CAPÍTULO 26 DE REGRESO

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Georgina
Estoy desesperada, apenas van cuatro días de una semana que pidió Fabián de permiso. Temo tanto perderlo, no soportaría vivir sin él, sin embargo, siento que lo estoy perdiendo, no sé qué sucede, pero desde que le dije que no quería adoptar lo siento distante y temo que siempre ya no quiera casarse conmigo.

Fabián
Estamos en el aeropuerto, hoy regresamos a casa, mis pequeños me acompañan y están felices, no saben cómo me siento yo, porque a ellos les sonrío, pero definitivamente en mi interior hay un tremendo caos, estoy a unas horas de conocer mi destino, de saber si continuo en el rancho como hasta ahora, o tendré que salir de ahí y despedirme para siempre de la mujer que amo y empezar una vida solo, con mis niños nada más.

Mateo está aquí, vino exclusivamente para hablar conmigo y ayudarme en el viaje, también está Elisa mi querida hermana, que jamás me deja, no le había comentado de esta situación, ni del porqué de mi viaje, pero en cuanto se lo dije, se apareció aquí junto con Mateo, ella se lo dijo a él, sé que no tienen secretos, uno con el otro y eso es bueno, es tan diferente de lo que sucede con Georgina y conmigo, ella no sabe abrirse con los demás, ni confiar, y yo soy igual, he vivido tanto tiempo solo o siendo rechazado por quienes me rodean, que no suelo relacionarme bien con los demás, es por eso que estamos ahora en esta situación tan difícil y por si fuera poco, cometí el tremendo error de no contarle a Georgina, sé que es otro punto en mi contra, pero fui un cobarde, lo acepto, no lo hice por no enfrentarme en ese momento a su rechazo, no quería adoptar a un niño y yo he adoptado a dos, y con eso le estoy dando una razón más para que me aleje de su vida.

Mateo ha hablado conmigo al respecto, y me dio ánimo para hablar con ella, aun así, no sé qué esperar.

_ Ella quizás no se explicó bien contigo. - me dijo Mateo la tarde anterior, cuando me invitó a tomarnos una copa, en el bar del hotel y aunque no bebo acepté, porque estaba desesperado y pensé que eso me calmaría. _ no es que ella no quiera adoptar, su mayor deseo es ser madre y amaría a un hijo, aunque no fuera de su sangre, lo que teme es que tú uses a esos niños solo para llenar el vacío que te deja el no poder ser padre, y que en realidad la consideres una mujer incompleta y sobre todo que no logres amarla tal como es. Su mayor temor es que tú le hayas mentido y no sea verdad que la amas incondicionalmente.

Yo lo miro sin comprender como es que está seguro de eso.

_ Mi hermana no está acostumbrada a expresar sus sentimientos debido a sus experiencias pasadas. - dijo al ver mi expresión. _ no se abre a menos de que la otra persona le dé la confianza.

_ Y yo no se la dí. - digo más para mí, que para él.

_ Los dos son iguales. - sonríe. _ y van a tener que trabajar en ello. - dice cómo si supiera que seguiremos juntos después de esto. Lo cual, aunque no lo crean me da esperanza. No importa cuanto tenga que esforzarme y cuanto tenga que cambiar. _ y para contestar la pregunta que no me has hecho, te informo que antes de venir hacia acá, hablé con ella, o mejor dicho ella me buscó, creo que soy su paño de lágrimas. - sonríe de nuevo. _ ella siente que tú la aceptaste porque no tenías la necesidad de tener hijos, porque ya eras padre y tenías a tus dos niños, pero cuando los perdiste, tu instinto paternal regresó y cree que quizás la rechaces.

_ Yo solo intentaba hacer que ella no se sintiera mal y que pudiera ser madre a través de alguien más, porque pensé que eso le ayudaría a sentir que lo era, aunque no fueran de su sangre. Yo, aun cuando me quedé sin mis hijos, no pido más, si ella no me los puede dar. Y estos dos pequeños que tengo ahora, los tengo no porque los haya buscado, si no, porque no los puedo dejar solos, además, los amo y no los dejaría a su suerte, no lo merecen.

_ Si crees que ella los va a rechazar, estás muy equivocado, te dije, ella es como tú y si tú los aceptaste, ella también lo hará, lo único que tienen que hacer es hablar.

_ Lo haré, lo prometo, nada me haría más feliz que ella me perdone y me acepte, no solo a mí, sino a mis hijos.

_ No lo dudes. - dijo convencido.

Georgina.
Voy de regreso al rancho con Mateo y Elisa. Estos días me he estado quedando en su casa, aun cuando ellos salieron de viaje, solo fue de un día para otro, pero yo me quedé ahí.

_ Fabián ya regreso al rancho. - dijo mi hermano. _ nosotros vamos para allá y creo que deberías de venir con nosotros, ya es hora de que hablen.

Yo miré a Elisa y ella asintió. Habíamos estado hablando mucho estos días y me había tranquilizado mucho.

_ Mi hermano no te mentiría respecto a sus sentimientos. Me había dicho días antes cuando recién llegué a su casa y me sinceré ante ella. _ si él te dijo que te amaba y que no le importaba que no le pudieras dar hijos, es porque es verdad.

_ Pero lo dijo cuándo sus niños estaban con vida.

_ Me apena decirlo, pero la verdad es que era como si no los tuviera, ellos no lo querían y no le dieron la oportunidad de ser un verdadero padre. Estoy segura de que, si él te propuso adoptar, fue por ti, porque creyó que te haría feliz. Esta mal que yo lo diga porque soy su hermana, pero Fabián es un gran hombre, el mejor diría yo, después de tu hermano, claro. - sonrió y me hizo sonreír. _ dale una oportunidad, te aseguro que no te arrepentirás.

_ ¿De verdad crees que me amará siempre, y que nunca se arrepentirá de que no le pueda dar un hijo suyo?

_ No puedo hablar por él, pero el hermano que yo conozco, sé que no se arrepentirá y sé que te amará, porque el ama con el corazón. Solo aclaren las cosas y no te guardes nada, se cómo eres tú, porque tú hermano siempre habla de ti, y sé cómo es mi hermano porque solo nos hemos tenido uno al otro y sé que, si los dos confían y deciden no ocultarse nada, y hablar cada uno desde su corazón, se darán cuenta de cuanto se parecen y de cuánto tienen en común y estoy segura de que lograrán formar un hogar sólido, fuerte, a prueba de todo y de todos.

Esas habían sido sus palabras, y había llegado el momento, nos dirigíamos hacia el rancho.

Por fin hablaríamos y aclararíamos todo mal entendido. Mentiría si dijera que no lo necesitaba, sin él me sentía perdida, como hacía mucho no lo estaba.

Mateo
Nos acercamos al rancho de mis padres, Fabián está ahí desde la mañana, ahorita está a punto de oscurecer, hace rato en una parada que hicimos me comunique con él para darle la hora aproximada de nuestra llegada, no hay nada que anhele tanto en estos momentos, que ellos se reconcilien y que de verdad se entiendan y puedan estar juntos. A mí hermanita la adoro y quiero lo mejor para ella y sé que él es lo mejor. ¿Y él? Mis respetos para él, es un gran luchador y vaya que, si la vida lo ha tratado mal, pero ha salido adelante, ha sobrevivido y sigue luchando, no solo por él, también por los demás y eso me hace respetarlo aún más.

La verdad es que no me extrañó cuando Math acudió a mí y me contó todos sus planes en donde lo incluía a él, claro que entonces ni él, ni yo sabíamos que su muerte estaba tan próxima, pero de verdad me complació poder ayudarlo. Por Fabián lo que sea.

UNA LUZ EN MI OSCURIDAD/No. 2 De La Serie: HERMANOSWhere stories live. Discover now