• Sweet Stereotype • [SanWoo]

Capítulo 7

Yunho frunció sus cejas en un gesto tosco sin siquiera dignarse a mirar a Wooyoung, mucho menos la pantalla del teléfono que sacudía frente a él en un intento de llamar su atención.

Llevaban así los últimos cinco minutos, ninguno planeando ceder ante el otro, pero Yunho supo que estaba perdido cuando Wooyoung comenzó a hacer tontos ruiditos con la lengua.

—Bueno, basta. ¿Por qué siempre intentas convencerme a mí para acompañarte a clubes o fiestas? —Yunho finalmente dejó a un lado el informe que estaba leyendo, no parecía feliz con tener a su asistente interrumpiéndole en su oficina—. Ve con Yeosang o alguno de tus tantos amigos.

Wooyoung farfulló.

—Eres un aguafiestas, antes eras más relajado, pero desde hace un tiempo te volviste un jefe tirano. —Wooyoung se estiró para pellizcar su mejilla—. Devuélveme a mi amigo parrandero. Eres uno de los pocos heterosexuales que me cae bien y si continúas así perderás ese título.

—No me amenaces, sé que no puedes odiarme.

— ¡No, pero puedo intentar! —Wooyoung volvió a desparramarse sobre su silla frunciendo sus labios en un puchero—. Yeosang está por ahí viviendo su novela rosa, Seonghwa está demasiado ocupado lidiando con Hongjoong y Sunhee, y no tengo suficiente confianza con otras personas como para contarles mi vida mientras me emborracho.

Yunho intentó decirle algo, más no lo logró porque la puerta de su oficina se abrió otra vez. Él no iba a terminar su trabajo esa tarde, al parecer.

San entró en la oficina guardando silencio al ver la escena poco encantadora. El director del departamento de ventas luciendo más cansado de lo usual y su asistente pareciendo una medusa desparramada en la silla no era la visión usual que recibía cuando visitaba otras compañías.

— ¿Puedo saber qué sucedió?

—No, no te incumbe. Vete, chu, chu.

Yunho ignoró a Wooyoung para fijarse en San.

—Está haciendo un berrinche. Es como el de ayer, solo un poco diferente.

—Oh, ¿qué quiere esta vez?

— ¡Hey! No les doy permiso para que hablen de mí como si fuera un niño, estoy haciendo una demanda justa y totalmente madura. —Wooyoung intentó levantarse lo mejor que pudo, pero solo consiguió hacer movimientos erráticos y apenas sentarse derecho—. Y de nuevo, ¡a ti no te incumbe!

San alzó ambas manos en un intento de parecer inocente.

—Lo que digas, cariño.

Wooyoung trató de gritarle algo, pero todas sus fuerzas se drenaron al pensar en el apodo que le hizo sonrojar. Ese maldito.

Yunho les dio una larga mirada analítica, el tipo que haría cuando buscaba soluciones a problemas complejos. Lamentablemente Wooyoung se dio cuenta demasiado tarde y no pudo detenerlo antes de que hablara.