LIRIO ―PABLO GAVI, PEDRI GONZÁLEZ

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La visita a la abuela.

Había pasado una semana desde que Lirio había llegado a España, el país la había recibido de lo mejor y eso era algo que la ponía contenta.

Estos últimos días había estado manteniendo comunicación con Pedri, quién se había convertido en su amigo. Hoy había acordado salir a casa de su abuela con su madre y hermana, no sabía que ponerse o que era lo indicado para la ocasión.

---Todo se te ve precioso ---sonrio su madre mientras le mostraba un pantalón color piel---Pero este se te verá divino.

Ella lo tomó y lo examinó, también pensaba lo mismo.

---Te espero abajo, Pablo vendrá con nosotras tu hermana lo invito ---dijo desde la puerta, ella solo asintió sin darle importancia.

Después de ponerse la ropa se arregló el cabello, se lo dejo suelto ya que le gustaba como se le veía así. Antes de bajar se miró una vez más al espejo y suspiro.

---Te dije que te verías linda ---fue lo primero que su madre dijo al verla.

Pablo la miró de pies a cabeza tratando de ser discreto, pero tan asombrado lo había dejado la chica que le fue imposible.

---Buen día ---Lirio sonrió en su dirección, eso hizo que el entrará de nuevo en si.

---Buen día ---respondió con algo de torpeza, ella se colocó a su lado a esperar que su hermana por fin bajara.

---¡Alicia debes darte prisa! ---grito su madre provocando la risa de los dos chicos.

Pablo quería hablarle, sentía la profunda necesidad de hacerlo pero no sabía cómo.

Lirio al verlo tan nervioso le dio un toque en el hombro, sin saber que ella era la causante de su nerviosismo.

---Tranquilo, seguro a mi hermana le hará feliz el verte ---trato de ayudarle.

El muchacho asintió mientras la miraba a los ojos, ella era tan distinta a Alicia que incluso dudo en si coincidían en la sangre.

---¡Estoy lista, vámonos! ---por fin bajo, ella traía una camiseta negra y unos shorts largos.

---¿Te tardaste tanto y ni siquiera arreglaste tu cabello? ---preguntó su madre negando.

Alicia se encogió de hombros y corrió hasta Pablo dándole un beso, el chico se hizo a un lado avergonzado. El prefería darle muestras de afecto en privado.

---Ven Lirio, ayudame en esto ---ella asintió y le ayudo a cargar unos platos que seguro contenían algo para su abuela.

---Nos adelantaremos ---dijo la rubia teñida arrastrando a su novio con ella.

Fátima le dio una ligera mirada a Lirio que luego acompañó con una sonrisa, extrañaba a la niña que se había ido con tan solo ocho años de casa.

---¿Como la pasaste en todo este tiempo? ---trato de preguntarle, desde que ella había regresado quería hacerle dicha pregunta.

Lirio levantó su mirada sin saber que responder, no sabía muy bien como explicarle lo bueno que había sido Brasil con ella.

---La he pasado bastante bien, pasaba la mayor parte del tiempo con papá y los abuelos ---respondió caminando junto a su madre en dirección a la salida---Papá siempre me llevaba de visita a distintos lugares, nuestro lugar favorito era la playa.