Like Before [Moonchild] | Neteyam

𝟕

Erìhe frunció el ceño acusadoramente y se alejó, sus ojos enfocados en la arena. No quería fulminar con la mirada al Tsahik.

"Serán lentos en el agua", les dijo Ronal y luego pasó a tomar las dos manos de Kiri. "Estos niños-" levantó las manos, "-¡ni siquiera son verdaderos Na'vi!"

Miró a su alrededor mientras escuchaba a la gente jadear. Jake y Neytiri compartieron una mirada.

"Sí, lo somos", dijo Kiri a la tsahik, retirando sus manos.

Ronal la soltó y caminó hacia donde estaba Erìhe junto a Lo'ak y Neteyam. En su lugar, había dejado que Kiri fuera solo para humillar a Lo'ak. Ella levantó su mano, "¡Tienen sangre de demonio!" Ella anunció mientras extendía sus dedos para mostrárselos a todos.

Se escucharon más gritos de asombro.

Erìhe dio un paso adelante para decir algo, pero Neteyam la detuvo agarrándola del brazo. Cuando ella lo miró, él simplemente negó con la cabeza un poco.

"Mira", dijo Jake y levantó su propia mano, "¡Mira!" Mostró a todos sus dedos, "Mira, nací con la gente del cielo y ahora soy Na'vi. Está bien, puedo adaptarme". se dio la vuelta para mirar al jefe. "Nos adaptaremos. ¿De acuerdo?"

Neytiri salió de detrás de Jake para mirar a Ronal, quien había regresado para pararse junto al Olo'eyktan. "Mi esposo era Toruk Makto", le dijo. Jake hizo una mueca, como si hubiera esperado que ella no lo mencionara. "Llevó a los clanes a la victoria contra la gente del cielo". Volvió los ojos hacia el jefe. Tonowari simplemente inclinó la cabeza a modo de asentimiento.

"¿A esto le llamas victoria?" Ronal preguntó: "Ocultarse entre extraños". Neytiri miró hacia abajo y Ronal dio un paso más cerca de ella antes de volver a mirar a Jake. "Parece que Eywa te ha dado la espalda, elegido".

Neytiri gruñó, la Tsahik la había vencido. Ronal no estaba en fase, simplemente le gruñó. Los dos hombres parecían quedarse sin palabras mientras las mujeres se lanzaban miradas de muerte.

Finalmente, Jake habló, interponiéndose entre las mujeres: "Me disculpo por mi pareja. Ella es-"

"No te disculpes para mí", le dijo Neytiri.

"-voló un largo camino y está exhausta", continuó Jake.

"Jake", siseó Neytiri. Cuando Jake solo alzó las cejas, ella dio un paso atrás, con evidente molestia en sus ojos.

Las mujeres retrocedieron y se pararon junto a sus maridos. Cuando Ronal lo alcanzó, Tonowari dio un paso adelante para colocar una mano sobre el hombro de Jake, "Toruk Makto es un líder de la Gran Guerra", dijo mientras miraba a su gente, "Todos los Na'vi conocen su historia". Soltó a Jake y extendió los brazos. "Pero nosotros, Metkayina, no estamos en guerra. No podemos permitir que traigas tu guerra aquí". Les dijo y observó cómo Jake recogía a la pequeña Tuk que estaba cansada por el viaje.

Erìhe cambió el peso de ella ansiosamente, nerviosa de que tuvieran que irse de nuevo.

"Terminé con la guerra", Jake dijo: "¿Está bien? Solo quiero mantener a mi familia a salvo", les dijo. Erìhe vio como Olo'eyktan y Tsahik la miraban. Deben haber sabido que ella no era uno de sus hijos.

Ronal y Tonowari apartaron la mirada de ellos para mirarse a los ojos.

"Se le ha preguntado para Ukturu", dijo Neytiri mientras sostenía la mano de Kiri. sobre su hombro.

"¿Tendremos que irnos?" preguntó Tuk mientras hundía su cabeza en el hueco del cuello de su padre.

Jake sostuvo su cabeza, "Todo estará bien", le aseguró.

El jefe miró a su esposa y parecían estar teniendo una conversación sin palabras. El intenso contacto visual se rompió cuando el Tsahik finalmente asintió levemente. El Olo'eyktan se dirigió a su gente, "Toruk Makto y su familia se quedarán con nosotros".

Erìhe miró hacia arriba, sus ojos llenos de esperanza.

Trátelos como nuestros hermanos y hermanas", dijo Tonowari, "Ellos no conocen el mar, por lo que serán como bebés, respirando por primera vez. Enséñales nuestras costumbres para que no sufran la vergüenza de ser inútiles", se volvió hacia ellos.

Jake dejó escapar un suspiro de alivio antes de volverse hacia su familia y Erìhe, "¿Qué decimos?"

Tuk sonrió al jefe, "Gracias". Jake y el resto repitieron esto.

"Gracias", sonrió Erìhe.

"Mi hijo, Ao'nung, mi hija, Tsireya les mostrará a tus hijos qué hacer", dijo Tonowari, señalando a uno de los chicos que se había burlado de ellos cuando llegaron, y a la joven que había llamado la atención de Lo'ak.

Tsireya sonrió al grupo mientras su hermano se volvió hacia su padre, "Padre, ¿por qué yo-"

El jefe lo interrumpió, "Está decidido".

Erìhe rió en silencio al niño. Fue Neteyam quien tuvo que hacer que ella mirara hacia otro lado. Lo hizo colocando una mano sobre su hombro y sacudiendo la cabeza. Ella simplemente se burló y sacudió su mano.

"Vengan", dijo con una sonrisa, "voy a mostrar a usted nuestro pueblo."

Erìhe sonrió y fue la primera en seguirla. Tsireya parecía una buena persona.

Tsireya les había mostrado el camino a través del pueblo hasta su nueva cápsula marui. Erìhe había preguntado dónde se hospedaría, pero Neytiri ni siquiera quiso escucharla. Ella le dijo que se quedaría con ellos y no aceptó un no por respuesta.

Tsireya fue cálida y acogedora, incluso los ayudó a llevar sus pertenencias a su nuevo hogar. Erìhe rápidamente descubrió que le gustaba la chica, y sabía que a Lo'ak también. Ella nunca dejaría de molestarlo por eso, aunque no podía culparlo por estar interesado.

"Esto es para ustedes", dijo Tsireya cuando finalmente llegaron a la apertura de una cápsula marui vacía. Dejó una cesta que había estado cargando en el suelo mientras permitía que los demás pasaran. "Su nuevo hogar".

Jake abrió el camino, "Sí, esto funcionará", dijo, "¡Esto es genial! Esto es agradable, ¿verdad?" Preguntó a los demás y se giró para mirarlos.

Erìhe sonrió mientras ella observaba el lugar. Fue más que agradable.

Cuando Neytiri dejó caer el colchón que había estado cargando, Erìhe pudo notar fácilmente que no estaba feliz. Todos sabían que estaba agradecida, pero extrañaba su hogar. Extrañaba a su gente.

Tuk sonrió mientras dejaba su sturmbeest roto y miraba a Erìhe, quien se acercó para alborotarle el cabello. Tuk soltó una risita mientras apartaba las manos juguetonamente: "¡De ahora en adelante, vivirás con nosotros!"

"Mhm", tarareó Erìhe y sonrió. Neteyam rodando los ojos no pasó desapercibido para ella, pero decidió que no comentaría.