𝑭𝒖𝒆𝒈𝒐 𝒃𝒍𝒂𝒏𝒄𝒐 (𝑨𝒄𝒆 𝒙 𝑶𝒄)

Capítulo 36

Tan pronto como llegaron al barco, Lena informó de todo lo sucedido a Marco y a Barba blanca. Desde lo del barril hasta lo del aldeano.

-No podemos perder el tiempo aquí por unos piratas así. Mañana en la madrugada partiremos hacia la cueva. -ordenó Barba blanca.

Así, la mañana siguiente los piratas de barba blanca se dirigieron a la cueva. Había un total de 3 divisiones, la de Lena estaba incluida. También estaba con ellos Marco.

-Es una pena que no tengan nada, quería tartas de cereza. -se quejó Teach.

-Y yo quería sake. -añadió la peliblanca.

-No os preocupéis, pronto dejaremos la isla-yoi.

Lena harta de estar en aquella isla, entró de una cuando vio la cueva, ni siquiera le importó hacer un plan o algo. Su división la seguía nerviosa. 

-Capitana, no deberías ir tan rápido. 

-Solo seguidme. -dijo malhumorada.

A su lado se encontraba Niki como siempre, eso incomodaba a Ace de manera increíble pero supongo que no podía hacer nada. 

-Lena es muy impaciente. ¿No crees? -preguntó la castaña al pecoso. 

Éste la miró con indiferencia y aceleró el paso.

-Solo haz lo que te digan. -susurró.

La división empezó a encontrarse con piratas de la Garra Negra pero los derrotaban muy fácilmente. 

Después de minutos caminando dentro de la cueva, encontraron un rincón donde había varias personas esposadas. Éstos lucían muy delgados y sin fuerza. 

-¿Qué es esto? -preguntó Violet. 

La incomodidad de Niki se hacía notar, intentaba esconder su nerviosismo pero su respiración solo iba es aumento. 

-Niki -habló la peliblanca haciendo que Niki le prestara atención. -tranquilo. 

-Le-ena -consiguió decir temblando. 

Todos veían lo que ocurría, eso no le gustaba a Lena, sabia que incomodaban a Niki. 

-Ace, seguid, nosotros libraremos a estas personas. 

-Está bien.. -contestó no muy contento por la idea de dejarlos solos.

Lena se acerca a Niki, quien parece visiblemente perturbado por lo que acaba de ver. Llevó su mano al hombro del joven para tranquilizarlo.

-Esto es horrible ¿verdad? 

-No puedo soportar esto.

-Lo sé, ¿pero recuerdas lo que te dije esa vez? No estás solo, Niki.

-Pero estas personas. -dijo dirigiendo su mirada hacia ellos, aún temblando.

-A partir de ahora tampoco estarán solas ¿de acuerdo? 

El azabache asintió con nerviosismo. La peliblanca se acercó a aquellas personas y les quitó las esposas una a una librándolos. 

Pasaron unos minutos hasta que la próxima división llegó a donde estaban ellos. Ordenó que llevaran las personas fuera de la cueva a un lugar seguro y ella se volvió a adentrar en la cueva junto con Niki que ya estaba más tranquilo. 

Ya no se encontraban con piratas, pues estos ya estaban abatidos, seguramente por su división. Llegaron al final de donde provenía mucho ruido. 

Los miembros de ambas tripulaciones se enfrentaban en diferentes puntos de la cueva. Pero estaba claro que esto ya lo tenían ganado. Si la Garra Negra ya tenía problemas con una sola división, estarán arruinados cuando lleguen las dos divisiones restantes.