Epílogo de una Guerra - Supernova.

Capítulo 6 - Tarde de Recuerdos Rojos.

¡Hola a todos! Sé que la última vez que actualicé esto fue hace un año y que probablemente varios ya no recuerden esta historia, jajajaja, no los culpo. Mi vida cambió mucho desde entonces, espero que la de ustedes igual pero que no hayan perdido el gusto por esta desastrosa historia. Hace unas semanas @Brissa_5 leyó todo y me inspiró a volver a escribir y esto fue lo que salió. Espero les guste.

P. D.: Perdón por decirte que al día siguiente iba a actualizar y hayan pasado 21 días.

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Martes 6 de Julio de 2021, 12:26 horas

La casa nunca volverá a ser lo que solía ser, mi madre la mantenía viva a pesar de que no pasáramos mucho tiempo aquí, el olor de las flores de su jardín y de su comida recién hecha, el orden de cada cosa y la limpieza de cada rincón, sus canciones favoritas por la mañana y la visita de sus amigas los fines de semana. Todo el desorden y la falta de vida hacen que me sienta muy mal, estoy seguro de que ella no querría ver su casa así, pero por más que he intentado ordenar y limpiar no consigo que se sienta como antes.

Al menos en Nueva York no tenía que preocuparme por estas cosas. Me costó mucho dejar de pensar en mis padres, pero no tenía el constante recordatorio de que no estaban más, allá podía fingir que todo estaba bien y que yo era quien se había alejado de ellos.

El jardín trasero es lo que está peor, aún se encuentran las plantas que alguna vez estuvieron verdes y vivas, el pasto creció y se secó dejando una maleza horrible por todo el lugar. Lástima que ya no puedo dale vida a la tierra, tendré que arreglarlo con mis manos. Debo comer algo antes.

La cocina es algo que no ha cambiado mucho, está llena de polvo y debo tirar muchas cosas que ya no deben de servir, pero todo está en su lugar. En mi tiempo fuera logré perfeccionar mis habilidades de aparición, aprendí a ir a un lugar y volver en unos cuantos segundos, así es como conseguía muchas cosas: ropa, dinero, comida... Hago eso mismo para traer algunas cosas para hacer sándwiches. Es lo que me acostumbre a comer para no perder mucho tiempo.

En la universidad todo era más fácil, al inicio no podía dejar de pensar en lo que había ocurrido aquí con el tiempo mi mente comenzó a ocuparse en otras cosas y olvidé que mi familia estaba destruida. Creo que logré rehacer mi vida. No tenía idea de que todo eso acabaría tan rápido, que volvería aquí y me encontraría de nuevo increíblemente solo.

Luego de comer algo me dispongo a investigar un poco más sobre lo que pasó con el cambio de gobierno en la ciudad. Sabía que Davis instauró un régimen de cero tolerancia contra todo aquel que infligiera la norma de el secreto y que con la primera señal de alerta tomarían los poderes de quién fuera. Toda esa magia debe estar almacenada en alguna parte, pero deben haberla ocultado muy bien para que yo no pudiera encontrarla.

Lo primero que pienso es en aparecer en el techo del edificio del antiguo Colegio Northwest y desde ahí busco cualquier marca de magia que pueda sentir. El aire es un poco más limpio que en Nueva York, solo que el ruido de los coches y el sinfín de gente pasando por las calles parece ser de igual cantidad.

Aparentemente el colegio fue usado como una sede del partido político del cazador; un enorme letrero con la frase: El Nuevo Orden brilla en el frente del edificio principal mientras que el edificio secundario resalta por su mal estado con las ventanas tapadas con periódico y la mayor parte de los muros con numerosas marcas de pintura.

No hay nada en este lugar, solo puedo percibir la presencia de los trabajadores bajo mis pies y más allá un profundo vacío. No hay ni rastro de mi vieja escuela ni del instituto de mi padre.