas del rostro, mientras tanto, nos quedamos solas en un profundo y tenso silencio.

La chica no me veía.
Estaba sentada con las piernas abrazadas, mirando el frente con una mirada que dolía, una mirada de resentimiento, pero también, de resignación.

Una de sus amigas me había dicho todo.

Me había dicho por qué era que me tenía tanto odio.

Sus padres habían muerto en la guerra.
Mi madre los mató.
La chica había crecido con su tía.

Me sentía horrible por eso.
Estaba tan cansada por esa estúpida guerra que nosotros habíamos seguido cuándo no teníamos nada que ver.
Tomé el valor para decirle:

- No disfruté de lastimarte - Hablé en voz baja y ronca - Y estoy segura de que tú tampoco lo hiciste.

Silencio.

- Lamento mucho lo que mi madre hizo... Pero nosotras no tenemos que ser así. ¿Podemos sólo... Dejar eso atrás?

No se movió ni un sólo centímetro, más que para decir después de un largo minuto:

- No quiero que vuelvas a acercarte a mí otra vez - Dijo, tan bajo como si hubiera sido sólo para ella.

Asentí.

Respeté su decisión.

La enfermera llegó poco después y finalmente nos dejó ir.

Cuándo salí a la sala de espera mis amigos estaban ahí, pero también, cierta rubia de ojos azules.
Suspiré, no tenía ánimos de hablar con ella, pero insistió en ser ella quién me acompañara a mi habitación.
Ambas caminamos en silencio, yo iba unos pasos más adelante, no quería ni verla.

- Catra... Ésto no es importante.

Reí por lo primero que se le ocurrió decir.

- Sí, claro.

Adora me tomó de la mano para detenerme.

La miré seria.

Ella me dirigió a su habitación, que era de las primeras del pasillo y cerró la puerta.
Caminé lejos de ella apenas entré.

- ¿Podemos hablar de ésto?

- ¿De qué vamos a hablar? ¡Aceptalo! ¡Nadie nunca me va a mirar como uno de ustedes!

- Ellos no vieron lo que pasó, si les explicamos...

- No van a entender, Adora. Ellos ven lo que quieren ver, ven lo que pueden usar para devolvernos a dónde vinimos. Nunca van a ver otra cosa.

- Yo lo hice.

- Es diferente. Tú estás-

La miré a los ojos y me detuve en seguida.

Adora frunció el ceño.

- ¿Estoy qué?

Negué con la cabeza.

- Olvídalo.

La rodee para ir a la puerta, era inútil hablar con ella sobre eso cuándo no tenía una voluntad propia.