Un momento más

92 8 2
                                    

Me encontraba en mi habitación, acostada, mirando el brazalete que Tony me había obsequiado, aunque es un lindo detalle, no debo de olvidar que es un rastreador. Se siente extraño saber que hace unos meses me encontraba sola en ese complejo, me provoca un escalofrío.

¿Qué estará haciendo Tony?¿Y Peter?¿Me pregunto si Wade sigue con ellos?¿Peter estará continuando con su entrenamiento? Los golpes en la puerta me regresaron a mi nueva realidad.

— Adelante.

La puerta se abrió, Logan entro a mi cuarto secándose el cabello enérgicamente con una toalla. Miro toda mi habitación ante de mirarme, su nariz se movió acompasada.

— Aquí huele a pan tostado aún.

— No es cierto.

Olfateo de nuevo y se encogió de hombre. Continuo secándose el cabello.

— ¿Necesitas algo en particular?

— Solo venía a decirte que me voy de misión - respondió dejando la toalla en sus hombros.

— ¿En serio? - dije casi con una sonrisa, Logan noto esto y arrugo el entrecejo.

— No quiero problemas - dijo amenazante.

— ¿A qué te refieres? Yo no me meto en problemas, ellos me buscan a mí - dije. Logan quiso reírse, pero se mantuvo serio.

— Nada de escapes, nada de peleas, ni llamadas a exnovios - enumeraba, esas últimas palabras de él me hicieron arrugar la nariz - y nada de conseguir nuevos novios.

— Es, no está en mis planes - dije.

— Espero que eso se mantenga así - insistió, rodee los ojos - ah! Y espero que comas tus comidas.

¿Comidas?¿Por qué siento que me estoy olvidando de algo?

— Son demasiadas reglas - dije.

— Y espero que sigas cada una de ellas - amenazo. Ladee la cabeza con un gesto pensante - ¿Alexa?

Trato de decir en un gesto amenazante.

— Trato de decidir si hacerte caso o no - dije aún pensante. El ver su cara de irritado hace que me den mil años de vida - creo que te haré caso - su rostro cansado pareció brillar aún más - Digo ... No tengo otra opción, tienes a un hombre infiltrado espiándome.

Logan sonrió al fin.

— Es cierto, creo que le pediré que vuelva a sus labores.

— No! Vamos! No seas tan exigente con Gambito - dije riéndome, aunque también estaba molesta. Supongo que le di una idea.

— Debe ganarse el pan - dijo el divertido.

— Escuche mi nombre - dijo el mismísimo Remy Lebeua en la puerta.

Logan y yo nos quedamos en silencio mirándolo, este nos devolvió la mirada curioso.

— ¿Cómo es que siempre apareces en los momentos más oportunos? - pregunte.

— Lo mismo me pregunto - agrego Logan.

— Siempre siento cuando me necesitan - respondió este con una sonrisa.

Tanto de Logan y de mí salió la misma exclamación.

- !AJA!

— O tal vez simplemente escuchas tras las paredes - dije. Recordando a la conversación inoportuna que escucho el otro día en la cocina.

— Siempre estoy para cuando me necesiten - dijo con una reverencia.

Parece un caballero inglés así, pensé mientras reía.

La chica mutante IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora