Kimetsu No Yaiba Oneshots

Kamado Tanjiro

Tuve la tentación de poner Kamaboko Gompachiro, lo JURO

Un oneshot bien tranquiloso, en un Au moderno porque me gustó el de giyuu tmb

Miraste totalmente admirada al muchacho, cien por ciento convencida, saltar por las rejas del colegio, el cual acababa de cerrar las puertas.

El club de gimnasia, desde la graduación de las integrantes de tercer año, el club estaba sufriendo las consecuencias de éstas bajas.

La cosa era que habían abierto el proyecto de gimnasia también para los hombres, atrayendo a un par de curiosos que habían hecho sus cosas, pero también se habían graduado, por lo que ya no tenían un referente real de lo que realmente eran capaces de hacer los integrantes masculinos. No estaban atrayendo a nadie, y eso era peligroso. Pronto comenzarían a recortar fondos y no se podrían ingresar a las competencias, ya que tenían un mínimo de cupos.

Y después de repartir panfletos y cosas del club por toda la escuela, no habían conseguido a nadie más que un par de chicas que se habían unido porque había una alumna de tercer año que era maravillosamente amable y de alguna forma las habría hecho sentir mal si no se pasaban alguna vez. Y también por el mánager elegido del equipo era un chico muy atractivo.

Pero ese día, al verlo allí, rumbo a tus clases, te sonreíste con toda la emoción del mundo, y abriste la ventana para señalarlo.

A aquél chico que saltaba las rejas del colegio entrando porque, bueno, estaba llegando tarde.

Esas habilidades atléticas estaban a flor de piel, listas para ser usadas, él podría ser un excelente miembro del club. Pero no sabías quién era.

—¡Oye!— exclamaste después de inclinar tu cuerpo sobre el marco de la ventana, dejando medio cuerpo fuera de ella.

Él intentó hacerte callar, colocando su dedo índice sobre sus labios con un gesto de fuerte convicción a que acatases esa simple orden.

Aunque no estabas tan consciente a esa hora de la mañana, ya estabas totalmente segura de que él estaba en peligro de ser sancionado de alguna forma, por lo que la lamparita mental dadora de ideas se encendió.

Bingo.

—Gracias, de verdad. No sé quién eres, pero gracias— agradeció el muchacho desconocido mientras le ayudabas a pasar por la ventana. Él intentó hacer a tí una reverencia para poder darse el lujo de agradecerte, pero resultó en que no le habías soltado la mano— Ésto...

—¿Cuál es tu nombre?

—Kamado Tanjiro... De primer año.

—¿Estás en algún club?— preguntaste con la esperanza de que, ojalá...

Negó con la cabeza.

—¿Te interesaría unirte al club de gimnasia? Eres increíble.

Él encontró tu rostro tan concentrado... adorable, puede llegar a ser un ejemplo del como podría describirse tu hermoso gesto.

Sin darse cuenta, sus mejillas se sonrojaban por momentos.

—¿Sí?