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¿Amor? El amor era el sentimiento mas bello del mundo, el querer tanto a un ser, un anhelo que aparece desde el fondo de tu interior, amor, amor, amor, pareciera que todos estaban destinado a sentirlo, algunos no con la misma fuerza pero aún podían sentirlo incluso si no deseaban una relación, Spreen tenía un gran problema y es que desde cachorro el fue alejado del amor, jamás lo conocía de ese modo como el que lo hace ahora e incluso así dolía, ¿Dónde están los que decían que era el mejor sentimiento del mundo? Los mataría a todos, lo odiaba, se odiaba por caer en ello, tonto, inocente y estúpido.

¿Cuánto le afecto el saber la relación de ellos dos? Mucho, no había palabras para describirlo, siempre era el con su maldita soledad y jamás negara aue la rabia aparecía para recordarle su mierda de vida con impulsos violentos, hoy definitivamente usaría el día para asesinar monstruos que se crucen en su maldito camino, pero, olvidó un pequeño gran detalle y es que cierto azabache calavera iba tras suyo con los nervios a flor de piel, habían salido a buscar animales para el chico sobretodo unas lindas ovejas pues era su sueño, la noche apareció rápido y seguian su búsqueda sin la protección del sol.

— Eeh, ¿Spreen? —. Decía nervioso observando como el oso se adelantaba a su caminata, podría jurar que soltaba humo pero eso lejos de tranquilizarlo no dejaba peor, Spreen estaba en su mundo ahora mismo, el debía cuidarse solo o traerlo de vuelta. — ¡Spreen! —. Volvio a gritar al ver como se lanzaba con los monstruos sin miedo alguno.

Missa fallecería ahí mismo de un infarto, parecieran que los papeles de cierto modo se invertian y ahora debía cuidar que el osezno no hiciera una estupidez, se acerco cuando miro que el híbrido ya no podía más, gritaba, pataleaba, golpeaba el cadáver más destrozado de todos con notable furia, el esqueleto estaba asustado su amigo no solía ser así pero ahora debían esconderse estaba seguro que ninguno de los dos aguantaría hasta el amanecer así. El mexicano tomo las frías y manchadas palmas com fuerza haciendo que la cabeza del argentino volteara a verlo enseguida, se miraba tan asustado que hacia su pecho apretarse, asusto a Missa con su idiotez, ambos corrieron tan rápido como era posible tomados con fuerza de sus manos hasta la cueva mas cercana, taparon cualquier lugar peligroso y entonces por fin ambos podían respirar.

El calavera lo miro fijo, preocupación eso sentía en el, suspiró bajo negando, no quería charlar sabía que el chico le daría un sermón pero tal vez en serio necesita por una vez en su vida hacerlo . — ¿Qué es lo que te trae así Spreen? —. Pregunto dudoso.

El de lentes no contesto más bien parecía pensar la respuesta una y otra vez, estaba inseguro que contestar, ¿Debía decirle de su fallido primer amor?, ¿Debía inventar qué estaba frustrado? Que quería romperse y llorar pero acabaría con todo lo que se esforzó por lucir. — ¿Qué decís capo? —. Murmuró con una quebradiza voz. — Estoy increíble.

El esqueleto frunció el ceño, no quería obligarlo a hablar, no, el quería una conversación buena entre ambos, que confiara en el, se levantó de su lugar  y volvió a tomar asiento al lado del oso. — Estamos solos nosotros dos Spreen, no hay nada que temer —. ¿Has escuchado esa voz que con la mínima palabra puede tranquilizarte? Calma tus miedos, tus pensamientos estúpidos, hace que todo a tu alrededor sea sereno.

— Es solo... Yo —. En serio lo intento, no sabía como decirlo, era difícil hablar por primera vez en tu vida de lo que sientes. — Missa, ¿Por qué Quackity? —. Con solo esa pregunta el nombrado lo entendió todo.

— Oh.. —. Murmuró despacio, ahora todo tenia sentido desde aquel día de pesca, el de calavera sabía que Rubius no debía comentar nada sobre eso.

No sabía que decir y ciertamente Spreen tampoco diría nada más después de eso, el osezno sintió un escalofrío, sus ojos rasgados ojo se abrieron más que nunca, un abrazo, un abrazo eso era un simple abrazo pero, ¿Por qué se sentía tan especial?, ¿Tan único? Spreen estaba aprendiendo, por fin alguien le estaba demostrando su amor, amor de hermanos, como los que nunca tuvo pero todo eso era diferente ahora pues mientras Missa este ahí todo estará bien.

— Son cosas que se superan, tu eres muy fuerte Spreen, puedes con esto y más —. Le regaló una cálida sonrisa y el oso podía sentir sus mejillas húmedas, sus ojos cristalinos tras sus lentes, su garganta sellada y su cuerpo temblando. — Sé que mañana no querrás hablar pero siempre estaré aquí cuando más lo necesites.

Así paso aquella noche donde ambos se resguardaban en la vieja cueva, donde incluso con mil monstruos ahí afuera ellos estaban cálidos, mientras estén juntos nada malo podría pasar, ¿Verdad?
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Un ente de humo miraba por el enorme ventanal en silencio, sus dos compañeros no llegarían esa noche y ciertamente eso le preocupaba, eran sus compañeros de equipo, aun entrenaba a Missa y Spreen solía confiarse con facilidad, mordía su labio ansioso no quería perder a dos integrantes aún si a uno de ambos aún tenia vidas de sobra, debían cuidar al esqueletos sí muere una vez más jamás lo volverán a ver.

Su mirada estaba perdida hasta que sintió unos brazos rodearlo con cariño, sonrió leve al sentir ese tacto que siempre lograba calmarlo con facilidad  — Deberías estar durmiendo mon amour —. Murmuró despacio para el joven pato.

— Me preocupa que no descanses, ellos estarán bien Spreen lo cuidará y lo sabes —. El ente volteó a ver a su pareja, el híbrido se miraba cansado, lo estuvo esperando por horas, ahora el francés se sentia culpable por haberlo hecho esperar.

— Perdóname amour, vayamos a descansar —. Sonrió leve tomando la mano de su pareja, ellos también merecían descansar aún si ahora la vida del frances es cuidar a su patito de cualquier cosa.

Por ahora todos podrían dormir, ¿No? Bueno volviendo con el híbrido del oso, quien a su lado descansaba cálido el esqueleto por fin el solo podía imaginar esa escena del francés y el pato, como estuviera ahí ahora mismo su cabeza atormentaba y atormentaba una, otra y otra vez, aún con su amigo a su lado su rostro no dejaba de ser empapado por lágrimas saladas, no hacía ningún ruido, no había sollozos solo un silencioso llanto que aprendió desde pequeño.

Spreen no estaba bien, incluso si sabía que tenia al esqueleto a tu lado, no estaba bien, incluso sí tenía un equipo por el cual darlo todo, no se sentía bien, un vacío en su pecho se quedaba ahí, ¿Por qué?, Odiaba no lograr olvidar, odiaba que no pudiera superar rápidamente.

Sí pudiera, si tan solo pudiera irse lejos lo haría, abandonaría a todos con tal de calmar su tristeza, ¿Por qué su primer amor era tan doloroso?, ¿Debería tratar de hacer que el francés se fije en el? No, eso sería caer demasiado bajo incluso par el, Quackity es un buen chico, pero el siempre fue un egoísta, su cabeza solo decía que lo hiciera por que el era mil veces mejor que el mexicano, el no necesitaba un principe para salvarlo solo necesitaba su amor.

Aunque más bien su principe parecía ser su perdición.

Sin palabras estoy agradecido con todos ustedes, gracias por leer <33

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Sin palabras estoy agradecido con todos ustedes, gracias por leer <33

Poco relleno por que no quiero avanzar tan rápido la historia

𝗜 𝘄𝗶𝘀𝗵 𝘆𝗼𝘂'𝗹𝗹 𝗹𝗼𝘃𝗲 𝗺𝗲 𔔁 ៹ ࣪🚧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora