03|Encuentro inesperado.

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Salí por las puertas de madera del enorme edificio a mis espaldas y me detuve por un momento para disfrutar de la ráfaga de aire que golpeó mi piel al salir al exterior, misma que me causó una sensación de alivio.

Después de todo había pasado tres horas de mi vida escuchando una conferencia para completar mi primer trabajo sobre literatura que uno de mis profesores me había asignado.

Estiré mi cuello y solté un suspiro, colocándome mi abrigo al notar que la temperatura estaba disminuyendo.

Comencé a caminar detrás de un grupo de estudiantes que habían salido del mismo edificio hacia una zona mucho más abierta del campus. Terminé desviando mis pasos a mitad de mi camino hacia el estacionamiento de la universidad para comprar un vaso de café en un pequeño puesto dentro del campus de Aldcrest, a dónde había tenido que acudir para la conferencia.

Me encontraba sumergida en mis pensamientos mientras esperaba mi turno en la fila para ordenar cuando de pronto una mano se posó inesperadamente sobre mi hombro, llamando mi atención al darme un pequeño apretón.

Inmediatamente, mi piel se erizó ante el gesto inesperado.

Fruncí el ceño e instintivamente giré bruscamente mi cuerpo hacía la persona que llamaba mi atención, dando un paso hacia atrás para mantener la distancia entre ambos al mismo tiempo que levantaba los brazos frente a mí para protegerme.

Una coreografía que había aprendido a realizar a los catorce gracias a los ataques que Carter solía tener conmigo.

Mi corazón detuvo sus fuertes palpitaciones, disminuyéndolas considerablemente al observar a la persona frente a mí. Todos y cada uno de mis músculos tensos se relajaron y solo entonces pude soltar un suspiro de alivio al observar a Seth parado frente a mí, mirándome extrañado por mi reacción, pero con una sonrisa divertida en el rostro.

—¡Cielos, Seth! —me quejé, dejando caer mis brazos a mis costados, sintiéndome más relajada y menos en guardia—. No abordes a las personas de esa manera.

Él soltó una pequeña risa, asintiendo con aires de culpabilidad.

—Lo siento, no esperaba que reaccionaras de esa forma —se disculpó, acomodando la correa de su maletín sobre su hombro izquierdo—. La próxima vez, gritaré tu nombre primero.

Sonreí, notando la amabilidad en su voz.

—Te lo agradecería.

Él me sonrió de vuelta, entonces volví a fruncir el ceño.

—¿Qué haces aquí? —cuestioné, cruzándome de brazos frente a él mientras intentaba leer su rostro con la mirada.

Él sonrió divertido.

—Estudio aquí —respondió de manera obvia—. ¿No me escuchaste decirlo en nuestra reunión hace una semana?

Sentí mis mejillas calentarse al recordar por qué no sabía algo tan aparentemente obvio como la universidad a la que Seth asistía, y el motivo era Alexis Indigo. Había pasado prácticamente toda la velada sumergida en su sola presencia frente a mí que olvidé prestarle atención a los demás presentes en la mesa.

Sonreí a modo de disculpa.

—Debí haberlo pasado por alto —me limité a responder.

—A todo esto, ¿Tú qué haces aquí? Creí que habías dicho que estudiabas en Morpond —preguntó, cambiando de tema.

—Ahí estudio. Estoy aquí porque asistí a una conferencia abierta a todo el público para un trabajo de literatura —expliqué antes de girar y hacer mi pedido al chico que se encontraba atendiendo el puesto, quien noté se quedó observándome por unos segundos más de los necesarios.

Promesa de amor en esperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora