Come on Eileen

11 0 0
                                    

25-6-22
Fuimos en coche hacia la casa. Me estuvieron preguntando cosas sobre España y sobre mí.

-¿Tu padre es torero?- Me preguntó.
-No, trabaja en el aeropuerto.- ¿Qué tipo de pregunta era esa? A pesar de que me hicieron una pregunta estúpida, conseguí disimular mi cara de horror.

-¿Bailas flamenco?- Mi cabeza iba a explotar, o sea ¿por qué? No puedo expresar mi ansiedad y frustración en ese momento.

-No, no. Yo juego al balonmano.

Pasamos por lugares preciosos, llenos de verde. Íbamos por un camino de tierra porque ya nos habíamos desviado de la carretera.

Sabía que iba a vivir a las afueras, pero esto era pasarse. Mi casa estaba en medio del campo, había un sendero que conducía a un bosque y unas escaleras que daban a la playa. Resulta que era una granja. Los alrededores estaban llenos de vacas, ovejas y cabras.

Parecía el sitio perfecto para pasar un fin de semana relajante desconectada de todo. La casa parecía que estaba enterrada en plantas ya que la hiedra trepaba por las paredes exteriores de la casa abundantemente. El área que ocupaba la casa estaba marcada por una valla de madera, también cubierta de plantas y flores y el amplio jardín era todo verde con detalles de colores, las flores.

Antes de que pudiera avanzar un metro dentro de la parcela, una pequeña bestia se me echó encima. Se trataba de un cachorro de boyero de Berna. Era la cosa más mona que había visto en mi vida.

-¡Cookie!, déjala.

-No te preocupes, me encanta.

Cookie empezó a jugar con Kimberly y me enseñaron toda la casa.

Mi habitación era genial, tenía baño propio y cama doble, era muy cómoda. Parecía la habitación de una casa rural. 

-Aquí te dejo las toallas para que te duches cuando quieras. Y aquí puedes echar tu ropa para lavarla. 

-Perfecto.- Respondí a Maya algo incómoda, aun. 

-Ah, y tenemos una bici de sobra así que cuando quieras puedes coger la bici y salir cuando quieras, solo avísanos antes. También, si quieres quedar con tus amigos en el pueblo, te llevo sin problemas.

-Muchísimas gracias, puede que mañana, si no hacemos nada en especial, salga a dar un paseo con la bici por el sendero de atrás. 

-Claro, pero te recomiendo aprovechar que hoy hace bueno, aun que no te adentres en el bosque. 

-Vale pues en cuanto salga te aviso y exploro un poco.

Deshice la maleta cuidadosamente, como me gustaba hacer las cosas, y me di una ducha rápida mientras escuchaba mi lista de los 80s.

Abrí el agua y estaba como un témpano. Al cabo de 10 minutos el agua se calentó. Cuándo salí, me cepillé el pelo y como hacía frío, me lo sequé. Fíjate el frío que estaba pasando si odio usar el secador.

Antes de irme cenamos a las 6. Para mí fue como una merienda porque yo suelo cenar a las 21:30, aproximadamente. 

Cenamos Roast Beef con patatas hechas en el horno, pequeñas mazorcas de maíz y zanahoria. No me entusiasmaba el maíz pero decidí no decir nada porque tampoco lo detestaba tanto como para no comérmelo. 

Cuándo por fin terminé de cenar, ayudé a recoger la mesa y cogí la bici y como me indicó Maya, cogí a cookie y le puse en la cesta de la bici para pasearle.

-¡Espera!- Oí una voz en mi espalda justo cuando iba a salir. -Mañana Kimberly te enseñará el camino a la academia y el lunes irás por allí, entre semana tengo que ir a Courtwn a trabajar muy temprano, y te tienes que preparar la comida, puedes coger lo que quieras.

Cuando quise irme ya eran las siete y decidí continuar con el plan. Disfruté el camino cada segundo que pasaba. Veía la playa y el campo verde y cuando ya eran las siete y media decidí parar para que cookie anduviera un poco e hiciese sus necesidades. Parecía sediento así que apoyé la bici en un poste de madera y bajamos a la playa haciéndonos camino entre las plantas. Cookie bebió de un charco de lluvia que se había quedado entre la vegetación y continuamos el sendero a pie. 

Cookie se paró frente a la entrada del bosque, no entendía por qué, pero entonces recordé las palabras de Maya antes de que saliera: "No entres en el bosque si ya ha anochecido, es peligroso". Miré al cielo, estaba a punto de caer el sol. 

Antes de darme la vuelta, observé que había una casa en el bosque. Recorrí un tramo y paré de nuevo en la playa para admirar el atardecer. Me senté en la arena e hice fotos mientras disfrutaba del momento. Esta vez terminé mi excursión montada en la bici porque empezaba a hacer más frío. Ya era de noche y he de admitir que daba un poco de miedo ir por ahí sola. Cuando me quedaban 5 minutos para llegar mi móvil empezó a vibrar y, muy a mi pesar paré, en la pantalla de mi móvil apareció el nombre de Maya. 

-¿Dónde estás?

-Me quedan unos 5 minutos para llegar, es que cookie ha querido beber agua y nos ha costado encontrar un charco. 

-Está bien, aquí te espero.- Colgó el teléfono y antes de bloquear la pantalla, vi que ya eran las ocho.

Al fin llegué a casa pero al salir del garaje para dejar la bici, vi una hoguera en la playa y vi a Kimberly fumando un vaper y hablando con una chica, que también vapeaba. De pronto vi como se acercaban y se besaban. Me fui corriendo con Cookie entre los brazos a la puerta principal, para darles intimidad.

Entré a casa y Maya anunció que se iba a la cama. Así que yo hice lo mismo pero me puse a leer. Supongo que Jenn ya estaba en la cama, allí se acuestan muy pronto. 

El camino hacia el amorWhere stories live. Discover now