ChanYeol despertó con la boca llena de pelos. Tosiendo, empujó a la cosa infractora y frunció el ceño hacia ella.
Era un gato. Un gordo y feo gato color jengibre. Por lo visto, se había meado en su cama.
Agarrando al gato y haciéndolo maullar en protesta, ChanYeol se dirigió hacia la habitación frente a la suya.
La puerta estaba abierta, lo que explicaba cómo el gato había salido, pero después de los últimos días, ChanYeol no estaba de humor para ser comprensivo. Empujó la puerta abierta y cruzó de un tranco hasta la cama.
El ocupante de la cama ni siquiera se movió. LuHan estaba durmiendo tranquilamente sobre su estómago, sus labios un poco flojos mientras roncaba suavemente. La vista disparó una nueva oleada de inquietud y cólera.
La mirada de ChanYeol viajó desde el ondulado y renegrido pelo, bajando por la curva de la espalda desnuda de LuHan, a los hoyuelos gemelos por encima de la generosa elevación de su culo vestido con un pantalón de pijama. Para un modelo, el tipo realmente tenía un gran jodido culo.
—Mantén a tu estúpido gato en tu propia habitación.
LuHan no se movió, apenas murmuró algo con voz somnolienta.
—Despierta —ChanYeol puso sus dedos alrededor de un tobillo delgado y apretó. Duro.
Sin reacción.
Miró el culo de LuHan. Le picaba la mano. No, golpearlo sería demasiado gay.
ChanYeol movió su mirada hacia el gato en su mano, contemplativo. La cosa fea le regresaba la mirada.
ChanYeol sonrió y lo tiró en la parte superior del cabello de LuHan. El gato maulló.
—¿Qué...? —gruñó LuHan, rodando sobre su espalda y frotándose los ojos. Acunó al animal asustado contra su pecho desnudo y miró somnoliento a ChanYeol—. ¿Tienes que ser un idiota con animales inocentes, también?
—Ese animal inocente se meó en mi cama.
LuHan palmeó al gato en la cabeza, sonriendo.
—Mala chica, Hermione. Tú debías haber meado en su cara tonta.
ChanYeol resopló.
—¿Hermione? Pensé que no podrías caer más bajo. ¿Qué hombre adulto llama a su gato como un personaje de un libro infantil?
LuHan sonrió, muy dulcemente.
—¡Oh, eres un fan, también! ¿Cuál es tu favorito de la serie de Harry Potter?
ChanYeol le dio una mirada inexpresiva. ¿Este chico pensaba que era gracioso?
—Esta debe ser la Sala de los Menesteres*, porque eres exactamente lo que necesito —dijo LuHan, viéndose estúpidamente satisfecho de sí mismo—. Espera, sé algo mejor. Déjame pensar...
—Por favor, no —dijo ChanYeol—. Te vas a hacer daño.
LuHan no pareció perturbado. Su mirada pasó a lucir sus párpados pesados cuando se apoyó contra las almohadas y murmuró, mirando a ChanYeol,
—Debo estar bajo la maldición Imperius, porque me gustaría hacer algo por ti.
—Eso fue terrible —dijo ChanYeol, cruzando los brazos sobre su pecho desnudo.
—¿Lo fue? Tengo una diferente —Los ojos oscuros de LuHan permanecían sobre los brazos de ChanYeol—. Puedo ser tu elfo doméstico —dijo—. Haré lo que necesitas, y no necesito nada de ropa, Maestro.
