Haruchiyo Sanzu

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Sus delgadas piernas, cruzan toda linea de sensatez y prudencia a la hora de mirarme.
Mi corazón late con fuerza por la extraña manera en la que no puedo apartar mi mirada de el escote que decora el taruaje en su pecho, en este preciso momento debo de abandonar toda clase de pensamiento sucio de mi mente por el bien de mi rey.

— Sabes que no puedes tocarme?— Sus yemas recorren la longitud de su cuello— Podrias hacerlo si me das lo que quiero

— Ya hablamos de esto muñeca, todo tiene un precio y lo que me pides... no es tan facil de conseguir

Ahora sus orbes se posan en el problema que ella ah creado en mi pantalon, mi polla sufre al estar atrapada en esta mierda, siento claramente como me desnuda con esa mirada lasiva— Qué ah pasado con el Haru que me prometio el cielo, el mar y las estrellas? Acaso ahora solo es una perra sin solución? Dimelo ahora y saldre por esa puerta para jamas regresar

El entrecejo que se crea en ella acompañado de ese puchero en sus labios. Dios! Solo quiero follarla duro hasta que su deseo este cumplido, pero realmente estoy listo? O solo estoy caliente?

Me levanto del asiento para dirigirme hacia ella, tomo sus caderas entre mis manos dando ligeros apretones en la misma, debido a la diferencia de alturas tengo que bajar la cabeza para verla, algunas lágrimas se derraman por sus mejillas mientras que sus manos forman puños en mi pecho.

— Por qué no quieres tener una familia conmigo? Solo soy otra de las que forman parte de tú satisfaccción?!

— La unica mujer bajo este techo que es capaz de darme tanto placer, no solo en ese sentido— Tomo su menton para que vea como la verdad sale de mi— Eres tú

Sus ojos se achinan dejando salir más lágrimas, beso la punta de su nariz dejandome embriagar por el aroma que emana su cabello, mis dedos pasan a travez de el sintiendo como esos mechones suaves cambian de forma.

Nuestros labios se funden en un beso necesitado, el ligero sabor salado de sus lágrimas entre en esta danza de lenguas que creeamos en nuestra union— Solo pienso en el dia que llegue a nuestro hogar, para ver a una version pequeña de ambos

Tomo asiento en la orilla de la cama, ella me besa con total pasión haciendo que todo a nuestro alrededor sea insignificante, mis manos bajan y suben por la curva de su cintura hasta llegar a su trasero, tomo las orillas del vestido con el que tantas veces me espero por las noches, ella si tiene lavadora.
Alza sus brazos dandome espacio para sacar la prenda, sus pechos desnudos con los pezones erectos pidiendo un poco de atención en ellos. Mi boca esta ocupada pasando mi caliente lengua por la areola y mis manos dan caricias en sus muslos, casí llegando al lugar más necesitado, me recargo en la cama acomodando su cuerpo sobre el mío, creando así una fricción entre ambas partes, los supiros hacen de esta la mejor parte de mi dia, sus manos haciendo todo lo posible por no jalar mis mechones.

— Haru~

— Aún nos falta demasiado— Digo sosteniendo sus pechos en mis manos

Alejo ligeramente mi cuerpo para recorrer por completo su cuerpo semidesnudo, hago una pausa para que ella quede recostada en la cama, una de sus manos toma uno de sus senos mientras que la otra ingresa por la tela de las bragas azul cielo.

Se que ire al infierno, pero por esta noche conocere el cielo.

Quito todas mis prendas en cuestion de segundo dejando a la vista las horas que eh pasado en el gimansio, subo una de mis rodillas para tomar su delgada y pequeña mano comparada con la mía, baja y sube por toda el area haciendo que el calor se expanda aún más en mi.

Un camino de besos es necesario para que esta noche sea inolvidable, bajo por la longitud de su cuello, hasta esas claviculas marcadas que suben y bajan por la respiración— Dejame hacerte sentir bien— Succiono y muerdo su piel dejandola repleta de marcas rojizas que mañana seran el simbolo de nuestra union, sus brazos pasan por mi la parte trasera de mi cuello, junta nuestros labios saboreando todo de mi, sus ojos se cierran por la exitación del momento, mis dedos bajan a ese lugar prohibido remplazando su mano por la mía, encuentro rapidamente su clitoris haciendo presión en el mismo, sus labios se aprietan y las lágrimas vuelven a hacer presencia.
Su abdomen no se libra de mi intromision, bajo dejando los besos que en unos cuantos meses no solo seran para ella.

— Estoy lista Haru~— Dice con dificultad para mirarme desde arriba

— Segura?

Ella hace ese gesto de cabeza dandome una respuesta afirmativa, mi cuerpo se levanta dando una ultima vista al desastre que eh dejado, mi miembro pide por más de ella, quiero sentir su calor rodeandome, quiero que ella sienta cada centimetro de mi.

Tomo mi miembro masturbandolo un poco mirando esa entrada chorreante, varias gotas de sudor ya recorren mi marcado abdomen— Espero que esto no sea solo una fiebre de bebe

Sin más preambulo meto por completo mi duro pene en esa entrada que provocativaemente chorreaba de fluidos, nuestras pieles chocan una y otra vez haciendo que alto sonido resuma todo en la habitación, sus senos rebotan chocando contra su piel, los gemidos de ambos se mezclan.
Saco por unos instantes mi polla de ella para colocar sus piernas en mis hombros, gracias a la nueva posición siento aún más su calor.

Mi pelvis choca contra su necesitado nudo de nervios haciendola llorar de placer, las embestidas aumentan aún más, algo en mi palpita y no es precisamente mi corazón, nuestro labios se unen nuevamente antes de dejar salir por completo mi carga en ella, el nudo en su abdomen el liberado después de unas cuantas embestidas, gime y gime por más de mi y quien soy yo para negarselo.
...

— Dónde estuviste ayer?! Casí nos asesinan maldito drogadicto!

— Cierra la puta boca que le estaba haciendo un hijo a tú hermana, deberias agradecerme que ahora tendras familia

Así es! Todo este tiempo el gran Sanzu Haruchiyo se a estado follando a la hermana de mi querido Kaku, quien fuera yo para hacer una pintura de su expresión— TE FOLLASTE A MI HERMANA?!

— Desde hace años, nos casamos hace como dos meses en el caribe, Mikey lo sabe

— Fue lindo hasta que llegamos al hotel

me andWhere stories live. Discover now