『𝕊𝕙𝕚𝕘𝕖𝕠 𝕂𝕒𝕘𝕖𝕪𝕒𝕞𝕒』♡ Escenαrıos ♡ ✓

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「Todo estará bien」

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En la vida, muchos acontecimientos ocurren. Para algunas personas son comunes, otras tienen algo especial que los diferencia y luego están... Shigeo y (Nombre). Curiosamente, el destino los ha llevado poco a poco a percatarse que a veces buscar peces en el mar es una pérdida de tiempo, cuando la gema más interesante se encuentra en la superficie.

Todavía para ellos, siendo actualmente adultos, cuando recuerdan aquellos días de adolescencia y las divertidas aventuras que vivieron, se preguntaban «¿Alguna vez llegué a caer en cuenta que esta sería mi realidad?»

Y si bien tener en sus memorias esos momentos era algo bonito, algo estaba irrumpiendo la felicidad de ella en ese instante. Últimamente algo estaba ocurriendo en su cuerpo, no sabía como describirlo a su pareja, pero su estómago se siente revuelto muchas veces, y luego, tiene un hambre que no se apacigua con facilidad. ¿Qué? ¿Por qué ocurre eso? ¿Tendrá parásitos? Quien sabe.

Como si no fuera poco, unos leves mareos la acompañaban a lo largo del día. Shigeo pidió un permiso en el trabajo para quedarse con ella ya que no puede soportar el hecho de irse sabiendo que su esposa está de esa forma delicada.

—Sigo diciendo que debemos de ir al médico.

—Me rehúso —Contestó al instante, rodando los ojos con cansancio—. Seguro es un virus que está en el aire. Estamos en épocas donde hasta por respirar nos enfermamos, así que ya pasará.

—(Nombre), llevas dos semanas con esos síntomas, no puede ser un simple virus. Aparte... Hemos dormido juntos y no estoy enfermo.

—E-Es que... Seguramente tú tienes las defensas altas —Refutó.

—Es suficiente, buscaré tu abrigo. —Se levantó del sofá y comenzó a caminar hacía la habitación.

—¡No, Shige...!

En su mente la idea era detenerlo, sujetarlo del brazo, abrazarlo y decirle que se sentiría mejor después, pero tan pronto se levantó de la silla con apresuro, el estómago nuevamente le dio un brinco estremecedor. Sujetándose tanto esa zona como la boca y su destino cambió hacía el baño, corrió como una flecha, sorprendiendo al azabache. Abrió la tapa y se agachó para dejar ir ese líquido amargoso. El agua limpia del váter se transformó en una escena del crimen, pero de lo asqueroso que se veía.

—Ugh, Dios...

Volvió a vomitar, esta vez era los residuos de la comida. Su esposo le daba suave palmadas en la espalda mientras le susurraba palabras reconfortantes, pero en ese estado de desesperación interna no podía prestarle atención. Tan solo quería que esa sensación se largase, como las arcadas y los calambres en su estómago, era horrible y no lo deseaba a nadie.

—Me-Mejor vamos al médico... —Finalmente accedió, sufriendo internamente.

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—Y esa es la situación, no sé porqué me están ocurriendo ese tipo de cosas y no soy una persona que se enferma con facilidad... O sea, la verdad es que caigo en cama como cualquier otra persona pero ajá... —La fémina está cruzada de brazos con la vista baja, confundida de sus propios pensamientos, no sabía llegar a una conclusión—. ¿Ya habrá terminado de hacer el examen?

Habían pedido su sangre hace un rato, Shigeo estaba en espera y la verdad es que aunque no quería admitirlo, la situación la estaba poniendo incómoda.

—Verá señora Kageyama, ha como me está narrando sus síntomas... Puede ser que esté embarazada.

—...¿Eh?

«¿Embarazada...? ¿Yo?» Las palabras se repetían en su mente como una tediosa canción, pero esta no sabría clasificarla, ¿Le gustaba la noticia? Espera, ¿Y en qué instante? Oh... Debe ser aquel día que Shigeo se emocionó con aquel programa... Repentinamente la noticia terminó de caer sobre ella, paralizándola. Era... Extraño, es decir, sí, emocionaba. Pero, ¿serían capaces ellos de tener una cría y mantenerla en este mundo tan inestable?

La enfermera entró y le entregó los resultados al doctor, este le dio una ojeada y asintió con su cabeza.

—En efecto. Felicitaciones señora Kageyama, usted está en estado.

—A...Aah... —Palideció, no sabía si eso era bueno o malo—. Pe-Pero... Nosotros no planeamos esto...

—Descuide, pasa así en la mayoría de casos, pero estoy seguro que harán un buen trabajo como padres.

Agarró los resultados y todavía ida en esas preocupaciones salió de la sala, Shigeo se atravesó en su camino, intentando no mostrar la mortificación que genera la cara de ella en él.

—¿Qué dijo el médico? No es nada grave, ¿Verdad?

—...Te explico en la casa.

El esper sintió el momento exacto en el que todo se detuvo para él, ¿Qué le ocurría? ¿Por qué tiene esa cara tan larga? Esperaba que no estuviera enferma, o que no hubiera una mala enfermedad de por medio. Caminaron en silencio hasta fuera y se subieron al auto. El azabache colocaba el cinturón de seguridad tornando la vista de reojo en ella que no salía de su trance.

—(Nombre)... —Estiró su cuerpo a ella para colocarle el cinturón, a pesar del susurro, ella no le prestó atención—. Preciosa.

Le dio un suave y corto beso en su mejilla. Despertándola de su ensimismamiento.

—¿E-Eh?

—Puedes decirme lo que te ocurre, me vas a matar con esa cara. Además...

—Estoy embarazada.

Quedó en completo silencio, parpadeando ante la noticia.

—Mi cuerpo ha estado así... Porque estamos esperando un hijo.

—Oh...

Lo miró rápidamente tratando de buscar una solución juntos, pero se impactó al ver esos ojos oscuros irradiando felicidad, estaba sorprendido. Sí, mucho. Pero había alegría en lo que emanaba, estaba... Contento por la noticia, más aún cuando se removió el cinturón y se lanzó sobre ella para envolverla en sus brazos, ocultando su rostro en el cuello.

—Gracias... —La voz se le quebró—. Es... La mejor noticia que he podido escuchar...

—¿N-No estás... molesto?

—¿Por qué lo estaría? —Alzó un poco el rostro para observar su perfil—. ¿Es por qué no fue planificado?

Asintió.

—Eso es lo de menos, estamos preparados económicamente, y sobre todas las cosas... Jamás le faltará amor. Además, ¿Quién quita? Puede que salga como yo.

—¿Tierno y enclenque o como te comportabas cuando llegabas a tu 100%? —Le preguntó, curiosa.

—...O puede que salga como tú —Finalizó la frase.

—No, yo soy un desastre de persona.

—De igual manera, si tu preocupación era por mi reacción, está bien. En este preciso momento... —Sus labios se acercaron peligrosamente a los de ella—. Estoy muy, pero muuuy feliz...

Sellando la oración en un beso, y en un sinfín de aventuras que vendrán de ahora en adelante.

╭╯▒▒▒ またね ▒▒▒ ╰╮

Me costó mucho terminar el capitulo, odio decirlo... Pero tengo un bloqueo :') ayudaaaa.