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Capítulo 89 - Negativa.

"¿Qué quiere decir exactamente con el director Erwin? Por favor, vaya directo al grano", exigió Gustav con una expresión irritada.

El director Erwin sonrió irónicamente y continuó hablando: "Casi no tenemos ningún buen estudiante que pueda representarnos, así que esperamos que pueda tomar en cuenta a nuestra querida escuela y ser el estudiante principal que representa a la Academia Echelon para el intercambio de conocimientos".

Gustav miró fijamente al director, luego al subdirector antes de volver a mirar al director.

"¿Por qué debería representar a la escuela? Después de todo, soy una basura inútil", preguntó Gustav con una mirada de confusión.

"No eres basura Gustav, todos sabemos que ninguno de los otros estudiantes es académicamente tan brillante como tú... Por favor, no dejes que el nombre de nuestra escuela sea arrastrado al lodo durante el intercambio de conocimientos, necesitamos mantener nuestro prestigio. Las otras escuelas no nos dejarán escuchar el final si nuestra escuela es la última. No dudarán en burlarse de nosotros, así que le imploramos que represente a la escuela ", propuso el director Erwin una vez más después de una larga explicación. .

Gustav lo miró fijamente durante varios segundos con cara de póquer, lo que provocó que el ambiente se volviera incómodo.

"¡No! Soy basura", Gustav lo rechazó y se dio la vuelta para irse.

"Esta basura estropeará aún más tu gloriosa escuela, así que deberías elegir a uno de esos estudiantes que no son considerados basura", Gustav comenzó a alejarse después de decir eso.

"Espera", le gritó el director Erwin.

Gustav detuvo sus pasos y giró la cabeza para mirarlo.

"¿Qué puedo hacer para que representes a la escuela? ¿Hay algo que quieras?" preguntó el director Erwin.

Gustav sonrió internamente, 'Tantas cosas... Tristemente mis manos están atadas aquí', recordó algo mientras hablaba internamente.

"No estoy interesado", respondió y se dio la vuelta para irse.

El director quiso llamarlo de nuevo pero Gustav ya había desaparecido en la distancia después de caminar a un ritmo muy rápido.

El subdirector tenía una mirada de disgusto en su rostro.

"¿No podemos simplemente forzarlo?" El subdirector Mark propuso.

"Me temo que ni siquiera podemos ponerle un dedo encima", dijo el director Erwin con expresión derrotada.

"¿Qué hacemos ahora director Erwin?" preguntó el subdirector Mark.

"No tenemos más remedio que elegir de la larga lista de mestizos que vinieron con nosotros... Elijamos a aquellos que no tienen muy malas calificaciones en otras materias", suspiró el director Erwin después de terminar de hablar.

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Gustav había salido del salón en ese momento y se dirigía de regreso a su habitación.

Se rió internamente al recordar lo que sucedió hace un rato.

'De repente ya no soy basura ahora que me necesitan... ¡Hipócritas!' Gustav tuvo ganas de reírse hasta rodar por el suelo.

"Tontos, les habría hecho gastar algo de dinero si no fuera por mi apuesta con la señorita Aimee", dijo Gustav para sus adentros con una gran sonrisa en su rostro.

"¿Gustav?" Una emocionada voz femenina lo llamó desde el costado del corredor.

Gustav se giró para mirar a la persona que lo había llamado.

Vio a una hermosa mujer apoyada en las paredes de vidrio en el lado derecho. Tenía cabello plateado y rosa hasta los hombros con dos pequeños cuernos que sobresalían de su frente.

Estaba vestida con un atuendo deportivo negro que hacía que su figura se viera extremadamente atlética y atractiva.

"Me alegro de encontrarte aquí", Gustav sonrió mientras caminaba hacia ella.

"Angy"

"Gustav,"

Ambos expresaron al mismo tiempo que se acercaban.

El rostro de Angy brilló, "Sabía que ibas a ser tú cuando escuché ese nombre", expresó con una mirada de emoción.

"Oh, ya veo... Para alguien que va a conocer a un estudiante de una escuela opuesta, pareces bastante emocionado", dijo Gustav.

"Ahn, bueno..." El rostro de Angy se volvió de un tono rojo cuando juntó las palmas de las manos.

"¿Hay alguna razón por la que me esperaste aquí?" preguntó Gustavo.

"¿Eh? ¿Se supone que hay una razón?" Angy preguntó con una expresión confundida pero linda.

"Por supuesto... O ya estás acostumbrado a la costumbre de esperar frente a mi puerta y simplemente decidiste usar este lugar como una puerta también para bloquear mi movimiento", dijo Gustav con una mirada contemplativa.

"Ahora me haces sonar como un acosador..." dijo Angy mientras miraba hacia abajo.

"Sí, eres un acosador", respondió Gustav sin rodeos.

El rostro de Angy miró hacia abajo al escuchar eso.

"Jaja, solo estoy jugando contigo", Gustav se rió ligeramente y procedió a caminar hacia adelante.

"Gustav, eres malo", expresó Angy mientras hacía pucheros y pisoteaba el suelo.

"¿Vienes?" Gustav dijo mientras se giraba para mirarla.

"¿Eh? ¿A dónde vamos?" Preguntó mientras caminaba hacia Gustav al frente.

"Hacer turismo... Está bien si no quieres venir, no te servirá de nada que te vean con basura", Gustav se dio la vuelta para seguir caminando.

"¿Basura? ¿Qué es eso? ¿No me importa eso? ¿Quién dijo que no quiero venir...?

Voy contigo", aumentó el ritmo y alcanzó a Gustav.

Gustav solo sonrió y siguió caminando, "Está bien, entonces vámonos".

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Gustav volvió a su habitación después de la noche alrededor de las 8 de la noche.

Había pasado más de seis horas con Angy.

Recorrieron el hotel visitando diferentes lugares piso por piso.

Donde pasaban mucho tiempo era en un parque de juegos donde se jugaban.

Gustav se sorprendió al ver tantos juegos y artilugios divertidos.

Le gustaban especialmente los juegos de realidad virtual donde solo tenía que usar su mente para jugar.

Había bastantes, pero la que más le gustaba era una en la que pilotaba una nave espacial.

Siempre había querido ir al espacio, por lo que la sensación de estar completamente inmerso en el juego, que era como ir al espacio de verdad, era insuperable para él.

Aprendió a jugar e incluso compitió con algunas personas allí.

La mayoría de ellos seguían preguntando si en realidad era un principiante como dijo que era debido a la forma en que aprendió rápido.

"Supongo que no es tan aburrido como esperaba que fuera... Con suerte, la gira de mañana también traerá algo de diversión como esta", murmuró Gustav mientras estaba acostado en su cama.

Cuando llegó hace unos momentos, la habitación quedó en silencio. Sus compañeros de cuarto no tenían las agallas para conversar normalmente en su presencia.

Gustav no estaba molesto por esto. De hecho, esperaba que continuara así durante los próximos tres días. El silencio no era algo malo para él.