16. ¡Amber! ¡No, por favor!

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―¿Y? ―insinuando a que siguiera.

―Y ahora tengo un averno por el cuál luchar, por el cuál cuidar y por el cuál sobrevivir ―finalicé.

Caleb me miró con ternura y me abrazó por los hombros para luego devolver su mirada por la ventana la cuál estaba espiando.

En eso oímos la voz de Dorian llegar.

―Les avisé estarán aquí cuanto antes.

Espero que todo salga bien.

Finalmente la noche llegó, la luna está más llena que nunca, las aves se escondieron y los demonios salen a la caza.

―Toma ―me lanzó unas ropas a la cabeza.

La miré confundida.

―Si vas a ser una reina debes estar como tal, vas a marcar historia, humana.

Sheryl prácticamente me ordenó que me coloque unas ropas de cuero que se usaba en la realeza del inframundo.

Un corset, una armadura que solo se usaba en ambos hombros, una capa que tenía negro por fuera y verde esmeralda por dentro, pantalón y botas que podrían llegarme cerca de mis rodillas.

―¿De dónde sacaste todo esto?

―Le pedí de favor a Dorian y estuvo de acuerdo.

―Seguro que te verás muy ruda ―se unió Chandler a la conversación.

―Tú tampoco te me escapas ―le lanzó lo mismo que a mi ―Después de todo eres el lacayo de la futura reina ―se burló para después irse a sentar con Dorian.

―¡Soy su amigo no lacayo! ―le dijo enojado a lo que le sacó el dedo de en medio ―Rubia tarada ―susurró resoplando.

―Tengo unos súper oídos, gran idiota.

Dejando el tema ahí, me puse todo eso. Me veía como si habría salido de alguna película de época.

―Estas hermosa ―sonreí ante su cumplido.

―Te amo ―le dije haciéndoseme un nudo en la garganta.

―Juro que te voy a proteger ―su rostro frío y sin expresiones hizo que no pueda más para abrazarlo.

―Te amo ―volví a repetirlo.

―Yo más que a nada, quiero que sepas que si las cosas no salen bien..

―Ni lo digas, solo piensa que seguiremos estando juntos después de esto y que volveremos a ser los hermanos unidos como antes, por favor, promételo ―sentí que mis ojos se querían volver a humedecer.

―¿No lo sabes?

―¿Qué?

―Desde que iniciamos esta aventura de destruir a mi padre, somos más unidos mi pequeña Everglot ―después de tanto tiempo, después de muchos años y de la muerte de nuestros padres, pude volver a ver la sonrisa de Seth.

―¡Chicos! ―Caleb nos llamó agachado desde la ventana.

Todos nos unimos a él y lo poco que se veía la gente recopiló madera haciéndola como una torre, a lo que uno de los pueblerinos lanzó una botella con tela encendida haciendo que toda esa madera se encienda en grandes llamas.

―¡Estamos jodidos! ―exclamó mi mejor amigo desesperado.

―Sabemos claramente lo que Thomas pretende, que eso no te intimide ―le di valor.

―¿En que tiempo llegan los demás?

―Si quiera en unos cinco minutos ―Dorian empezó arreglar su arma que constaba en una ballesta.

Josephine Everglot © |Libro 1|Where stories live. Discover now