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La novia de Jules tenía las llaves de su departamento, no se habían visto hace muchos meses, su nombre era Melissa.
Era alta, curva, rubia teñida, muy bronceada y era muy cansador tenerla 5 minutos al lado. Mel siempre había querido tener al 100% a Jules, formalizar con él era lo que había estado soñando pero nunca pensaba en él; únicamente quería hacerse famosa y creía que Julian era la solución.

Jules había estado trabajando, componiendo porque pasar ese momento con Tina le había renovado el alma en su totalidad, hasta que se escuchó la puerta de su departamento abriéndose.
Era Melissa

- Aww, "My Julesss" - Dijo ella apoyando unas compras en el piso, eran bolsas con ropa nueva. Y después se tiró casi encima de aquel vocalista. - Te extrañé mucho, mi amor.
- Hola. - Dijo él apartándose, sinceramente Melissa le parecía molesta, hace mucho no se veían pero no quería lastimarte al plantearle separarse, aunque ellos no eran nada realmente. Aquella tarde le parecía ideal para cortar con Melissa y luego salir a dar un pasear un rato con la chica que había salido la noche anterior.

Melissa se despegó de él, lo había sacado de la concentración en la que estaba hundido y eso lo molestaba demasiado; ella se había puesto a pasear en su apartamento como si fuera de ella.
Había estado así durante un rato hasta que se escucharon sus tacos caminando firme y rápidamente hacía quedarse en frente de él.

- ¡¿ME EXPLICAS QUE HICISTE AYER?! - Dijo ella con una mano atrás y la otra revoloteando en el aire.
Julian levantó la mirada desinteresado totalmente y sin soltar una palabra.
Ella le lanzó un brasier blanco con unos encajes negros, era pequeño aunque tenía copas.
- Es tuyo probablemente. - Respondió él tomando suavemente el brasier, sabía que no era de Melissa ya que era demasiado pequeño para ella.
- ¡JULIAN!, ¿¿¿NO TE DAS CUENTA??? ESO ES TALLE 85 DE BUSTO Y YO SOY 115. - Melissa empezó a armar un escándalo, Jules ya estaba acostumbrado. No por el hecho de que siempre daba vueltas con chicas, si no que, ella siempre armaba dramas en su máximo esplendor.
- ¡¡NO VOY A VOLVER NUNCA MÁS!! - Dijo Melissa mientras guardaba sus cosas en una pequeña maleta que habia dejado en la casa del vocalista.
Aquello le venía de maravilla a Julian. - NO TE VOY A DESTRUIR A VOS, LA VOY A DESTRUIR A ELLA.
NO IMPORTA QUIEN SEA, LA VOY A ENCONTRAR.
- Atrévete. Vas a tener que empezar a armar tu funeral ahora si la llegas a lastimar. - Dijo Julian sin pensar en lo que estaba diciendo.
- ¿CÓMO ESTÁS SEGURO DE LA QUIERES? SI SEGURO ES UNA MÁS DE TUS ARRASTRADAS. - Dijo Melissa y cerró la puerta.

Lo último que dijo ella antes de largarse hizo que él se ponga a pensar bien las cosas, él la había conocido hace poco y apenas sabía su nombre.
Jules tenía inspiración nueva gracias a la situación, había anotado una frase en un pequeño cuaderno.

Hug me, please.

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Julian a los 3 días de lo que pasó fue a visitarla al café en donde ella trabajaba, siempre antes de cerrar porque no recurría gente y podían salir un rato si es que podían.
Aunque esta vez estaba Gwen, el hermano de Tona, al mostrador.

- Hola, ¿Qué puedo ofrecerle? - Dijo el chico alto del mostrador, intentando su mejor esfuerzo al no intentar hablar alemán.
- Hola, disculpa... ¿Está Tina?... - Dijo Jules intentando ser discreto.
- Ah, claro! - Dijo Gwen, para que luego gritara algo inentendible en alemán.
Luego Tina salió lo más tranquila posible.
- El muchacho este te busca... - Dijo Gwen con una sonrisa de oreja a oreja. - Me alegra que no sea Nael.
Julian sintió un escalofrío al escuchar otra vez ese nombre, recordando lo que había pasado la última vez al leerlo en el teléfono de la chica.
- Oh, claro... mira Gwen, el es Julian. - Dijo poniéndose colorada.
- Perdón, Julian... me encantaría conocerte más pero me tengo que ir, fue un gusto conocerte. - Dijo mientras le daba la mano a Jules y se alejaba. - ¡Trata bien a Tina, te la encargo! HAHAHAH.

¿𝘌𝘴... 𝘳𝘦𝘢𝘭? - 𝘑𝘶𝘭𝘪𝘢𝘯 𝘊𝘢𝘴𝘢𝘣𝘭𝘢𝘯𝘤𝘢𝘴Where stories live. Discover now