Epílogo de una Guerra - Supernova.

Capítulo 4 - Memoria Rota.

Sábado 3 de Julio de 2021, 18:22 horas

—Patroclo... —su voz apenas se escucha. Instantáneamente me doy vuelta hacia él, sus ojos siguen cerrados pero tiene la boca entreabierta.

Escucho los ligeros pasos de la bruja y un rayo de luz pasa a escasos centímetros de mí. — ¿Dónde está Echo?

—Mírala tú misma —digo sin verla a vez que señalo la cueva a mi izquierda. La rubia corre hacia el lugar percatándose de la barrera un poco antes de chocar con ella.

Lentamente camino hacia donde se encuentra Alex y con un suave movimiento de mano les ordeno a las raíces del árbol liberarlo. Si cuerpo cae a la tierra con un golpe en seco como si ya estuviera muerto. Debe llevar al menos una semana así.

—No puedes sanarlo ¿o sí? —dice la pelirroja con la intención de acercarse, lo que impido amenazándola al generar una esfera de energía en mi mano.

— ¿Le hiciste esto solo para que yo viniera aquí?

—Ese no fue el principal motivo, en realidad esperaba poder retirar tu hechizo, aunque esperaba que de algún modo te contactara y me facilitaras todo.

— ¿Por qué no me lo dijiste? —le pregunta Irina.

—No era necesario, tu debías centrarte en investigar a los druidas oscuros.

—Casi lo matas —le recrimino —. Y ustedes no hicieron nada —lo última lo digo con todo el odio que llevo dentro. Sin ningún escrúpulo vuelvo hacia ellos y lanzo mis cadenas de skótos para atraparlos, pero Irina corta mi magia generando una barrera de luz y Demi con una de sonido.

—Tranquilo —dice ésta última. —, nosotros no sabíamos que estaba tan mal.

—Es cierto —le acompaña Matt quien hasta ahora se había mantenido quieto con una expresión de sorpresa. —. Te aseguro que nosotros no le haríamos nada malo.

Él es el único que está tan confundido como yo, pero a las dos chicas no parece sorprenderlos.

—No les creo.

Al estar llevando la mirada de uno a otro logro percatarme de que puedo sentir la tierra bajo sus pies y las tiernas raíces del árbol moviéndose en ella, consigo sentir como todo se mueve con tan solo pensarlo y me dispongo a dejar que mis instintos actúen. No me molestaría lastimarlos tanto como lo han lastimado a él.

—Pa-Patroclo... —esta vez su voz se escucha mucho más débil. Me siento tan impotente al no poder hacer nada para ayudarlo; la última vez que intenté impulsar la sanación de alguien solo empeoró todo ya que mi magia solo sabe hacer daño.

Me acerco a él y me inclino para tomar su cabeza y apoyarle en mis piernas. Matt llega hasta nosotros y apoya su mano en mi hombro, con su acto un doloroso hormigueo recorre mi cuerpo. Cuando George lo hacía lograba consolarme, cosa que no está ocurriendo.

—Debemos llevarlo a un hospital, está muy mal.

—No puedo transportarlo en este estado. Matt, ¿Hay algún camino rápido para salir de aquí?

—No es necesario —dice la bruja—, el tiempo que ha estado aquí hemos sabido cuidarlo. ¿De verdad crees que lo secuestramos? No, Dylan, él está aquí por su voluntad.

— ¿De qué hablas?

—Él fue quien me buscó para que lo ayudara a recordar.

—Sí, Irina, pero nunca me dijiste que esto llegaría a tanto.