LIRIO ―PABLO GAVI, PEDRI GONZÁLEZ

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"Rocas al mar"

---Disfrutó tanto estar contigo ---dije recostandome en su hombro, el sonrió mirando al frente.

Hace ya un rato habíamos llegado al lugar del que tanto me habló, el final de la isla era precioso. El agua daba un espejismo lindísimo pero aterrador, no me gustaría caerme de dónde estábamos .

---¿Es muy profundo? ---pregunte separándome para poder ver mejor.

---Como no tienes idea ---respondio poniéndose de pie y tomando una piedra, se puso a mi lado y se asomo.

---¿La vas a lanzar? ---pregunte mirándolo, el asintio sin borrar su sonrisa.

---Esta piedra siempre se mantendrá en el fondo, nadie la podrá sacar de ahí dentro... Siempre en la misma posición, rodeada de belleza marina ---no entendí lo que quiso decir, sin embargo asentí---El último momento que quedará reflejado en ella será el nuestro, será la última vez que vera la luz del sol.

Me tomo por las mejillas besándome con delicadeza, se lo devolví gustosa rodeando su cuello con mis manos.

---¿Era para que la piedrita se llevará un bonito último momento? ---pregunte con una sonrisa al ver cómo la lanzaba.

---Por supuesto ---respondio volviendo a besarme, esta vez fue un beso corto---Pasará una eternidad ahí dentro, pero nos recordara como dos personas que se amaban.

---¿Que se amaban?

---Que se amaban... Cuando alguien la logré sacar de ahí nosotros ni siquiera estaremos vivos ---dijo con burla, le di un golpesito para que dejara de reír.

---Nadie la va a sacar ---me volví a sentar, el se sentó a mi lado pasándome una de sus manos por mi cabello acomodándolo.

---Eso sería mejor...

Suspiré y el me apegó más a su cuerpo, la tranquilidad que me daba era increíble.

---Me gusta estar contigo, contigo me siento bien ---sonreí sin pensar.

El no respondió y me miró, pude notar un brillo en sus ojos que no veía hace mucho.

---Me vuelves loco Lirio, en ningún momento dejaste de hacerlo ---dijo soltando un suspiro.

Al acabar de decir aquello me beso, en un breve momento pasamos de estar sentados uno al lado del otro a el estar sobre mi.

Acariciaba mi cuello y cabello con sus dedos mientras yo rodeaba su torso con mis manos, no sabía lo mucho que necesitaba estar así con el hasta hoy.

---Acaba conmigo, pero besame ---pidio volviendo a unir nuestros labios.

No necesitaba que el me lo pidiera, lo que más anhelaba era poder besarlo en este preciso momento.

---No sabes lo mucho que había deseado estar así contigo ---murmuró sonriendo.

---Pues tu no sabes lo que yo estoy deseando ahora ---respondí separándome de el, Pedri elevó una de sus cejas con una sonrisa coqueta.

---¿Que es lo que deseas? ---pregunto volviendo a acercarse a mi con la intención de volverme a besar.

---Ahora tengo hambre ---me puse de pie con cuidado de no caer.

Pedri me tomo de las manos rápido para evitar que deslizara por el fino lugar en el que estábamos, fue muy suicida de nuestra parte el venir aquí.

---Pues vamos a comer algo, después podemos ir a la playa ---sugirío con emoción.

---Pero está haciendo frío, además no he traído abrigos ---dije al estar abajo, la casa se empezaba a ver después de un rato de caminar.

---Te doy uno de los míos ---musíto abriendo la puerta y dejándome pasar primero.

El camino hasta su habitación y regreso con un grueso abrigo negro, me lo ofreció y rápio me lo puse.

---Si estás lista vámonos ---dijo volviendo a abrir la puerta, camine hasta el rodeando su torso y hundiendo mi rostro en el.

---Te ves preciosa ---me dió un besito en la frente, Pedri solía ser muy cariñoso y eso era algo que amaba.

Pronto llegamos a un comedor, el pidió por ambos algo que según el amaría.

Un hombre se acercó a nosotros con un plato repleto de diferentes mariscos y ensaladas, pude sentir el olor a alcohol que desprendían los camarones.

---Te recuerdo que soy menor de edad ---dije mirándolo fijamente, agarre un par de cubiertos y tome uno llevándolo a mi boca.

---¿Que te parece? ---pregunto ofreciéndome un vaso con agua.

---No está mal, pero papá te matará si se entera que estoy comiendo comida con alcohol ---dije con burla, el plato era gigante y realmente dudaba que lo terminaramos.

---Y eso que no has probado el que prepara mi padre ---sonrió elevando ambas cejas.

---¿Por qué no fuimos con tu padre entonces? ---pregunte llevando otro marisco a mi boca, estaban riquísimos.

---¿Querías acabar borracha?

---¿Habría valido la pena? ---pregunte mirándolo, el asintio un par de veces sin borrar su sonrisa---Entonces habría tomado el riesgo.

---Pues entonces tú padre si me hubiese matado ---miro el plato dándose cuenta de lo mucho que había comido---Tenías mucha hambre.

---Como no tienes idea ---sonreí bajando la mirada.

Sofía y Jimena siempre decían que comía muy poco, pero la verdad es que no era así, simplemente me daba vergüenza comer frente a ellas.

---¿Quieres más jugo? ---pregunto señalando mi vaso, yo negué enseguida.

Con Pedri no era así, con el podía comerme un gran plato sin vergüenza alguna.

---Le has caído bien a mamá, dice que si algún día decido dejarte ir otra vez le será difícil volver a verme ---dijo riendo, imite su acción empezando a reír junto a el.

---¿Es porque le ayude a fregar los platos está mañana? ---pregunte al parar de reír

---Es muy probable, pero se le ha metido a la cabeza que quiere que me case. Sabe que eres joven pero también sabe lo mucho que te quiero, soy capaz de esperar una vida por ti ---tomo mis manos dejando un beso en ellas.

No supe que decir al respecto, aún no pensaba en casarme pero si que me gustaría hacerlo en un futuro. Me hacía ilusión el poder ver crecer a alguien sangre de mi sangre con el hombre al que amo.

---¿Ya pensaste que estudiaras? ---pregunto cambiando el tema, negué recostandome en mi lugar.

---No todavía, pero ya habrá tiempo de pensarlo.

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