No te fijes si es rubia, morocha, colorada, castaña o con el pelo de colores. No te fijes en si tiene 90 de busto, o 110 o 75. No le prestes atención a la ropa que usa. Si insinúa, si muestra, o si es más reservada. No te fijes en la cantidad de ex que tuvo. Uno, veinte... es igual. La vida la puso delante de vos... hoy. No te fijes si tiene piel de seda, o celulitis y estrías. No pierdas tiempo en darle bola al tamaño de su cola, importa más el de su corazón. Fijate en cómo te mira, fijate si sostiene la mirada con cara de embobada mientras te escucha hablar. Fijate en cuánto le mide el corazón. Fijate si está ahí cuando la necesitás para olerle el perfumito del cuello porque te diste cuenta de que el mundo apesta. Fijate si planea con vos su futuro. Si te hace parte de su felicidad y de sus tristezas. Fijate si está en las malas. En las buenas está cualquiera.
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Fijate en como trata los animales, a los chicos, a los abuelos. Fijate en como te espera con un fernet helado si sabe que tuviste un mal día. Prestale atención al remo que le mete a lo que sea, con tal de sacarte una sonrisa. Fijate en eso. Fijate en que no tenga miedo de sentir miedo. Fijate en que no le tiemble el pulso si tiene que pedirte ayuda. Fijate en que quiera estar con vos a pesar de que pueda estar sola. Que labure o estudie o haga lo que ama, pero que quiera siempre aprender y ser mejor. Fijate en que sea independiente, que tenga sueños, metas, anhelos... Fijate en que sea buena piba... Y dejá de andar como un boludo persiguiendo un árbol, te estás perdiendo el bosque. #MenosCabezaMásCorazón
