¡UN NIÑO! ||BABY APPLE [Cancelada]

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—¿Encontraste algo?. —Pregunto por décima vez, los gritos cerca de su tímpano derecho lo estaban volviendo más loco y las opciones para entretener a su sobrino se estaban terminando. Jacob sostenía en su mano un cubo de cristal que balanceaba suavemente, y con la otra sostenía con gran firmeza el cuerpo del niño, por unos largos minutos estuvo tratando de distraerlo con el diminuto barquito que golpeaba el líquido azul y simulaba ser el océano..

—Aqui solamente hay ropa, juguetes y más pañales. Joder, solo metieron objetos al azar y lo unico que pensaron era en deshacerse del niño. —Respondio un poco decepcionado, molesto y a la vez desesperado, la tormenta aún no pensaba apasiguarse y el tiempo se volvía más pesado y friolento. Apple no le ponía las cosas tan fácil, sus lamentos continuaron por un largo tiempo y su garganta sonaba más grave, sus cachetes colorados por las lágrimas y en ningún momento detenía los sorbidos de su nariz.

—Busca de nuevo, debe de haber algo de leche en las bolsas más pequeñas—Jacob pensaba en distintas maneras de entrener a un bebé, se sentía como un padre primerizo y necesitaba con urgencia un manual que le explicará cómo obtener más paciencia.

—Me lo imaginé desde un principio, la carta no explicaba muchas cosas y aún no entiendo. ¿Quién era la persona que cuido de tu sobrino todo este tiempo?. ¿Una empleada o lo enviaban a alguna estancia infantil?. —Noah y Jacob se miraron al mismo tiempo, ninguno lo entendía y no lograban ponerse en contacto con sus parientes así que lo intentarían una vez que la tormenta cesará. Apple puso la atención en el barquito por unos segundos y sus lamentos terminaron de una manera abrupta, lo sostuvo entre sus manos y se había quedado anonadado por el color azulado. El hombre sonrió victorioso y creyó que finalmente había obtenido algo de tranquilidad, su cerebro era un caos mental y quería creer que una empleada se había hecho cargo de él.

—¿Te gusta cariño?. —Preguntó Noah, se puso de pie y caminó un poco tratando de apaciguar el dolor de sus rodillas algo entumecimidas. Apenas lo conocía y todo su corazon en compañía de su alma lo estaban amando como si fuera de su propia sangre, le encantaba tenerlo cerca y perderse entre la gran belleza de su noble inocencia.

Jacob aún se negaba a encariñarse tanto con él, solo lo tendrían por un corto tiempo y se imaginaba todo el sufrimiento que pasaría cuando el pequeño se marchara. No sabría en donde terminaría, pero se encargaría de encontrarle un buen hogar en el que no le faltará amor y atención. Apple lentamente perdía el interés en el barquito, lanzo un gritó desde lo profundo de su garganta y lo lanzó lo más lejos posible cerca de la chimenea, sus lamentos incrementaron y su rostro se ponía más colorado.

—No, eso no se hace, grosero. —Jacob le dió un pequeño golpecito en la mano y podía sentir su desesperación cada vez que su sobrino se prensaba de su camisa y balanceaba sus piernas. Noah se sentía un poco mal a no brindarle algo comestible que saciará ese deseo en el estómago del niño, tenía que encontrar una solución antes de que su esposo perdiera la paciencia con él.

Noah observó la ventana, aunque estaban cerradas el aire aún se filtraba y la poca iluminación del establo era opacada por la lluvia, no había leche en la maleta así que se la conseguiría en otra parte, solamente esperaba que la ternera estuviera de un buen humor.

—No le pegues, solo distraelo unos minutos en lo que me iré al establo. —Noah le sobaba la manito con mucha delicadeza y su corazón se derritió por el pequeño morrito en sus labios, tenía tantas ganas de apretarle los cachetes y besarlos hasta que se durmiera, pero eso solamente levantaría un mundo de celos por parte de su esposo.

—¿Que vas hacer allí?. —Noah no le respondió, solo le dio un corto besito en los labios y se encaminó hacia la puerta de la cocina, siendo custodiado por Jacob y su sobrino, el corazón del pequeño se quebraba en miles de fragmentos al verlo salir y caminar entre la pesada tormenta, nuevamente sus párpados se inundaron de lagrimones al creer que lo había abandonado. ¿Ya no lo quieren? ¿Será porque se porto mal al lanzar el barquito a la chimenea solo por tener más atención de él? O ¿Porque grita y llora demasiado?.

Millones de preguntas sin respuestas y el solamente ansiaba perseguirlo, estar entre sus brazos, y conciliar el sueño cada vez que escuchaba los latidos de su corazón que le resultaban tan familiares. ¿Acaso era mucho pedirle?. Apple se removió entre aquellos brazos ajenos que no le daban tanto calor, y estiraba sus piernas hacia el suelo tratando de tocar el suelo maderoso, sus párpados le dolían y seguramente estaban inflamados de tanto sollozar, su frustración subía de nivel con cada segundo y de su garganta brotó otro grito más fuerte que el anterior.

||Tengo problemas para publicar el capítulo completo, así que pensé en dividirlo, pero quería hacerles unas pequeñas preguntas, estaré atento a sus comentarios y una disculpa por si encuentran algún error ortográfico..

—¿En el próximo capítulo les gustaría un poco de Spanking? ¿Que tan moderado lo prefieren, leve, intermedio o extremo?.