¿Eres la antigua tú?

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Los primeros días la vida con Wade se podría decir que era una tortura, el maldito era como un niño que le constantemente preguntaba a sus padres a que hora llegarían, pero multiplicado por mil. Todos los días antes de irme a trabajar Wade me decía lo aburrido que estaba y si es que podía ir al otro lado del complejo a ver, según él, las cosas divertidas.

- Ya te dije que no Wilson - dije antes de beber café.

- Solo una ojeada - insistió.

- Dije que no y Tony dijo lo mismo - respondí.

- Stark no tiene por qué saberlo - dijo con una sonrisa bajo la mascará. Era extraño estaba vestido con una playera de unicornio y una ropa interior larga, pero aun así tiene la máscara puesta.

- Yo lo sabría - respondí tomando mis cosas para irme - viernes no dejes que Wade se acerque a donde no debe, usas los métodos que sean necesarios para detenerlo.

- !Ni Creas Que Una Máquina Me Detendrá! - grito.

Cuando regrese por la tarde lo encontré sin ambas manos. No me dio una explicación de como ocurrió sino que dijo que lo intentaría con más ganas la siguiente vez. Al día siguiente apareció sin una pierna y parte de su nuevo brazo cercenado, después de eso se calmó unos días.

En la escuela el trabajo no era diferente, había que preparar a los chicos para un examen deportivo, así que cada día el entrenador me hacía llegar temprano para poder preparar todo. Desde mi encuentro con Parker y su amigos estos parecen tratar de mi parte, aunque aun así el chico araña me envía su ubicación hasta el momento en que llega a casa con su tía.

Por lo que he escuchado de los dos idiotas que tengo de esclavos habrá una fiesta esta noche y todos están invitados, incluyendo a Parker y yo.

- ¿Por qué yo? - pregunté a los idiotas.

- Porque es muy sexy - respondieron.

- Que increíble argumento - murmure. Aunque quisiera ir no podría, Ross me tiene en la mira y cualquier desliz significaría un sin fin de problemas para Tony y para mí.

Mi siguiente clase sería después del almuerzo. Desde hace un tiempo he tenido ciertos problemas con la comida, no siento gran apetito más que para el desayuno que consta casi todas las mañanas de donas cortesía de Tony, quien pago para enviármelas cada mañana. No le he tomado mucho interés a la situación, por lo que los tiempos del almuerzo los he estado utilizando para recorrer la enorme escuela de genios y después de que termine de conocerla por todos lados, simplemente me voy al campo de deportes para sentarme o recostarme en las gradas.

- Te estaba buscando - dijeron.

Cuando abrí los ojos me encontré con la mirada infantil de Parker.

- Aquí me tienes ¿Qué quieres? - pregunte levantándome.

Parker suspiro y sentó aún lado de mí.

- Bueno ... Yo, quiero decir que he estado haciendo todo lo que me pediste, no he salido como Spider-Man y te he estado enviando constantemente mi ubicación, aun cuando estamos en la escuela.

- Aja ¿Y el punto?

Me miro nervioso.

- ¿Puedo ir a una fiesta?

Me hizo mucha gracia y la verdad me hubiese gustado reír, pero me mantuve seria.

- Está bien chico, pero sin trucos - amenacé.

- Claro - dijo con una sonrisa de alivio.

Cuando termino la hora del almuerzo y comenzó la siguiente ya estaba demasiado cansada. Sentía el cuerpo pesado y la mente dispersa. No estaba muy concentrada en lo que hacía y así fue hasta que mi día completo termino. Ni siquiera estuve al tanto de lo que Parker haría. Cuando regrese al complejo encontré a Wade sentado en el sofá con su cuerpo dividió. E Iron Man sentado a su lado con ambas piernas cruzadas.

La chica mutante IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora