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Un pequeño azabache abría sus ojos gracias a la fuerte luz que aquella enorme estrella radiaba, un leve gruñido abandono sus labios rodando a algún lugar donde el fulgor del día no interrumpiera su mundo de ensueño, uno donde era feliz brincando por los verdes campos, donde su larga melena se balanceaba con el viento, sus sentidos de híbrido estaban en libertad pero un fuerte bramido asusto al infante quién enseguida se levanto del sucio suelo, aquél hombre gritaba como de costumbre mientras la mujer respondía de la misma forma, peleas nuevamente peleas, su pequeño cuerpo trato de esconderse en algún lugar donde esos fuertes ruidos no sean capaces de encontrarlos, odiaba las peleas, las odiaba tanto. 

Un azabache abría sus ojos huyendo de sus sueños, no hay libertad y jamás la abra pues su triste karma le esperaba para torturarlo un nuevo día, su rostro se sentía húmedo siendo entonces que al tocarlo sentiría aquel líquido salado que pensaba que no volvería, el llorar no tenía que ser una rutina y mucho menos cuando dormía, suspiró sin desear levantarse de aquél colchón, su cuerpo adherido al objeto sin intenciones de dejarlo ir, pero sí no se levantaba no podría ayudar a su equipo, no podría salvar a sus compañeros de cualquier peligro, no tendría que ver la cara de ese francés del que tanto se ilusiona, estaba mejor ahí, encerrado y alejado de todos donde nadie vendría a molestarlo pero estaba seguro sospecharian de su ausencia haciendo las cosas ir para peor.

El primero en recibirlo fue un esqueleto, esqueleto que solo tenía una vida, esqueleto que estaba próximo a morir y lo sabía, sonreía entregando su desayuno, el mexicano amaba al menos ayudar con ello ya que ahora a sus propias palabras era prácticamente "inútil" aunque el argentino amaba traerle regalos que podrían mantenerlo vivo, debería enseñarle a pelear, un buenos días fue pronunciado por el calavera haciendo el azabache asentir como respuesta, no deseaba comer sin embargo Missa se había esforzado y negarlo haría que se sintiera mal.

Mirando aquél enorme ventanal el ozesno desayunaba, miraba aquél lugar tan vacío que era extraño, casi no se topaba con otros equipos o perdonas, algunas veces parecía que solo era el y su equipo cundo habían muchos más, apartados y asustados desde su "pequeña masacre" era extraño pero también le hacía sentir seguro por ser de los más fuertes... A excepción de Marki, ese chico seguía buscándolo para asesinarlo a sangre fría, estaba arto debía aguantar su no correspondido amor y que un loco tratase acabar con el.

Un osezno castaño se poso a su lado haciendo que ambos híbridos mirarán por el ventanal pues ahora la pareja del momento salía para tomar el sol, ambos sentados en el césped y hablando, el castaño miraba de reojo al argentino pues sabía que bajo esos lentes oscuros fruncía el ceño, era una mañana tranquila no estaba para pensar sobre esas cosas, ¿No? Bueno eso pensaba el castaño.

— ¿Qué tiene el que yo no? —. Murmuró despacio para ambos, una pregunta que dejo helado al castaño.

— Bueno —. Contestó algo incómodo. — Míralo, son demasiados diferentes y el tiene encanto —. Miró fijo al pato. — No podrías nunca compararte con el.

Spreen no contesto, no dijo ni una sola palabra sólo se quedo mirando, anhelando, no sobrevivió a terribles cosas para terminar llorando por un hombre que no valía la pena... Pero como podría ser así de fácil, ¿Cómo lo sería? Sí estaba perdidamente enamorado tal cual como una adolescente, era su primer amor y ahora deseaba no sentirlo.  

— Pero bueno algunas veces uno piensa en la felicidad de esa persona —. Sus ojos solo podían mirar al pato, era su todo y el también lo había perdido. — Deseas que sea feliz con la persona que escogió.

Spreen volteó a verlo al escucharlo, sabía que estaba enamorado del pato pero jamás paso por su cabeza que estaba sufriendo igual que el, aunque lo demostraba siendo un maldito con el, era gracioso que ambos osos estaban enamorados de alguien de la "parejita", tal vez los osos estan destinados a no amar a alguien.

Era un día tranquilo para los miembros del equipo, la tarde había llegado con ellos disfrutando del día en la base, todos se encontraban pescando en la piscina improvisada que el frances y el castaño hicieron para ellos, Spreen tenía aquél lindo s...

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Era un día tranquilo para los miembros del equipo, la tarde había llegado con ellos disfrutando del día en la base, todos se encontraban pescando en la piscina improvisada que el frances y el castaño hicieron para ellos, Spreen tenía aquél lindo sombrero nuevamente como hace algunos días, tal ves comience a utilizarlo a la hora de pescar agregando que el frances por fin lo noto.

— Es un lindo sombrero —. Le murmuro.

Y con eso era suficiente para poner al oso increíblemente rojo, no sabía como con tan solo pocas acciones por parte del frances ya estaba vuelto loco, era tan estúpido sentirse de esa forma, era tan horrendo no lograr hacer nada por solo ser notado por el, queria decir mil insultos como suele hacerlo, gritarlos al aire tan fuerte como pueda, estaba tan arto y eso lo a dicho tantas veces, sí la gente supiera que su mayor debilidad era ese maldito francés las cosas serían muy diferentes y difíciles, aún si Shadoune sabe cuidarse era información que podrían usar en su contra.

Los dos mexicanos se levantaron asustando a los demás por ser tan rápidos, se miraban emocionados por quién se avecinaba, Shadoune sólo frunció el ceño al verlo pues sabía que era y sabía que era muy cercano al híbrido de pato en estos días, el híbrido de ave siempre iba a su casa por las tardes a pasar tiempo con ese curioso equipo de dos.

— Pero Roier que te trae por aquí —. Decía el pato con emoción.

— Mariana no despertará en un buen rato y en serio necesitaba alguien con quien hablar, estaba muy solito Quackyris —. Dijo fingiendo tristeza.

Sin embargo esa actuación termino cuando el híbrido azabache llego a su mirada, se miraba demasiado lindo con ese sombrero el cuál resaltaba sus orejitas y blanca piel, sentía el rostro rojizo de solo verlo, era tan lindo de esa forma lo cual era curioso si se piensa que el oso se había puesto ese sombrero para impresionar a un hombre pero lo termino haciendo con otro.

— Lindo sombrero Spreen —. Le dijo con ese tono coqueto que solía usar cuando se miraban y no quería asesinarlo.

Spreen frunció el ceño bajo los lentes dejando solo de testigo las cejas del chico haciendo reir al mexicano de banda para el cabello, hace mucho no lo miraba pero se sentía lindo que alguien sí se diera cuenta del sombrero a pesar de ser algo insignificante para todos.

— Chupame la pija mejor —. Contesto con cierto tono nervioso, era extraño pero lindo que por fin notaran eso, el frances le dijo exactamente lo mismo pero era la tercera vez que lo usaba.

Perdón por las actus lentas me quede completamente sin ideas y estuve demasiado ocupado, gracias por los 2K no tengo palabras

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Perdón por las actus lentas me quede completamente sin ideas y estuve demasiado ocupado, gracias por los 2K no tengo palabras.

No se absolutamente nada del acento argentino pero no quiero quitarle ese acento a Spreen por que siento que le quitaría personalidad, me ayudaría muchísimo si me corrigieran en cuanto al acento por que tampoco quiero juntar el acento argentino con el neutro, sería de muchísima ayuda 🙏

Gracias por todo el apoyo, no tengo palabras estoy sorprendido por cuanta gente le a dado la oportunidad a esta historia, esta actualización no me a gustado así que juro serán mejor, literalmente cambié todo el capítulo como tres veces. 

𝗜 𝘄𝗶𝘀𝗵 𝘆𝗼𝘂'𝗹𝗹 𝗹𝗼𝘃𝗲 𝗺𝗲 𔔁 ៹ ࣪🚧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora