4. quizá en otra vida

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Nunca fuimos solo amigos ___________________________

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Nunca fuimos solo amigos
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ACTUALIDAD...

Lime miró a Tatta a los ojos antes de clavar la aguja en su piel por primera vez.

El chico soltó un grito desgarrador, que fue ligeramente acallado por la camisa de Karube, que mordía con fuerza.

Tenía que aguantar. Tenía que vivir.

La rubia necesitó dar unos treinta puntos. Cada uno le costó más que el anterior, al escuchar los gritos cada vez más agonizantes de Tatta. Con lágrimas en los ojos, le quitó la tela de la boca y forzó una sonrisa.

—Ya está—le dijo—He terminado, la he cosido. Voy a desinfectarla de nuevo y después te la vendaré. ¿Crees que puedes aguantar?

Él asintió, temblando.

Lime se apresuró a limpiar la zona con lo que le quedaba de alcohol, para después vendarla con firmeza. Casi había dejado de sangrar, lo que supuso que era bueno.

Cuando terminó, miró de nuevo al chico.
—¿Cómo estás? ¿Estás mejor?

Los ojos todavía parecían pesarle.
—No—negó—Pero tampoco estoy peor.

—Bien, eso me vale.

Lime cruzó su mirada con la de Arisu, que acababa de poner una mano sobre su hombro. Parecía más tranquilo.

En realidad, todos lo parecían. Miraban a Tatta con preocupación, pero ya no estaban asustados.

—¿Puedes levantarte?—le preguntó la rubia.

Él trató de incorporarse, con mucha dificultad.
Karube y Lime le ayudaron, cada uno a uno de sus lados, ofreciéndose como apoyos.

Salieron de allí sin saber dónde estaba Niragi. A ninguno le importó, ni siquiera notaron que faltaba.

Se subieron al coche, procurando que Tatta estuviera cómodo, y Daikichi condujo hasta un nuevo edificio, a las afueras de la ciudad, lejos del dirigible del Rey de Picas.

Lime hizo una pequeña hoguera para que pudieran calentarse, mientras Kuina curaba un golpe que Usagi tenía en la cabeza, y Arisu comprobaba que Tatta seguía estable.

Karube se acercó a la rubia. Se quitó la camiseta y se la tendió.

—Póntela—le dijo, para después sonreír de manera burlona—Ten piedad de nosotros los hombres, anda.

—Eres un pervertido—respondió ella, devolviéndole la misma mueca.

—Va en serio, pasarás frío en sujetador—insistió.

La Reina Blanca [Chishiya x fem OC]Where stories live. Discover now