29: La Jazemineta

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JAZMÍN.

Luego de terminar mí relación con Emi, los días habían pasado muy rápido.

Mi familia había sido la primera en enterarse y aunque al principio me putearon, al final entendieron mis razones. Las relaciones a distancia no eran lo mío, lo viví con Julian y no lo pensaba repetir.

Se que Emi era buena persona, que el no me engañaría con otra. Sin embargo, aunque sea difícil de creer... la distancia arruina todo.

Los momentos que viví con Emi eran preciosos y prefería recordarlo así, perfecto.

Los primeros días fueron muy difíciles para mí, sabía que Emiliano se había marchado a Inglaterra para continuar con su carrera. Quería enviarle mensajes y llamarlo constantemente, pero utilizaba toda mi fuerza de voluntad para no hacerlo. El tampoco se contactaba conmigo, había cumplido su promesa de volver a Inglaterra y dejarme en paz. Lo que en realidad, me dolía demasiado.

Pero me lo merecía.

—Hola Jazci —Enzo se sentó junto a mí en el sofá y me sonrió— ¿Estás bien?

—SÍ —sonreí desanimada y le mostré el número de Emi, no tenía perfil— Bloqueada.

No podía culparlo, tampoco.

—Una lastima, hacían buena pareja —me abrazó, compartiendo mí tristeza— Pero concéntrate en lo bueno que viene para vos, vas a triunfar hermanita.

—Eso espero —asentí, cansada. —¿Cuando se van?

Oli jugaba con sus abuelos en el patio, mientras Valentina y Enzo preparaban las maletas. Enzo debía marcharse a Portugal cuanto antes, para jugar en el Benfica.

Por ejemplo, el 4 de enero el Aston Villa ya había jugado su primer partido, el cual Emi no jugó pero si lo presentaron con su medalla y todas esas cosas. Toda mi familia vio el partido en la TV y yo tuve que aguantarme el dolor de verlo con esa sonrisa orgullosa de campeón mundial. Se veía muy guapo con aquel uniforme gris oscuro del Aston Villa.

Lo extrañaba.

—Hoy —avisó, sin dejar de abrazarme— Te voy a extrañar.

—Yo también los voy a extrañar —suspiré. Primero Emi y ahora Enzo, Valu y Oli. Me había acostumbrado a ellos en Qatar que ahora me sentía ligeramente perdida.

—¿Y vos? ¿Cuando te vas?

Valu se acercó a nosotros, para escuchar.

—No sé, cuando me digan. Voy a quedarme en Buenos Aires hasta que Storm me mande a otro país —me encogí de hombros. De pronto, mí teléfono y el de Enzo sonó por notificación. Que extraño.

—¿Y ya sabes a que país te mandarán? —preguntó, sacando su celular para revisar. Yo preferí no mirar el mío.

—No, pero lo más probable es que a Italia —dije pensativa— O España, me gustaría ir a España. Quizás pueda reencontrarme con Gavi y Pedri.

Obviamente no con malas intenciones, yo seguía enamorada de Emi y no le iba faltar el respeto después de haber terminado hace poco. No era de esas.
Solo era por amistad.

—Va estar copado —Enzo sonrió y al revisar el cel se le borró la sonrisa.

Fruncí el ceño.

—¿Qué pasó? —quise saber, Valentina también frunció el ceño.

—Nada, nada —se rió nervioso— no mirés tu celular, por fa.

—¿Por? —fruncí el ceño y encendí mi teléfono. Enzo dejó caer las manos.

Fugaces | Dibu Martinez (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora