Capítulo 1.

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Voy corriendo calle abajo camino del instituto. No me puedo creer que sea el primer día y ya esté llegando tarde. Es decir, que yo llegue tarde, es completamente normal. Pero el primer día suelo llegar temprano, por lo menos para enterarme de cual es mi clase, y quienes son mis nuevos compañeros y profesores. Pero al parecer hoy el destino ha querido jugarme una mala pasada. ¡Venga ya, no me he portado tan mal este verano! ¡Me merezco poder llegar a tiempo! ¡Solo hoy! Empiezo a correr un poco más deprisa, todo lo que mis piernas me permiten. Y consigo ver el edificio en el que pasaré mis mañanas hasta dentro de nueve meses. Quiero que sea verano ya. Sí, otra vez. Pero ya. Entro al gran edificio y veo que todo el mundo sigue aquí, eso quiere decir que los profesores aún no han nombrado a los alumnos, ni las clases, ni nada... menos mal.



- ¡Megan! -Mi gran amiga Sophia se acercaba a mi corriendo. -¿Dónde has estado este verano? ¡No me contestaste apenas llamadas desde el último mes! ¡Te mataré! -Sí, bueno, ella siempre es así.

- Soph, relájate, tampoco hace tanto que no hablamos. Además, todos los días nos mandábamos mensajes.

- ¡No es lo mismo! -Me reprochó.

- ¡Si es lo mismo! -Se quedó callada y de pronto volvió a hablar.

- ¿Te has enterado del chico nuevo que estará en nuestro curso este año?

- Sinceramente, me importa muy poco si hay alguien nuevo.

- Está muy bueno.

- Bien por él.

- Recuérdame por qué tú y yo somos amigas, ¡siempre estás de mal humor!

- Pues si no lo sabes tú...

- ¡Oh mierda, Megan, es él, el chico nuevo! -Sophia me daba golpes en el brazo, y para que parase miré al chico que supuestamente era tan guapo.



Me sorprendí cuando vi que el chico era guapo de verdad. Es decir, ¡a Sophia le parecen guapos todos! Me quedé observando al chico un poco más. Tenía el pelo negro, unos ojos azules que se distinguían perfectamente desde aquí y estaba serio. No tenía ningún tipo de expresión en su rostro. De pronto, mira hacia mi dirección y me mira directamente a los ojos. No puedo sostenerle la mirada y la aparto bruscamente, no me puedo creer que tuviese una mirada tan profunda...



- ¿¡Has visto eso!? ¡Ha mirado aquí, justo aquí, te ha mirado a ti! -Mi amiga pegaba grititos innecesarios e irritantes. ¡Es un chico, ni que fuese Logan Lerman el chico que me acabase de mirar! En ese caso, estaría medio muerta en el suelo. Al menos moriría feliz.

- Soph, por favor, relájate. Es solo un chico.

- ¿Sólo un chico? ¿Estás segura de que lo has visto bien? Es simplemente perfecto. -Soltaba suspiros y noté que esta chica estaba en la fase 1 del enamoramiento. Iba a contestarle cuando las voces de los profesores hicieron que todos nos callásemos de golpe.

- Bienvenidos , alumnos y alumnas... Un año más estamos aquí para empezar un curso en el que espero que deis menos problemas que años anteriores, y que, bueno, es vuestro último año aquí, estudiad y aplicaos. Bien, empezaremos a nombrar las diferentes clases, con sus respectivos alumnos y el profesor responsable de esa clase para este curso.

- ¡Quiero que nos toque juntas, y con el chico nuevo!

- Yo quiero que te calles que no escucho.

- Amargada... -La miré mal y volví a poner atención a la profesora que estaba diciendo quien estaba en cada clase. Empezó con la clase A, y nada. Siguió la B, y cuando pensé que ya no estaría ahí, dijo tres últimos nombres seguidos.

- Sophia Miller, Megan Mitchell y Austin Green. -Mierda, y más mierda. ¿Quién coño es Austin Green? A Sophia parece habérsele ido todo el color de la cara, que pálida está, ¿qué le pasa a esta ahora?

- Hey, Soph, ¿qué te pasa?

- Austin está en nuestra clase.

- ¿Quién es Austin?

- El chico nuevo.

- ¿Qué? Imposible.

- ¿Qué tiene de malo?

- ¿Qué tiene de bueno?

- Touché.

- Bueno, todos los que habéis sido nombrados ya, id a vuestras correspondientes clases. -La voz de la profesora hizo que dejáramos nuestra ''pelea'' y empezásemos a subir escaleras.



Pensaba que ya había mencionado lo de que estaba en último curso. Este año y podré salir de aquí. También, dentro de un par de meses, cumpliré los dieciocho. Supongo que me iré a vivir sola, o si tengo mala suerte, me iré a vivir con Soph. ¡Es mi mejor amiga! Pero vivir juntas sería una pesadilla, teniendo en cuenta lo simpática que es, y lo malhumorada que soy.

Entramos a nuestra nueva clase y he de reconocer que es más amplia que la del año pasado. Pero hay un problema. Uno demasiado grave para mi persona, y es que, los asientos, están puestos por parejas. Y no quiero una dichosa compañera, o dichoso compañero, sea lo que sea. ¡Quiero sentarme yo sola! Puta vida, ¿qué te he hecho yo para merecer esto? Me senté a regañadientes al lado de Soph, no quiero tener una compañera. ¡Me gusta estar sola! Así no me podré concentrar y Soph se pasará toda la hora diciendo lo guapo que es el chico nuevo y bla bla bla... ¡Voy a sufrir, lo estoy viendo!

- Buenos días clase, yo seré vuestra tutora este curso, espero que podamos sacar provecho a vuestro último año aquí y que nos llevemos bien para así acabar bien el curso. Eso sí, tenéis que perdonarme pero no me gusta la distribución de la clase. -Ole, ya verás que esta mujer pone las mesas individuales, si lo hace, la amaré. -Me gustaría que estuviéseis sentados chicos y chicas. No chicas con chicas, y chicos con chicos. Así que a continuación diré la pareja que tendréis. - No, no, no y no. La odio. Y parecía maja, la gilipollas. La odio. -Megan Mitchell y Austin Green.



Bien, seas quien seas, querida persona que quiere joderme el día de hoy, por favor, relájate. Estás pasándote ya. Me has hecho llegar casi tarde, me ha tocado una clase que no me gusta, estamos sentados por parejas y por si fuera poco, ahora mi pareja es Austin Green. El chico nuevo que me está mirando con una cara que no entiendo para nada. Me mira con ¿curiosidad? Que chico más raro...



Se sienta a mi lado y me observa detenidamente, ni si quiera le devuelvo la mirada, pero sé que está mirándome porque puedo verlo desde el rabillo del ojo. Y sinceramente, no me gusta que me miren, y él no va a ser menos.



- ¿Se te ha perdido algo en mi cara?

- No.

- ¿Y entonces qué miras tanto?

- Es que aún no me creo que me hayan sentado a mi, -dijo señalándose como si fuese el Dios del mundo. -contigo que bueno... no eres gran cosa. -Juro que tengo ganas de plantarle el puño en su asquerosa cara, pero controlaré el impulso. Al menos hasta que salgamos de clase, no quiero problemas el primer día.



Oh Austin, querido, no sabes quien es Megan Mitchell, y no creo que te guste descubrirlo...



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Bueno, pues ya conocéis un poco a Megan y a Austin, ¿qué pasará entre ellos durante toda la historia? ¡Votar y comentar si os gusta el capítulo! :)

Serás mía.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora