1. El partido

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Julian

Hoy nos toca jugar contra el Sevilla, es un equipo que no nos cuesta, de verdad queremos ganar, es el último partido de la Champions League, ya con este partido sería el quinto que me pierdo. Me lesionaron desde el primer partido porque sabían que yo era la pieza clave para poder avanzar en la tabla de puntuaciones, me dieron un golpe en el muslo derecho por lo que el doctor me ha recomendado reposo. El que nos toque jugar contra el Sevilla significa jugar encontra de mis compañeros de la selección de Argentina, no me gusta pero tengo que hacerle, igual no voy a jugar.

Pep esta dando las indicaciones antes de que salgamos de nuestra sede para que vayamos al estadio. Cada vez antes de salir nos recuerda siempre lo mucho que tenemos que ganar, yo por mi parte pienso que lo mejor es divertirse, mostrar pasión a la hora del juego y sobre todo dejarlo todo, aunque también quiero ganar, eso no lo voy a negar.

Mis compañeros empiezan a subir sus maletas con lo que usarán para después del partido, llevan toallas, zapatos cómodos y ropas de cambio. Yo solo tengo que llevar mi uniforme puesto y poner una bonita cara en todo momento.

—Oye Julian, cambia esa cara que igual vas a apoyar al equipo. —Dice Pep.
—¿No quieres que lleve un cartel también para que se note que los apoyo desde la banca?, —Pregunto y todo el equipo se ríe, esta claro que a Pep mi comentario no le ha hecho gracia.
—Venga, todos al autobús ahora.

Mis compañeros han empezado a salir con sus cosas, yo me quedo de último con Laporte, que es el único que siempre se queda conmigo y mi compañero de habitación.

—Venga ya Julian, cambia la cara, al menos podrás ver mujeres lindas en el partido en lo que nosotros jugamos
—En serio que eres un pelotudo, voy a ver el partido, no a ver mujeres, —Digo.
—Estas lesionado de la pierna, no de los ojos, ahora mejor salgamos o Pep es capaz de dejarnos aquí, —dice Laporte y mejor salimos.

Subimos al autobús y Pep se ha puesto a hablar, me coloco los audífonos porque no quiero escuchar el mismo discurso de siempre, y menos cuando no voy a jugar, busco algo en Spotify para escuchar, pero recuerdo que mi hermano me ha pasado una playlist que según él está buena. La reproduzco y empiezo a mover la cabeza al ritmo de la música.

Abro los ojos de golpe y volteo a ver quien me ha pegado.

—¿Qué?, —es lo primero que digo cuando noto que me están viendo.

—Pep dice que tenemos que estar más unidos que nunca, y que te conseguirá una chica para que te ayude con ese mal humor. —Dice Palmer.
—Que gracioso Palmer, pero él sí la necesita, mira esa cara que tiene desde que le dije que llevaría el cartel para animarlos.

Pep solo me da una mirada severa, se que mi comentario no le hace gracia, pero a pesar de que soy bastante tímido cuando me joden tanto como lo hizo Pep antes de salir suelo contestarles.

Llegamos al estadio, las fans que llegan a recibirnos casi siempre son las mismas, América que dice ser la mayor fan mía es la primera a la que miro y la que me saluda de lejos. Con ella hemos hablado un par de veces, pero la reconozco a metros porque siempre me acosa en redes, es como si ella me estuviera espiando la mayor parte del tiempo.

Mis compañeros bajan del autobús siguiendo a Pep, siempre soy el último en bajar, por lo que me tomo mi tiempo. Cuando lo hago se escuchan más gritos que antes y los sonidos de las cámaras que tienen los reporteros también son mayores.

—¿Cuando jugarás de nuevo Julian? ¿Hay alguna chica ya en tu corazón? ¿Como sigues de la lesión? ¿Vas a jugar hoy?

Me detengo unos momentos para responder las preguntas, y les hablo.

Un gol para PaolaWhere stories live. Discover now