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Bakugo Katsumi hizo prometer a su hermano que iba a cuidar a Midoriya Izuku.

Aunque Izuku nunca supo porque, la verdad era que la mayor de los Bakugo no soportaba los matones, ella misma, en sus tiempos de estudiante, era la encargada de defender a los que no lo hacían por sí mismos.

Pero ella ya había terminado el colegio, y no podía defenderlo, así que confiaba que su hermano dejaría de importarle una mierda todo si al menos iba a la escuela para cuidar de él.

Por más que una parte de Izuku estaba ofendido, porque él no quería ningún guardaespaldas, una parte de él sabía que no el haría mal.

Y la idea de que Bakugo lo
cuidara le gustaba.

Al día siguiente Katsuki se había sentado en el banco junto al suyo, mandando a la mierda a la chica que reclamó su lugar.

Izuku se había ganado miradas de odio por parte de la chica y de sus amigas, pero Katsuki dijo que si él no podía decirles nada él lo haría.

Eso le había causado gracia y había soltado una risa muda, no pudo evitar ruborizarse cuando vió a Katsuki sonreír por aquello.

Se preguntó si lo hacía porque su risa sin ruido era muy ridícula, si él mismo era ridículo.

Esos pensamientos lo habían hecho bajar la cabeza, avergonzado, y Katsuki se habia dado cuenta de su cambio.

ㅡ¿Qué pasa, Midoriya? ㅡ preguntó con amabilidad, doblándose para mirar a Izuku al rostro, que tenía agachado.

El chico negó, aunque sus manos se movieron en un gesto que Katsuki no pudo entender.

Katsuki suspiró un poco, no sabía nada de Izuku, pero parecía que él no se había acostumbrado a no usar el lenguaje de señas.

Bakugo tomó su cuaderno de notas y una lapicera, dejándolo caer sobre el banco de Izuku, haciendo que el chico se irguiera con sorpresa. ㅡ Di lo que quierasㅡ dijo, señalando al cuaderno.

Izuku tomó la lápicera con duda, escribiendo lentamente y con vergüenza, luego le alcanzó el cuaderno a Katsuki.

"¿Soy ridículo?" Preguntaba en la
hoja.

Katsuki frunció el ceño, mirando las palabras, luego alzando para ver a Izuku, quién volvía a mirar hacia abajo, pero notó el brillo de las lágrimas.

Enojado, Katsuki arrancó la hoja del cuaderno, rompiendola en muchos papelitos, haciendo que Izuku lo mirara.

Juntando la hoja rota en su puño, apretando con fuerza, Katsuki se inclinó hacia Izuku, mirando directamente sus ojos.

ㅡNo tienes nada de ridículo, Midoriya.

Mute || BakuDekuWhere stories live. Discover now