¿Qué pasaría sí...? Duskwood

18-Acusación

*Macie POV*

Apago el despertador y me tapo con la sábana. Tengo que levantarme para ir a trabajar, pero no quiero. Necesito una buena razón pare ir a trabajar.
Escucho el sonido de notificación de chat e intento alcanzar el móvil. En cuanto lo desbloqueo, doy un grito al leer los mensajes que le envié anoche a Jake.
   —No, no, no, no ¡¿Esto se lo he enviado yo?! —pregunto mirando a Henry— Ah, claro, tú no estabas... ¡¿Pero esto se lo he enviado?!

Esto ha sido mejor que una taza de café para despejarse de la resaca, ver que escribiste ridículos mensajes al hombre que te gusta. No creo que vaya a poderle mirarle hoy a la cara, qué vergüenza...
Oh... Ya... Dudo mucho que me quiera ver después de haberme echado de su casa... Tiene suerte de que sea una persona amable o lo habría delatado.

Recibo otra notificación de Richy diciendo si me he visto la captura de la conversación de Phil ¡De uno en uno todos por favor! No puedo tener más de un pensamiento a la vez hoy.
No creo que Cleo haga bien en ir acusando a al azar y sin pruebas a gente, Tendría que mantenerse tranquila.
Richy no quiere creer que Phil sea el secuestrador por la marca del cuervo. Además, es extraño: Es Cleo quien ha ido a por Phil ¿Pero es Richy quien recibe la marca? Claramente no es Phil.
Parece ser que también suele invitar a las chicas a copas gratis. Que bien me viene entonces para cuando vaya a Duskwood alguna vez, porque con todo lo que está pasando, lo necesitaré.

La primera y última vez que me emborraché fue en la universidad. Ahí me prometí no volver a hacerlo y ¡Sorpresa, sorpresa! Fui la más idiota del planeta porque nunca tuve una decepción como esta. Esta vez sí que prometo no volver a beber.

Veo a Aiden y me acerco a él. Cuando le detengo, me mira con cara de decepción.
   —Ey... —empiezo a decir, con vergüenza por lo de anoche.
   — ¿Cómo te encuentras? —me pregunta, incómodo.
   —Siento lo que te hice pasar —me disculpo cubriéndome con el bolso, como si me hiciera de escudo ante las tonterías que hice—, la verdad es... Que ni si quiera me apetecía ir...
    Pone cara de desconcertado y se cruza de brazos.
   — ¿Y por qué no lo dijiste desde un principio? —su voz de sentirse decepcionado atraviesa mi cerebro. Quiero hundir la cabeza en el suelo como los avestruces— Lo hubiera entendido.
   —Porque estaba enfadada con alguien...
    Caminamos hasta dentro del edificio, continuando hablando.
   —Y querías ''vengarte'' usándome —arrastra la palabra 'vengarte', arqueando una ceja cuando me mira.
   —Ni si quiera es propio de mí, la verdad —y es cierto, nunca he hecho una tontería como esta. Llevé mi decepción demasiado lejos, arrastrando a quienes no debían—. Lo siento mucho Aiden, prometo no volver a hablarte.
    Pone los ojos en blanco, y se ríe.
   —Si me hubieras dicho que es para poner a un chico celoso, te hubiera ayudado —me guiña el ojo, junto con una risa—, puede que no sientas lo mismo que yo, pero siempre me apunto a ayudar a mis amigos.
    Le sonrío negando con la cabeza, Es incluso peor que yo anoche.
   —Ya no creo que sea necesario —explico y entramos en el ascensor. Puedo notar como algunas personas me miran mal—, él... De momento creo que debemos mantenernos alejados hasta que nuestra situación mejore.
   —Le escribiste mensajes borracha.
   —Le escribí mensajes borracha.
   —Regla número dos: No tengas el móvil a mano cuando estés borracha. Nunca sale bien.
   — ¿Y la regla número uno?
   —Nunca te emborraches.
    Oh, bien. Podía haberme dado ese consejo ANTES de emborracharme.

Trabajo de manera lenta y hay momentos en los que casi me duermo. Tengo que mantenerme despierta como sea...
   — ¿QUÉ TAL DORMISTE ANOCHE? —Lian me grita y yo me tapo las orejas, haciendo un sonido de garganta al quejarme.
   —No grites —le digo frunciendo el ceño—. Y bien, recuerdo pocos detalles, pero en cuanto me tumbé en la cama, ahí me quedé, durmiendo.
   — ¿Se puede saber qué te pasó anoche? —se apoya en la mesa, mirándome como si fuera mi madre— Todo el mundo lo está hablando, hasta después de gritar que te querías tirar a Aiden temen por sus vidas.
   —Ay Dios, no... —cojo mi bolso y hundo la cara en él.
    Lian me lo quita y me señala con el dedo. Está furiosa.
   —Eso te pasa por beber ¿has aprendido la lección?
   —Créeme... Demasiado bien... —recuerdo al menos la conversación con Brian porque ahí estaba más lúcida hablando de lo mucho que me gustaba Jake, aunque no le nombrase— ¿Te dijo algo Brian?
   —Dime que no le propusiste tirártelo.
   — ¡No! Además, Brian tampoco es para tanto.
    Me mira mal y se cruza de brazos.
   —En fin, no, no me ha dicho nada ¿por qué? ¿Le has contado algo? ¿Es sobre mí?
    Bien, estoy salvada. Me alegra que Brian no se lo haya contado al final.
   —No, por si acaso dije alguna tontería, nada más.
   —Entonces no te preocupes, no me ha dicho nada.
    Es bueno saber que a su marido no le interesa las historias de romance de otros que no sean Lian y él. Y más siendo Lian el centro de su mundo.
Maldita sea, qué romántico. Los odio.