CAPITULO 124

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Norma y Anja, siguieron las indicaciones que les dio Ancel, el día anterior, debían hacer todo lo posible para que Johann no se acerque a su casa, por nada del mundo. La sorpresa sería nula si la viera antes de tiempo. Ancel estaba ansioso por la boda, aunque intentaba actuar como si no le diera mucha importancia, Johann se daría cuenta de sus intenciones si lo veía demasiado emocionado. Johann lo conocía demasiado bien, ese omega era capaz de torturarlo hasta hacerlo hablar.

-Hermanito... - volver a escuchar la voz de Walter fue un alivio para Ancel, le costó mucho encontrar información sobre su hermano – Ancel se casa, Gian – se burló – Se ha convertido en un hombre serio.

-Walter, no hables así de tu hermano, por favor – Walter sonrió ante la queja de su esposo – Si les enseñas a ser irrespetuosos me enfadaré – miro a sus hijos – Ellos te imitan, debes ir con cuidado, llevamos horas aquí y ni siquiera lo has abrazado.

-Ladronzuelo – se quejó el alfa e intento besar su mejilla, Gian lo esquivo mosqueado, Walter se salía con la suya siempre que quería – No sé si mi hermano quiere, no voy a obligarlo.

Leo sujetaba la pierna de Gian con miedo, nunca había estado en aquella casa, era la primera vez que se alejaba tanto de Anstrol y su abuelito no sé encontraba con ellos, ya que debía cuidar la tienda de juguetes. Wilson miraba con curiosidad cada rincón, aquel hombre enfrente de él, tenía un olor parecido al de su padre y le daba confianza, pero nunca lo había visto.

-Walter... - Ancel se rascó la nuca con vergüenza, ya los había molestado suficiente diciéndoles que fuera a Econa – Puedo pedirte un favor – el alfa asintió – Siempre me imagine que sería el abuelo quien me llevaría al altar, aunque nunca tuve muy claro si iba a casarme.

-¿Qué quieres pedirme? Hermanito – Walter sentía un nudo en el corazón, Ancel lo miro avergonzado antes de seguir hablando, Gian miro a ambos con una gran sonrisa - ¿Quieres que sea tu padrino?

-Puedes negarte si no te apetece, Evie, la hermana de Johann se ha ofrecido a acompañarme – hablo con timidez – Johann ira de la mano de su madre, Norma y Greta llevará los anillos.

-Gian, menos mal que me recomendaste traer mi mejor traje – sonrió, no iba a admitirlo tan pronto, pero se moría de ganas de hacerlo – Debemos sacarlo de la maleta, no se vaya a arrugar.

-¿Vas a hacerlo? – el alfa asintió – Walter, muchas gracias, yo te lo recompensaré, te lo prometo.

Walter abrazó a Ancel cuando este bajo su cabeza, si veía llorar a su hermano él también lloraría, así que ocultaría su rostro en su pecho por un tiempo hasta que logrará calmarse. Wilson aplaudió cuando vio la escena, no sabía lo que pasaba, pero le parecía divertido y Leo escapo de los brazos tenaces de su padre, cuando quiso que abrace a Ancel. El pequeño se escondió detrás de Gian.

-Jaziel llegara está tarde, él va a quedarse junto a la señorita Naomi y el pequeño Cohem en la casa de Elke – Walter asintió – Siento que no lo puedas ver hasta mañana, pero tengo miedo de que Johann se dé cuenta.

-Esto parece una misión – bromeo Walter – Tenemos que infiltrarnos en la boda de mi hermano sin que su prometido se dé cuenta. Me recuerda a cuando fuimos a Drasalla, hermanito.

Ancel tuvo que volver a su casa para ayudar a Johann a preparar los últimos preparativos para la boda, después pensaría alguna manera para escaparse de nuevo. Le tendría que pedir ayudar a Greta en esta ocasión, la beta estaba dispuesta a mantener a Johann en casa todo el día, a cambio de que le dejará quedarse a dormir con Liam, algo a lo que Ancel se negó, alegando que era demasiado pequeña para esas cosas.

-Mi amor ¿Cómo has estado? – Johann le lanzó una mirada llena de curiosidad – Has estado bien, también estás nervioso por lo que va a ocurrir mañana – negó con la cabeza – Todo va a salir bien, será la boda más bonita de toda Econa.

Amor en la guerraWhere stories live. Discover now