Seres

Capítulo 4 - Primer día de clases

Hoy es el primer día de clases, si se le puede llamar así.

Son las 8 de la mañana y me encuentro en el comedor tomando el desayuno. El día que llegamos a la academia nos fue entregado un horario con nuestras respectivas clases.

Tenemos -sí, porque todos tenemos el mismo horario- clases desde las 9 am hasta las 4 de la tarde, de lunes a jueves. Los viernes son reservados para la clase de iniciación de magia, la más difícil de todas, pero la más importante.

Terminado mi desayuno me dirigo rápidamente al aula donde recibiré mi primera clase: historia del mundo sobrenatural.

Esta clase en particular me emociona mucho, pues aunque también recibimos clases de historia sobrenatural en las comunidades humanas, no es lo mismo recibirlas directamente en medio de lo sobrenatural.

Los pasillos de esta academia son un poco parcos. Las paredes color beige que se unían con el piso en madera maciza de vez en cuando eran interceptadas por ventanales de cristal por los cuales atravesaba el sol formando paralelogramos de luz que se reflejaban por todo el lugar.

Al llegar al salón me encuentro asombrada, se trataba de un espacio más bien reducido con un piso en mármol de cuadros blanco y negro opacos, como si de un tablero de ajedrez se tratase. A los laterales diferentes antiguas esculturas artísticas se empotraban en las paredes de piedra ofreciendo el aspecto rústico y añejo que tanto caracterizaba a la mítica academia.

En el centro del salón se encuentra una mesa de granja grande con diez sillas en madera a su alrededor. En una de ellas se encontraba sentada mi amiga, Andrea. Me dirijo hacia ella y tomo asiento en la silla a su lado derecho.

Al cabo de unos minutos entra ya el profesor que nos dictará la clase.

Es un hombre bajito como de mediana edad. Tiene cabello blanco, largo pero bien peinado. Viste una larga túnica gris, sus ojos escondidos tras los vidrios de sus finos anteojos y su cabeza es adornada por un gorro puntiagudo.

—Buenos días, alumnos —Exclama aquél hombre de ojos negros.— Sean bienvenidos todos a la clase de historia sobrenatural.

>>Me gustaría iniciar con una pequeña introducción acerca de mí. Soy Ulrich Aemond. Historiador, escritor y profesor con más de 400 años de experiencia contándole a las nuevas generaciones los maravillosos hechos de nuestro mundo.

Termina el profesor con gran orgullo. Durante su pequeño discurso se dedicó a recorrer lentamente el aula, mirándonos a todos a los ojos, como queriendo evaluarnos.

—¿Alguna duda? —Pregunta al llegar de nuevo al escritorio mahogany caoba que se encuentra en la parte delantera del salón. Inmediatamente un chico levanta la mano.

—Profesor —Habla un poco tímido— ¿Y qué ser es usted? —El profesor sonríe satisfecho. Como si se esperase ya la pregunta.

—Soy un mago, jóven Brown. —Dice con simpleza mientras el compañero lo mira asombrado.

"Sabe mi apellido" Murmura aquél jóven anonadado.

¿Es ese su apellido? Pero cómo lo supo...

—Como mago, señorita Gómez —Se dirige hacia mí— Es mi deber saberlo. —Me lanza una mirada curiosa y lo miro a los ojos por unos segundos hasta que me doy cuenta de mi estupidez.

<<Es tu profesor, debes guardarle más respeto.>> Me reprendo mentalmente.

—Les pediría que se presentaran brevemente —Dice mientras se dirige nuevamente al escritorio— No obstante, como pudieron observar, soy un mago. —Finaliza con un deje egocéntrico.