Hanma Shuji

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— Y bien?— Estar en este lugar con una linda chica es el mejor trabajo que me han dejado hacer en años— Hablame de ti, dios de la muerte

— Trabajo para un tipo millonario que conocí en la adolesencia

— Ganas bien?

— Solo te importa el dinero?

— No, pero es mejor saber desde ahora si tienes plata, sabes?

Desde esta distancia puedo ver sus nudillos levemente rojizos por la temperatura fria de la noche, sus mejillas marcando esas tonalidades junto a la punta de su nariz, puede parecer una linda chica que trabaja como maestra en una institución, pero es todo lo contrario.

Ahora mismo acaba de asesinar a tres tipos con un tenedor— Tienes razón, el dinero y el poder lo son todo en esta vida

— Me alegra que lo entiendas

— Muñeca te voy a decir la verdad— Digo tomando una de sus suaves manos entre la mía proporcionando un beso en ella— No busco nada serio, pero estoy demasiado necesitado esta noche— Bajo su mano al bulto que se ah formado en mis pantalones desde que la ví entrar por esa puerta

— Enserio?

Acaricia el bulto sintiendo la dureza que no para de aumentar, entre sus dientes toma su labio inferior tratando de conservar la poca cordura que nos queda.

— Te gusta?

— Claro, puedo notar que tienes experiencia

— La tome después de habersela chupado a tú por años— Se levanta sin dejar las caricias de lado, sus rodillas tocan la alfombra, pero a pesar de todo su mirada dominante no se desvia ni un poco de mi expresión

Abre mi cinturon seguido de los botones del pantalon, la brageta baja hasta el final dejando paso a su vista a la tela grisasia que esconde a Shuji bebe.
Toma ambas orillas del pantalon haciendo levantra ligeramente para que pueda sacarlo por completo. Mi miembro queda descubierto opacando cualquier distracción momentanea, relame sus labios para tomar la punta rozada bajando sus dedos por la misma.

— Dale un beso

Una sonrisa nasal sale de sus labios dejando un beso en la punta, para después meterla dentro de su caliente boca, sus manos bajan y suben desde la base hasta donde llegan sus labios. Las venas de todo mi cuerpo se marcan por que nunca nadie me la habia chupado de esta manera, ella trata de quitar su cabello para poder hacerlo mejor y si es por eso soy estilista profesional, entre mis manos tomo todo su cabello para después empujarla contra mi.

Su respiración esta justo en la parte baja de mi abdomen, manchando mi camiseta  con las lágrimas que derrama, todo el calor de su boca me hace querer follarmela hasta el olor a semen resuma el aroma de la habitación.
El vaiven comienza conmigo marcando el ritmo, duro y salvaje que tanto me gusta, su boca sube y baja mojando por completo mi polla, sus uñas se encajan en mis muslos trantando de mantener el equlibrio, comienzo a palpitar dando a entender que en unos momentos el liquido pegajoso y blanquecino manchara su garganta.

— Algo me palpita y no es el corazón!~

Sus gemidos ahogados por mi trozo de carne son lo más glorioso que eh vivido hasta ahora.

Después de unas cuantas embestidas el semen se dispara en su boca, algunas gotas se derraman por su barbilla hasta caer, la vista de ella arrodillada ante mi con mi pene en su boca y mi semen saliendo de la misma es algo que quiero capturar el resto de mi vida.

La separo de mi levantandome en el proceso— Abre la boca

Ni el más minimo rastro de mi se encuentra dentro, su lujuriosa mirada aún en mi polla solo me da a entender una cosa.
Escupo en su boca un poco de mi saliva, cargo su cuerpo con el mío frotandolos el uno contra el otro, incluso con las bragas puesta siento la humedad en ella. Lanzo su cuerpo sobre la cama, subiendo a ella como un puto animal salvaje, tomo el sexy escote admirandolo por ultima vez, seguido de eso rompo por completo aquel vestido de saten rojo, sus tetas se liberan con la fuerza ejercida rebotando en una vista maravillosa, me lanzo a deborar sus pezones totalmente erectos mordiendo y pellizcando la areola adornada por unos hermosos pircings en ellas.

El sabor del metal en mi boca acompañado de el sudor y sabor de su piel, sus gemidos salen como de ella como la perra que es. Jala mi cabello y me separa de mi festin nocturno solo para quitar mi camiseta, después de eso regreso a marcar lo que por esta noche es mio, sus uñas se encajan en mi espalda dejando rasguños por ella, y sus dientes se calvan en uno de mis hombros, bajo mis besos por su abdomen cubierto de tinta y algunas cicatrices que han quedado en ella con los años.

— Shuji~ Llename de ti~

Tomo sus bragas sacandolas de un tiron dejando su humeda entrada, sus labios hinchados necesitados de mi, los fluidos chorreando por sus muslos y su boton de nervios pidiendo un poco de atención.

— Zorra de mierda

— Lo que quieras, puedo ser

Mi polla grita por meterla en su entrada solo para terminar en ella de una sola estocada, nuestras pieles chocan la una con la otra, sintiendo el calor del otro. Su interior me esta asfixicciando pero es imposible no gemir en su oreja cada vez que entro en su agujero chorreante, sus tetas rebotando chocando en su piel dejado una marca roja en su piel, un poco de fluido salpica nuestras pieles, ella rie mierntras gime por que cree que es divertido.

Mis estocadas tocan la suavidad de sus paredes llegando a esa parte que me impide tocar su utero, grita mi nombre y llora por el placer del momento, mis testiculos chocan con su segunda entrada y finalmente nos liberamos manchando aún más las sabanas.
Salgo de ella para voltearla dejando su gran culo a mi merced, saco del cajon una botella de lubricante derramando todo el liquido en mi pene y su segunda entrada.

— Es... espera

— Virgen?

— ...

— No te preocupes, sere suave

Entierro por completo mi polla en ella siendo abrazado al instante, mis brazos se abrazan a su cintura, golpeando mis bolas contra ella, las estocadas, el sudor y los fluidos dan un olor asqueroso para todos y deslicioso para nosotros.

Aprieto sus tetas entre mis manos y muerdo la parte trasera de su cuello sin dejar de empalarme en mi nuevo agujero para derramar mi semen.
Unas cuantas estocadas más son el final de nuestra union, por ahora.

— Ahhhh~

Caemos a la cama y nos abrazamos para darnos un ultimo beso sin sentimientos de por medio.

— Te gusto?

— Tendria que volverlo a comprobar por que ya lo olvide

me andDonde viven las historias. Descúbrelo ahora